—Zahra, ¿De dónde eres? ¿Dónde aprendiste a bailar de esa manera? Vi que estabas muy decidida al momento en el que te presentaste ante mi.— mientras el carruaje avanzaba el príncipe había comenzado con las preguntas, la chica suspiró un poco y comenzó a responder.
—Egipto... Uno de tus amigos me trajo al castillo, aprendí a bailar desde niña.
Debía estar segura, Firial dijo que si no lo hacía me matarían. Prefiero venir con usted antes que tener que enfrentarme a mujeres locas por su atención.—¿Solo por eso?
—Tambien quería salir del castillo, al menos puedo ver el camino que vamos tomando. Quería escapar... Pero hay muchos guardias aquí— al príncipe le sorprendía la tranquilidad con la que la concubina decía esas cosas, como si él no fuera el príncipe.
—De verdad me dices estás cosas así tan a la ligera.— Zahra miró a Suleiman despreocupada. —Dijo que quería hablar, bueno estamos hablando y estoy siendo sincera. ¿Me va a echar?— Suleiman comenzó a reír levemente por unos momentos.
—Podría ordenar que te corten la cabeza. Pero no lo haré, después de todo esa actitud tuya, creo que me gusta.
Cuando lleguemos a Manisa, no volverás a ver el camino fuera del castillo, así que disfruta mucho de esto.—mm... Alteza.— Solimán miró atento a Zahra. —Le aseguro, que volveré a ver los árboles de los bosques, saldré de su castillo.
—¿A sí? ¿Y cómo lo sabés?
—Porque, ya tengo su atención. Tendré su amor también, cuando usted me ame, me dejará salir una vez más.
—Eres una mujer insolente. Si mi madre te escuchará hubiera ordenado llevarte al calabozo.— Zahra había tenido un repentino cambio en su actitud y es que ahora había pensado mejor las cosas, ya que tenía la atención del principe, si lograba enamorarlo con una gran intensidad, este cumpliría sus peticiones y una de ellas sería traer a su hermana y su hermano al palacio.
—Pero usted no es la sultana, alteza.
Tenga presente esto. Se enamorara de mí lo sé.—Ahora mismo acabas de ponerme un reto. No eres la única mujer que estará en el palacio, hay muchas más cada una con diferentes dotes de belleza esperando por mi ¿Aún así estás tan segura de que podrás enamorarme? Estoy seguro, de que tú te enamoras antes que yo
—Entonces ¿Quiere jugar conmigo alteza?
Cuando finalmente llegaron a Manisa, el principe le había ordenado ir a sus aposentos, estaba feliz de no compartir con nadie ahora.
—ah.... No dijo nada. Bien, tengo que esforzarme. Si está noche me llama, debería arreglarme... Pero— ahí se dió cuenta que sus planes tenían un inconveniente. — Nunca he estado con alguien.— y así fue como se metió en la cama y no salió de las sábana, su rostro estaba rojo mostraba frustración notoriamente. —Debería rendirme.
Pasó mucho tiempo, había estado dentro de la habitación y no escuchaba ruido en el exterior, tampoco la habían ido a buscar alguna sirviente como ella. Abrió la puerta de los aposentos y salió a caminar por los pasillos, iba distraída tanto que chocó con un jóven casi como el príncipe.
—Lo siento— dijo rápidamente. —disculpe.. ¿Dónde se encuentra el principe?— El joven del violín la miró por unos momentos y luego respondió.
—El está junto a su harem.— La expresión de la chica cambio, ¿Entonces le había mentido sobre ser su primera concubina? Ese príncipe jugó con ella. —lo siento, señorita ¿Zahra?
—Soy yo.
—si, lo imaginé. Su alteza dejó un mensaje. Él dijo, Zahra cero, Solimán uno.— Zahra inflo sus mejillas notoriamente. —Será mejor que regresé a sus aposentos señorita, si tiene hambre puedo pedirle algo
—Ya que tengo la noche libre, entonces si por favor. Con permiso, espero la comida— Ibrahim comenzó a reír levemente al ver a Zahra retirarse enojada, por la forma en la que caminaba era como ver a una niña haciendo berrinches.
—Mi señor disfruta eso.
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mutawahijat aimra'a sultán Solimán
FanficPrimer libro... El comienzo de la historia de Solimán y Zahra Todos conocen la historia de amor entre el Sultán Suleiman y Hürrem sultán. Muchos han hablado de sus otras mujeres, Mahidevran y Gülfem pero, ¿que hay de la primera mujer que llegó a la...