XI

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—¿Qué es lo que pasa doctora? ¿Acaso estoy muy mal?— después de haber sacado toda la comida la doctora del palacio llegó para revisarla por orden de Gülfem. No entendía para que pero se dejó revisar, había sido incómodo pero no quería estar enferma.

—Felicidades. Usted está embarazada- Zahra miró a Gülfem quien le sonrió.

—¿Un bebé? ¿Tendré un bebé?— en cuanto la doctora asintió su sonrisa comenzó a aumentar, finalmente ella le daría un hijo al principe y su bebé tendría un hermano mayor. Eso era suficiente para estar feliz.
—Gülfem, ¡Tendré un bebé cómo tú!

—así es Zahra, lo supe cuando te vi tener náuseas. Significa que las dos vamos a cuidar de dos príncipes al mismo tiempo.— Zahra acomodó sus ropas nuevamente después de que la doctora le diera la indicación, fue hasta Gülfem dónde la rodeó con su brazo y como su fueran dos niñas comparando alguna prenda, junto el vientre abultado de Gülfem con el suyo aún plano.

—Gülfem... Prometo que le enseñaré a llevarse bien con su hermano mayor. Así los dos serán unidos— Gülfem sonrió aliviada, lo que tenía tal no pasaría.

—Yo también lo prometo, nuestros hijos se llevarán bien. Zahra, tú.. ¿Estás conciente sobre la ley?— Ella había estudiado mucho y como todo se sabía en ese palacio, había escuchado lo que los sultanes hacían con sus hermanos una vez estos ascienden al trono

—Falta mucho tiempo para pensar en eso. Allah permita que el principe tenga una vida larga. Así, nuestros hijos vivirán con libertad un largo tiempo, Gülfem, no pensemos en eso.— Zahra sonrió, Gülfem abrazo a la chica igual que ella lo hacía.

—¡Atención, su alteza el principe Suleiman!- anunciaron en la puerta. Ambas se separaron para recibir a Solimán con una reverencia.

—Zahra... Gülfem.- saludó a ambas, Suleiman acarició el vientre de Gülfem con una sonrisa y luego fue hasta Zahra.— Kahzarah me dijo que te sentiste mal y que la doctora vino. ¿Cómo te sientes ahora? ¿Estás enferma?

—Alteza.— Zahra tomó las manos del principe. —Estoy embarazada. Voy a darle un hijo pronto.— Solimán sonrió ampliamente, le dió un abrazo a Zahra y cargo un poco con ella en brazos. Gülfem miraba la escena y debía admitirlo, sentía celos pero Solimán pronto se encargó de hacerla sentir querida nuevamente. El principe tomó la mano de Zahra y extendió la otra hacía Gülfem, ella sla tomó acercándose más a los dos.

—Ustedes dos me han hecho muy feliz. Voy a querer y porteger a mis príncipes y a ustedes, no les faltará nada.— Solimán besó delicadamente los nudillos de Gülfem y los de zahra. —Continuaré mi trabajo, quédense juntas el resto de la noche si es posible.

Una vez el principe se fue ambas concubinas salieron a caminar. A Gülfem le hacía bien debido a que ella llevaba más tiempo en ese estado mientras Zahra, apenas podía creer que ella también llevaba una vida en su interior. Mientras caminaban su hermano se unió a ellas.

—Hermano... ¿Lo sabes ya?

—mi querida hermana, tendrá un principe. Su alteza me dijo que las cuidara mucho. Así que tendrán que acostumbrarse a mi, porque estaré detrás de ustedes todo el tiempo.— Zahra sonrió ampliamente.

—Le estaré agradecida Kahzarah. Pero ¿Podrá con nosotras dos?— Kahzarah rió un poco.

—lo intentaré.

Ibrahim sonrió cuando escuchó hablar al príncipe viendolo así de emocionado y feliz le hizo saber que Suleiman estaba de muy bien humor debido a sus dos hijos

—Que Allah le de dos príncipes sanos alteza.

—Amen. Ibrahim, creo que no puedo pedir mucho más. Las dos mujeres que quiero me darán un hijo.
Se que Gülfem y Zahra serán unas buenas madres.— sonrió mientas terminaba de ajustar las piezas de aquellas joyas. —¿Crees que este perfecto?— Solimán mostraba un par de pendientes.

—Son hermosos alteza. A la señorita Zahra le gustarán mucho.

—¿Cómo sabes que son para ella?

—Mi príncipe, cuando habla de ella, lo hace con un brillo más especial que con la señorita Gülfem. Usted tiene una preferencia por ella, es notorio.

—Tienes razón... Tengo preferencia por ella. Como no tenerla, Zahra es la belleza tierna encarnada, dulce, gentil, llena de gracia. Sus mejillas rojizas son mis favoritas. La quiero mucho más de lo que puedo a querer a alguna otra muchacha del harem. Tal vez...

—Alteza, ¿Puede llamarlo amor?— Solimán rió un poco mientras admiraba los pendiente.

—Si... Ibrahim. Creo, que eso es

Nota: dirán que todo aquí es muy pacífico y si. Ya que Solimán es aún un principe y tanto Gülfem como Zahra son jóvenes, tienen inocencia que es lo que las hace ser amigas.  Contando que nadie las molesta ya que la madre sultana estaría con el sultán Selim.

Nota 2: Solimán quiere a las dos pero ama a Zahra.

mutawahijat aimra'a  sultán SolimánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora