Shousuke rápidamente se levantó de su cama corriendo de un extremo de la habitación a la otra ¿Qué era lo aue sucedía? ¿Realmente estaba viendo a Kei parado delante suyo?
No, Aisuru Kei está muerto.
Se respondió rápidamente, su corazón acelerado por el miedo ¿Se había quedado dormido? quizás solo era un mal sueño, una pesadilla, esa debía ser la respuesta correcta.
—Calma, por favor, sé que debes estar confundido, yo también lo estoy —Kei extendió sus manos, como si pudiera darle algún tipo de calma a Shousuke cuando eso era imposible.
Shousuke cubrió sus ojos para tallarlos en repetidas ocasiones, los abrió, él seguía ahí. Negó repetidas veces con la cabeza, no iba a aceptar tan fácil algo así de irreal. Respiró tratando de darse calma y caminó alrededor de esa supuesta alucinación hasta poder llegar a su cama, tomó asiento. Kei se dio la vuelta, manteniéndose en el mismo lugar donde se había detenido al intentar acercarse a Shousuke, probablemente sería mejor si solo esperaba a que fuera capaz de digerir la situación.
—Puedo darte tu espacio, entiendo que debe ser demasiado difícil y ni siquiera yo puedo explicar que está pasando —bajó al piso tratando de sentarse cruzando sus piernas, fue inútil, su cuerpo atravesó el suelo en cuanto se apoyó sobre el mismo.
Los ojos de Shousuke se sbrieron de par en par, puso una mano en su pecho sintiendo su corazón acelerarse a gran velocidad ¿Estaba sufriendo un paro cardíaco?, el cuerpo de Kei básicamente estaba atravesando su habitación, su pecho, su cabeza, estaban ahí, pero el resto de su cuerpo había atravesado el suelo; como por arte de magia, Kei se esfumó y volvió a aparecer, estando completo y de pie cerca de su ventana.
—Lo siento, creo que no debí venir aquí ¿Cierto? pero no sabía a dónde más venir, no quiero estar en mi casa —sonrió ligeramente, algo nervioso.
Shousuke mantuvo su vista sobre el espectro, debía forzarse a hablar si quería que se aclarara la situación, en todo caso de ser un sueño, solo despertaría y sería un muy extraño recuerdo, no tenía nada que perder.
—¿Cómo?
—¿Ah? ¿Hablas de cómo estoy aquí? —Shousuke asintió con la cabeza—, no lo sé, lo último que recuerdo es que todo se puso negro y luego una luz brillante me cegó y cuando pude ver decidí ir a casa —hizo una pausa sintiendo una ligera tristeza—, atravesé la puerta, literalmente, eso fue suficiente para saber que algo no estaba bien.
—¿Solo pasó?
—Podría decirse que sí, mamá llegó a casa unas horas después, estaba llorando mucho y yo no podía hacer nada —Shousuke fue capaz de oír como su voz se rompía—. Vine aquí y realmente no pensé que pudieras verme, pero eras lo más cercano que tenía a un amigo, no perdía nada con intentar —apretó sus labios—. Solo no sabía a donde ir, puedo irme en un rato, simplemente quiero procesar todo, perdón por hacer que tengas que digerirlo también.
Shousuke mantenía su mirada perdida en un punto fijo de la habitación, había tantas cosas en su cerebro en ese momento, necesitaba un respiro o dormirse durante todo el día y despertar creyendo que todo era un sueño, aunque para este punto comenzaba a dudar sobre la realidad y todo lo que creía que era.
—¡Shousuke! ¿No vas a comer? —escuchó la voz de su madre acercándose a su habitación.
Pudo escuchar el sonido de la perilla moviéndose, la puerta se abrió y la mirada de Shousuke se dirigió rápidamente hacia la misma, su madre estaba parada fuera de ella; mostrando una sonrisa y con una cuchara en la mano, probablemente acababa de terminar de hacer la comida.
—¿Aún tienes puesto tu uniforme? —preguntó un tanto confundida.
Shousuke dirigió su mirada a Kei, él seguía ahí ¿Su madre no lo veía?
—Bueno, no importa, cámbiate y baja a comer, te esperamos —Shuuko mostró una sonrisa antes de cerrar la puerta y regresar al comedor.
—¿Ella es tu madre? —Shousuke asintió—, vaya, se parece mucho a ti —un suspiro escapó de los labios de Kei, sin aliento, no había nada que expulsar de algo que no tenía masa—. Me iré para que te cambies, gracias por escucharme, Shousuke —Le dedicó una pequeña sonrisa.
La mirada de Shousuke se posicionó sobre Kei.
Ningún otro lugar a donde ir.
—Puedes volver.
—¿Ah? —Kei creía haber oído mal, le dirigió la mirada a Shousuke— ¿Acabas de...? ¿Lo dices en serio? —preguntó realmente incrédulo, aunque feliz.
Shousuke asintió con la cabeza, Kei agradeció su amabilidad y se esfumó repentinamente, como si fuera una simple ilusión, dejando un extraño vacío en la habitación del menor de la familia Komi, golpeó sus mejillas tratando de reaccionar y comenzó a sacarse el uniforme para ponerse ropa más cómoda.
Al terminar de vestirse, salió de su habitación y fue al comedor donde ya se encontraba el resto de su familia sentada, esperando a que llegara. La comida fue un buen distractor por unos minutos, pero a la mitad de esta su mente volvió a divagar entre pensamientos a los que no podía darle respuesta.
¿Por qué él podía ver a Kei?
¿Por qué Kei lo había buscado específicamente a él?
¿Fue buena idea decirle que podía quedarse en su casa?
Nuevamente se cuestionó si lo que pasó fue una simple alucinación por el impacto que le causó recibir la noticia de su muerte o si verdaderamente había un fantasma habitando en su habitación; por más que quisiera que la respuesta fue la primera opción, empezaba a creer que era realmente había una posibilidad de encontrarse ante la presencia de un fantasma.
Terminó con su comida y rápidamente regresó a su habitación, necesitaba tener una respuesta a sus dudas cuanto antes empezando por la más simple.
¿Estaba alucinando o verdaderamente era el fantasma de Kei?
Se detuvo delante de su puerta, sintió un escalofrío recorrer su espalda, tomó el pomo y sin pensarlo demasiado, abrió la puerta manteniendo sus ojos cerrados. Los abrió lentamente creyendo que su cuarto estaría vacío, pero no fue así.
—Comiste demasiado rápido —lo escuchó hablar.
Él estaba ahí, eso no podía ser una alucinación; estaba sentado sobre su ventana, su cuerpo la traspasaba, Kei realmente estaba ahí.
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MI ROOMIE ES UN FANTASMA | KOMI SHOUSUKE
FanfictionMREUF | ¿Cómo te sentirías si un día, de manera repentina, alguien desaparece de tu vida? ¿Qué pasa si, cuando llegas esa misma tarde a tu casa, descubres que ahora deberás convivir a su lado hasta que descubran como hacer que pase a una mejor vida...