XXVII

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-¡estás loca! Cómo se te ocurre que yo haré tal bajades. Esos niños, no solo son mis sobrinos, sangre de mi sangre, son príncipes de la dinastía. Si el príncipe Solimán te escucha decir esto ¿Que creés que hará? Esa linda cabeza tuya va a rodar por los suelos. ¿Eso quieres? No te bastó con no respetar la memoria de nuestra hermana, ahora quieres lastimar a lo único que me queda de ella. - Kahzarah se puso de pie para salir de aquella habitación dispuesto a contarle aquello a Solimán. -Su alteza debe saberlo, si tienes suerte solo te expulsará al viejo palacio. Pero a mis sobrinos no los vas a tocar.

-¿De verdad creés que él te escuchará? Además, el acaba de salir a la campaña... Ibrahim también y la Sultana Hafsa regresó al palacio del sultán. Nadie podrá ayudarlos... Vamos Kahzarah, tu siempre quisiste regresar a la vida de antes, ahora puedes hacerlo.

-Eso fue antes de ver las cosas buenas que su alteza ha hecho por mí. Zahra amaba al principe y yo respetaré su amor, aún cuando ella ya no esté.- Sabía que el príncipe había dejado el palacio pero no podía dejar eso así, camino hasta los aposentos de Gülfem adentrándose en estos viendo a sus sobrinos jugar con Murad.

-Sultana... Hay algo que debe saber, es urgente.- Gülfem se extrañó ante repentina interrupción, Kahzarah solo llegaba con ella para ver a los niños y algunas veces que salían al jardín, él solía acompañarlos para cuidarlos, pero ahora se veía preocupado.

°°°

Las cosas en el palacio ahora estaban tensas, Gülfem había ordenado mandar al calabozo a Mahidevran y Gülsah, cuando el príncipe llegará ella se encargaría de explicarle todo, pero la vida parecía estar a favor de Mahidevran.
El rumor de que el príncipe Solimán había muerto se esparció por el pueblo, las personas no estaban del todo contentas especialmente los jenizaros, quienes deseaban que sus salarios fueran pagados, fue entonces que la rebelión comenzó.

-Sultana... ¿Qué ha decidido?- Kahzarah sostenía en sus brazos a Mehmed esperando la respuesta de Gülfem. -los principes corren peligro aquí, Mahidevran, está embarazada. Sultana... Ella aprovechará esto para tener al principe en sus manos... Temo por ellos.

-Lo sé... Pero lo que propones.- Gülfem abrazó a Murad acariciando sus cabellos. -No podría... No quiero estar lejos de mi hijo tanto tiempo, mucho menos engañar a su alteza además... Tú serías acusado de traición, te matarían apenas te vean.

-Si es un riego... Pero por la vida de los niños, estoy dispuesto a ser un traidor. Cuando ellos tengan la edad suficiente, regresaran aquí... Te lo prometo, Gülfem- Kahzarah tomó la mano de la sultana déjando un beso en ella. -No dejaré que lastimen a los príncipes... Por favor sultana, no llore, le prometo que sus lágrimas serán recompensadas, y, quisiera pedirle que no me olvide, Sultana Gülfem, mi amor por usted es grande, tan grande y por este amor que siento,  le aseguro que su hijo regresará a sus brazos.- Gülfem abrazó a Kahzarah por uno segundos, de despidió de Mehmed y luego de Raziye y Ahmed para al último, dejar a su hijo Murad al que abrazó fuertemente llenando su rostro de besos.
-Tu madre te ama... Estará esperando pacientemente por tí.- Dicho eso le entregó aquel brazalete que Zahra le había regalado. -Cuando regreses aquí... Úsalo, así sabré que eres tú.

-Vamos...- Kahzarah se despidió de Gülfem con una reverencia ante ella, tomó a los niños y cruzó aquel túnel llevándose a los príncipes lejos del palacio

-¡Sultana!- los agâs fueron hasta Gülfem. -los rebeldes han entrado, liberamos a la señorita Mahidevran y Gülsah antes de que estos llegaran hasta ellos. Están en el sótano.

-Los principes... ¡Busquen a los príncipes y póngalos a salvó!

-ya hay alguien encargado, el señor Kahzarah hermano de nuestra sultana fue en su búsqueda- Gülfem trató de actuar lo más creíble posible. -Vayan a ayudarle, lleva a un bebé en brazos.

-Si Sultana..- los agâs se fueron y ella pronto limpio una lágrima traicionera que salía de su ojo izquierdo.
-Murad... Ahmed, Raziye... Mehmed, vivan hijos míos. Vivan por su madre Zahra... Y por mi.

mutawahijat aimra'a  sultán SolimánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora