°He can't escape°

°Capitulo 5°

Después de una semana sumida en la tristeza, por fin reunió el valor para regresar a la escuela. Pero no de la mejor manera. Se puso el uniforme, y con un suspiro de resignación, aplicó un poco de maquillaje debajo de los ojos para disimular las ojeras que, después de días sin dormir, parecían más grandes que la misma noche que las había causado.

A pesar de todo, debía agradecerle a su hermana, quien no lo había dejado solo en ningún momento y había buscado de todas las formas posibles animarlo.

Bajó a la cocina, donde vio a su hermana conversando animadamente con alguien. Aether entró en la habitación, pero su presencia pasó casi desapercibida.
—¿Buenos días? —dijo con voz baja, pero lo suficientemente clara como para ser escuchada.

Lumine se giró rápidamente, sonriendo con alegría al verlo.
—¡Ah, Aether! Qué bueno que salgas de tu habitación. Tengo tu desayuno listo —respondió con entusiasmo, pero su sonrisa desapareció un poco al notar la mirada curiosa de Aether hacia la persona sentada a la mesa.

—¿Y él es…? —preguntó, señalando al chico desconocido, su voz llena de confusión.

Lumine lo miró un momento, sin comprender, hasta que sus ojos se posaron en el chico y su rostro se iluminó.
—¡Cierto, cierto! Perdón. Él es Tartaglia, es mi pareja. —Aether asintió lentamente, procesando la información, pero antes de poder decir algo, una voz masculina lo interrumpió.

—Lo siento, es un poco repentino, ¿verdad? —dijo el joven de cabellera naranja, levantándose y extendiendo una mano amigable. —Soy Tartaglia, pero puedes llamarme Childe. Lumine me ha hablado mucho de ti. Debo admitir que eres la copia exacta de tu hermana, y al parecer eres igual de inteligente que ella. Sé que estás pasando por un momento difícil. Así que… Siento mucho por lo que estás viviendo.

Aether, aunque aún algo desconcertado, sonrió con amabilidad, aliviado por la calidez de las palabras de Childe.

—Oh, no, no te preocupes —respondió, su voz suavizándose. —Creo que ya estoy mejor. Ahora me siento un poco más tranquilo. —Dicho esto, Aether le dedicó una sonrisa genuina, tratando de hacer sentir bienvenido al nuevo novio de su hermana.