La noche había caído una vez más, Shousuke se encontraba en el cuarto de baño tomando una ducha, Kei por otro lado había salido de la casa para ir a su antigüo hogar, no entró, ni siquiera se atrevió a acercarse a la puerta, solo se quedó fuera admirando lo que alguna vez fue su casa, el lugar que compartió con su madre y dónde pasó los mejores meses de su vida pues finalmente había llegado a una escuela donde la gente lo aceptaba y lo quería.
—Ojalá pudiera decirte cuanto te extraño —murmuró, sabiendo que de cualquier manera su madre no podría escucharlo.
De poder llorar, lo haría, su alma se desgarraria debido a sus sollozos que se convertirían en gritos, pero ni siquiera se le permitía dejar escapar una lágrima pues no había ni una sola que dejar salir, su estado le limitaba, ser un fantasma causaba que varias de las emociones que llegaba a sentir no fueran ni siquiera la mitad de intensas de lo que serían si tan solo tuviera una forma física; pero aún con todo lo que se le impedía, prefería que las cosas fueran así.
¿Qué cosas no haría de tener una forma física? probablemente causaría un sufrimiento emocional en su madre que sería irreparable ¿Cómo reaccionaria si viera a su hijo muerto como si nada? de ser así la muerte no tendría sentido de existir. Pasó su mano por su nuca, se estaba torturando demasiado al permanecer ahí, en cualquier momento podría ver a su madre y estaba seguro de que se destruiría en ese mismo instante si llegaba a verla.
Se esfumó, apareciendo una vez más en la habitación de Shousuke, era bastante curioso como deseaba con toda su alma que sus amigos lo vieran, porque de alguna manera eso cobraba sentido para él "ellos estarán conmigo", sin embargo, aunque también deseara ser visto por su madre, una parte muy profunda de su corazón se seguía aferrando a la idea de que eso sería un error.
¿Qué le diría? ¿Qué haría? ¿Cómo reaccionaria? estaba seguro que no lo procesaría de la misma forma en la que Shousuke lo hizo y mucho menos estaría tan feliz como Hitomi lo estuvo. Se recostó en el aire, debía despejar su mente de esos pensamientos, entre más recordara su vida, peor se sentía aún cuando tenía una segunda oportunidad con un muy reducido grupo de personas.
La puerta de la habitación se abrió, se incorporó para ver a Shousuke quien estaba secando su cabello con una toalla, el caminar del chico se detuvo abruptamente al ver a Kei, como si fuera la primera vez que lo observara, pudo notar como fruncia el ceño y se acercaba a él.
—¿Por qué estás mal?
—¿Eh? ¿A qué te refieres? —preguntó un tanto confundido por lo repentina que fue esa pregunta.
—Nunca cierras la boca, siempre que entro al cuarto tienes algo que contarme ¿Esta vez no?
—Oh vamos, a veces se me pueden acabar las historias ¿Sabes? —soltó una risita, aunque Shousuke había dado justo en el blanco—, aunque también puede ser eso...
—¿Quieres contarme?
Hubo silencio por unos segundos, Kei no estaba del todo seguro, al final del día Shousuke no iba a poder entenderlo, sin embargo, quizás exteriorizar lo que sentía podría ser de ayuda para saber como sobrellevarlo.
—Estuve pensando un poco en lo que ha pasado hasta ahora, en todo —aclaró descendiendo hasta parecer que estaba de pie, aunque en realidad no estaba tocando el suelo—. Mi madre, lo que debe estar pasando, las cosas que pude haber hecho para que ella pudiera estar mejor ahora ¿Y si ella pudiera verme? quizás eso la destruiría o tal vez pueda ayudarla, no lo sé, todo es demasiado confuso y me siento tan preocupado por ello porque no quiero que nadie sufra por mi culpa.
Las palabras de Kei eran veloces, pero Shousuke era capaz de entenderlas, probablemente el no necesitar respirar facilitaba las cosas al momento de hablar. Un suspiro escapó de los labios de Shousuke.
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MI ROOMIE ES UN FANTASMA | KOMI SHOUSUKE
Hayran KurguMREUF | ¿Cómo te sentirías si un día, de manera repentina, alguien desaparece de tu vida? ¿Qué pasa si, cuando llegas esa misma tarde a tu casa, descubres que ahora deberás convivir a su lado hasta que descubran como hacer que pase a una mejor vida...