Once: Un cuerpo y dos almas.

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La hora de comer había terminado, por suerte no fue demasiado complicado pues nadie hablaba durante ese momento, al menos no hasta la mitad de la misma donde Shuuko los atacó a todos preguntando cómo había estado la comida, nadie dio respuesta a excepción de Kei quien claramente había quedado fascinado, probablemente esto era tanto porque su comida era deliciosa como por el hecho de ser la primera comida buena que había probado en bastante tiempo, las preparaciones del hospital eran bastante desabridas.

-No esperaba que tu familia fuera así -comentó cerrando la puerta detrás suyo cuando volvieron al cuarto-. Quiero decir, no me sorprendió que todos fueran atractivos pero no creí que todos fueran tan silenciosos, excepto tu madre, ella parece hablar por los tres.

-Hm.

-Es extraño tomando en cuenta que últimamente haz hablado más, supongo que simplemente sigues prefiriendo la calma y el silencio ¿Cierto?

-Digamos que sí.

Kei se dejó caer sobre la cama de Shousuke una vez más, recostando el cuerpo a lo largo de la misma con la mirada en dirección al techo, sus manos colocadas sobre su abdomen, era extraño todavía, lo diferente que era el cuerpo de Yuki al suyo en todos los aspectos posibles.

-¿Estás listo para volver a intentarlo?

-No lo sé, siento que ya no podré salir de aquí y eso me aterra, no quiero robarle la vida a nadie.

Un suspiro escapó de los labios de Shousuke, se acercó para sentarse al lado de la cama y tomar su mano por un instante tratando de transmitirle calma, ni siquiera él estaba seguro de cuánto tardarían en hacerlo funcionar, pero no tenía duda de que podrían conseguirlo; el alma de Kei hubiese entrado al cuerpo de Yuki, era simplemente imposible que no existiera la manera de salir.

-¿Y si intento dormir?

-¿Eso en qué ayudará?

-No lo sé, quizás si yo me duermo, el fantasma de Yuki pueda volver a tomar su cuerpo ¿Y si no lo puede hacer por eso? ¡Dios! estoy diciendo puras tonterías, no entiendo como funcionan los fantasmas ¿Por qué esto tenía que pasar así? -Soltó la mano de Shousuke para girarse sobre la cama y ahogar un grito de molestia.

-No es mala idea.

-¿Eh? -levantó ligeramente la cabeza oara poder verlo- ¿De verdad?

-Podemos intentar, te despierto... Media hora después si no funciona ¿Vale?

Kei dudó unos segundos antes de asentir con la cabeza, Shousuke se levantó del suelo para ir a su escritorio mientras Kei se acomodaba en la cama, cerrando sus ojos para poder descansar, ahora solo tocaba esperar.

4:15.

Kei había caído dormido para esa hora, el reloj comenzaba a avanzar mientras Shousuke se entretenía arrojando la pelota hacia el techo en espera de que el temporizador finalizara. No estaba seguro de que eso fuera a funcionar pero tampoco ea que tuvieran una gran variedad de opciones para elegir e intentar.

Luego de varios minutos, no había ocurrido nada, no podía ver al fantasma de Kei flotando en la nada y dudaba mucho que Yuki tuviera control sobre su cuerpo nuevamente. Revisó la hora en su celular, aún faltaban quince minutos pero comenzaba a creer que solo era una perdida de tiempo, de cualquier manera dejó que el resto transcurriera, al menos quería darle a Kei la oportunidad de descansar un poco antes de no volver a tener la oportunidad para hacerlo.

4:45.

Shousuke se levantó de su asiento para ir a la cama y comenzar a agitar el cuerpo de Yuki hasta que consiguió hacerlo reaccionar, sus miradas rápidamente se encontraron, Shousuke tenía la esperanza de oír la voz de Yuki y no la de Kei, claramente esto no fue así.

-No funcionó ¿Cierto?

Negó con la cabeza, un suspiro escapó de sus labios, ahora tocaba pensar en algo más pero cuando intentó idear un nuevo plan, los sollozos de Kei lo sacaron de sus pensamientos. Dirigió su mirada hacia su invitado, notando como cubría su boca, estando ahora sentado en la cama; las lágrimas deslizándose por sus mejillas a la vez que escuchaba las quejas que, inútilmente, intentaba ahogar con sus manos.

-Kei, está bien, vamos a solucionarlo.

-¿¡Y q-qué haremos si no es así?! ¡Dios Shousuke piensa! no sabemos nada sobre esto ¿Qué haremos si me quedo en este cuerpo para siempre? ¿¡Y si mate a Yuki?! no, no, no puede ser -su respiración comenzó a cortarse, estaba hiperventilando.

Shousuke colocó una de sus manos sobre su hombro tratando de acariciar su espalda para darle tranquilidad, era inútil, el llanto y el miedo no se detenían, Kei realmente no quería eso, jamás quiso quitarle el cuerpo a Yuki, solo quería abrazar a Shousuke y nada fuera de ello; no le importaba no poder volver a tocarlo, solo quería que las cosas estuvieran como antes.

-Te aseguro que hallaremos la forma de solucionarlo, solo manten la calma ¿Si?

Hubo silencio por unos segundos, el llanto ae detuvo junto a las quejas y los sollozos, ahora el único sonido audible era el de Yuki intentando de recobrar adecuadamente su respiración. Su cabeza se levantó rápidamente encontrándose con el rostro de Shousuke al lado suyo haciéndolo sobresaltar y alejarse al instante.

-¿Sh-Shousuke?

-... ¿Yuki?

-Ah ¿Si? ¿Quién más sería? -colocó su mano sobre su pecho- ¿Qué pasó? -tocó sus mejillas sintiendo la humedad en ellas- ¿Estaba llorando? ¿Por qué me duele el pecho?

La mirada de Shousuke rápidamente buscó a Kei por todas partes de la habitación, hasta dar con él cerca de la puerta. Podía ver su confusión pero a la vez una sonrisa en sus labios, sintió un gran alivio, ahora solo debía hallar la manera de excusar toda la situación y que fuera creíble.

-¿No lo recuerdas? viniste a mi casa, te quedaste dormido un rato y cuando despertaste estabas llorando.

-¿Me invitaste a tu casa? -Tocó su cabeza por unos segundos-, realmente no recuerdo nada desde la hora del almuerzo ¿Me habre golpeado la cabeza? -murmuró eso último mirando alrededor- Ah, no importa ahora, lamento causar problemas si así fue ¿Gracias? Por invitarme, supongo.

Podía notar lo confundido que estaba, pero hasta el momento parecía que no le importaba por completo indagar en lo que había sucedido; eso estaría bien de momento, mientras Kei no hubiese hecho algún desastre en el horario de clases esto quedaría como un mal recuerdo para los tres.

MI ROOMIE ES UN FANTASMA | KOMI SHOUSUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora