Uno: Noticia.

2.1K 166 35
                                    

Aisuru Kei.

Ese nombre resonaba en su cabeza una y otra vez, no era capaz de ignorar los murmullos en la escuela pues todos se encontraban hablando de eso en aquel momento; no les prestaba mucha atención, solo sabía que Kei tenía algo que ver en ello pues no paraban de repetir su nombre, trató de pensar en qué clase de tontería había hecho ese chico como para que estuviesen hablando de él tan activamente.

—¡Shousuke! —escuchó la voz de Hitomi detrás suyo, pudo verla por sobre su hombro, corriendo en dirección a él.

Antes de siquiera poder dar un paso para huir ella lo tomó por sus hombros, sin embargo, no sintió esa energía intensa que lo agotaba igual que otros días; ella simplemente lo detuvo con su tacto en lugar de saktar para atrapar sus hombros como comunmente haría.

—¿Te... Enteraste de lo que pasó con Kei? —actuaba bastante seria, un gran contraste con lo que solía ser y eso causó un extraño sentimiento en Shousuke; como si pudiera saber que algo andaba mal.

Claramente lucía confundido, a pesar de no demostrar emoción alguna, Hitomi ya sabía, o más bien, creía que sabía, leer a Shousuke; en esta ocasión pudo acertar, Shousuke no estaba al tanto de la situación de Kei.

—Tomaré eso como un no —un suspiro escapó de los labios de Hitomi—. No es algo fácil de decir, mucho menos de procesar —aseguró.

Sus labios se abrieron ligeramente, estaba a punto de preguntar qué sucedía pero Hitomi ya se encontraba respondiendo a su pregunta antes de siquiera poder formularla.

—¿Recuerdas que no había venido estos días por estar en el hospital? —al escuchar aquello el corazón de Shousuke se aceleró con temor, sabía las palabras que se venían a continuación y deseaba que fueran mentira, realmente quería que Hitomi contradijera totalmente sus pensamientos, como siempre lo hacía—, ayer fui a visitarlo pero él ya no estaba en el hospital... Las cosas no salieron bien para él.

En ese instante se sintió como si todo se detuviera a su alrededor ¿Las palabras de Hitomi eran reales? ¿Realmente ese chico estaba muerto? No, no podía ser cierto, debía ser solo una broma de mal gusto; sin duda alguna no era una persona cercana a Kei, ni siquiera hablaban (aunque realmente no hablara con nadie), pero era extraño, deade hace tiempo Kei estaba en el hospital y su ausencia en los caminos de regreso a casa eran extraños, el saber que ahora esa ausencia estaría ahí siempre generaba en Shousuke un sentimiento extraño de vacío.

—¿Shousuke? Sé que debe ser algo difícil, quizás sería bueno si...

Antes de poder decir algo más el chico retomó su camino, como si nada estuviera pasando, pero realmente, su cabeza estaba llena de pensamientos, cosas que no se molestaría en analizar demasiado, ni siquiera se respondería las preguntas que su propio cerebro trataba de encajarle, no se iba a sentir culpable; no era su culpa, la gente muere, pasa todo el tiempo, sin embargo, no podía negar que la ausencia de Aisuru se notaría. Sabía bien que él ya no estaría ahí, su energía se había convertido en una parte de su día a día, quizás no importante como comer o dormir, pero si era algo que formaba parte de su rutina y el cambio drástico aterraba a cualquiera, sobre todo cuando no estabas preparado para este mismo.

El día pasó bastante rápido, todo se sintió como otro día normal pues Shousuke se había acostumbrado a la ausencia de Kei durante esos días que no fue a la escuela, la diferencia es que ahora no podía sacar la idea de su mente de que ese chico estaba muerto, le causaba escalofríos por alguna razón, se preguntaba a sintió algo de lástima en ese momento, Kei siempre se esforzó en charlar y conversar con todos, sobre todo con él, aún así, Hitomi era la única amiga que tenía y no podía dejar de pensar cuáles serían sus pensamientos en esos últimos momentos que tuvo de vida, estaba más que seguro que no fue la escuela, no fue él o sus compañeros, quizás fue Hitomi, probablemente su familia también, la gente que lo quería y que estuvo a su lado; no dudaba que parte de sus pensamientos era la esperanza de que todo fuera un mal sueño o que pronto saldría de ese hospital, sintió lástima, no merecía eso, era una buena persona, era joven. Miró al cielo un momento.

"Si hay un más allá..." pensó mientras detenía su paso. "y si hay alguien que lo controla..." bajó la mirada, era tonto siquiera pensar en plegalarias, pero no podía hacer nada más. "por favor dale una segunda oportunidad, él la merece."

Ese día llegó a su casa, su madre estaba en la cocina preparando la comida y su padre estaba poniendo la mesa, su hermana quizás estaba en su habitación o quizás no, solo sabía que no estaba al alcance de su vista en esos momentos.

—¡Shousuke! —le llamó su madre—, apresúrate que la comida estará lista pronto —como siempre mostrando una sonrisa y esa energía de adolescente que siempre emanaba.

La miró cuando hablaba pero luego siguió su camino, su madre ya estaba acostumbrada a ello, con que la haya escuchado todo estaría bien. Finalmente llegó a su habitación, dejó su mochila sobre la silla de su escritorio y abrió la ventana para dejar que algo de aire fresco entrara; observó la casa de Kei que estaba justo al lado suyo, bajó la mirada esperando verlo ahí abajo, pero claramente no estaba ahí.

Retomó su vida, no iba a ocupar su mente con él, no eran amigos, no eran nada realmente, no tenía por qué preocuparse de la manera en la que lo estaba haciendo. Se quitó el sacó del unirorme y lo acomodó sobre su cama.

—No creo que debas hacer eso cuando tienes visitas.

Una risa se escuchó después de eso, sintió un extraño sentimiento recorrerle el cuerpo ¿Eso fue?, levantó su mirada en todas direcciones, buscando al dueño de aquella voz.

—Estoy aquí —su cabeza se giró rápidamente a su lado.

Por el miedo se echó para atrás y su boca se abrió para soltar un grito, pero solo pudo dejar escapar un jadeo en ese momento por el impacto.

—Hola.

Le sonrió, era él, estaba 100% seguro que a quien tenía delante suyo era a Aisuru Kei, no entendía cómo o por qué, pero su mente tenía una respuesta clara "Te estás volviendo loco".

MI ROOMIE ES UN FANTASMA | KOMI SHOUSUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora