Dieciocho: Pensamientos poco convencionales.

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Sus ojos se abrieron lentamente y lo primero que su vista divisó fue el rostro de Kei aparentemente dormido, sonrió con ternura recordando la noche anterior en cuestión de segundos ¿Acaso había sido una alucinación por el cansancio? O quizás fue parte de un sueño y su mente lo estaba confundiendo con un recuerdo, no se quedó con la duda y se permitió acercar su mano al rostro del fantasma, pudo sentirlo y era helado, al final del día no había un cuerpo ahí en realidad, era como un cadáver que solo él y Hitomi podían ver; se dio cuenta que al acariciar su mejilla lo hizo sonreír.

—¿Estás despierto?

—Ya te he dicho que no puedo dormir.

—Oh.

—Está bien, el tiempo pasa más rápido cuando estás muerto, creo, apenas sentí el tiempo —aclaró abriendo sus ojos con lentitud hasta lograr ver a Shousuke en la oscuridad de la habitación, era temprano y el sol aún no salía.

—Es bueno que empieces a hallarle ventajas.

—Es lo que siempre intento.

Ambos se levantaron de la cama, Kei con rapidez, comenzando a flotar en la habitación en menos de un segundo, por otro lado Shousuke se tomó su tiempo, sentándose unos segundos antes de quitarse la sábana de encima para caminar a su armario y sacar el uniforme.

—¿Podrías...?

—Ah sí, por supuesto, nos vemos en unos minutos.

Silencio y soledad una vez más, la manera en la que Shousuke se había desacostumbrado a ella era asombrosa, se desnudó en cuestión de segundos para alistarse para la escuela, se preguntaba a si mismo cómo cambiarían las cosas ahora que existía el contacto físico entre ellos una vez más; hace unos días estaba pensando en negar sus sentimientos hasta eliminarlos porque, al final del día ¿De qué serviría? Kei se iría y de cualquier modo el ser pareja no tendría sentido, sin citas, sin abrazos, sin besos ¿Qué más podrían tener?

Si fueran una de esas relaciones a distancia podría funcionar porque tendrían una esperanza de algún día verse y poder tocarse, sin embargo, antes de esa noche la esperanza para ambos era nula; verse a diario siendo novios y no poder hacer nada más que decirse lindas palabras, cosa para la cual él no era bueno, sonaba a una especie de tortura ¿Qué te detiene ahora? Se preguntaba a si mismo mientras terminaba de abotonar el saco el uniforme.

Observó la hora en su celular antes de bajar a desayunar, su madre ya había servido la comida y no tardó demasiado en acabar con su plato para salir de casa, Shuuko apenas se dio cuenta en qué momento salió de casa, ni siquiera alcanzó a despedirse ¿Qué estaba pasando con Shousuke? aunque nunca se despedía jamás acababa con la comida tan rápido.

—¿Kei?

—¡Aquí estoy! —apareció detrás suyo repentinamente causando que el chico se sobresaltara—, perdón, se me olvida.

Shousuke lo miró con el ceño fruncido mientras tocaba su pecho, sentía sus latidos acelerados por el susto, pero no se tomaría la molestia de regañarlo u ofenderse. Comenzó a tomar camino siendo seguido por el espectro que no cerraba la boca en ningún momento, contando historias tan extrañas y extravagantes que sonaban irreales.

—Nos vemos a la hora del almuerzo ¿Cierto? no quisiera distraerlos en clase.

La respuesta del chico fue asentir con la cabeza, Kei mostró una amplia sonrisa, le molestaba un poco el tener que permanecer solo durante tanto tiempo pero ya se había acostumbrado a que las cosas fueran de esa manera, sus momentos más felices era cuando Shousuke tenía tiempo libre de las clases y podían pasar tiempo juntos en la biblioteca e incluso en la enfermería; lo vió alejarse entre la gente y solo le quedó vagar por la escuela en busca de algo con lo cual perder el tiempo.

La respuesta del chico fue asentir con la cabeza, Kei mostró una amplia sonrisa, le molestaba un poco el tener que permanecer solo durante tanto tiempo pero ya se había acostumbrado a que las cosas fueran de esa manera, sus momentos más felices er...

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El sonido de la campana fue la señal de Hitomi para correr a buscar un lugar en el cual los tres pudieran estar a solas para que nadie los viera mal porque ella y Shousuke le estén hablando a la "nada". Shousuke se quedó en el aula en espera de que Kei apareciera para luego irse juntos a buscar a Hitomi, sin embargo, él no apareció; 2 minutos, 5 minutos, 8 minutos ¿Cuánto iba a tardar en llegar? frunció el ceño en confusión y sacó su celular para mandarle mensaje a Hitomi.

"¿Kei está contigo?"

Vió el mensaje pero no respondió en otros cinco minutos.

"No."

¿Por qué lo había pensado tanto? no quería generarse ningún mal escenario pero nada era favorecedor, si estaba con Hitomi entonces Kei no quería verlo, lo estaba evitando ¿Estaría enojado por alguna razón? por otro lado se encontraba la opción de que hubiese perdido la posibilidad de verlo y oírlo, finalmente se encontraba el peor de los casos, Kei se había ido.

¿Por qué le afectaba tanto? ¿Cuál era el motivo de que su corazón doliera de esa manera? ¡Era claro! amaba a Kei, lo quería demasiado y por supuesto que el pensar que se fuera le dolía de manera horrible; pero no estaba bien, no era correcto aferrarse de esa manera a alguien, mucho menos en tan poco tiempo.

Y mientras su cabeza se encontraba hecha un desastre del otro lado de la institución estaba Hitomi intentando comprender los problemas amorosos que involucraban a un chico con problemas de comunicación y un fantasma al cual no terminaban de comprender como funcionaba.

—No entiendo cuál es el problema, te gusta ¿Por qué no se lo dices? seguro le gustas también ¿Haz notado como te mira?

—No me da miedo ser rechazado, Hitomi, estoy acostumbrado a eso —Una ligera mueca se hizo presente en su rostro—, el problema es ¿Cómo va a funcionar esta relación? quiero estar con él tanto como me sea posible, sin embargo yo sé que no podré permanecer a su lado para siempre.

—¿Y qué tiene de malo intentarlo? se feliz todo el tiempo que puedas Kei, sean novios, sean felices, aprovecha que ahora puedes tocarlo ¿No es mejor unos años a nada?

—¿Qué pasa si cuando llega el momento de dejarlo... No quiero hacerlo?

—No pienses a futuro, piensa en el ahora que es lo que importa ¿Si? —Le mostró una pequeña sonrisa intentando darle confianza— Cuando ese día llegue ambos tendrán la manera de resolverlo y quien sabe ¿No haz pensado que ser su novio sea la razón por la que sigas aquí en la Tierra?

Las mejillas de Kei habrían enrojecido en ese momento hubiesen sidonun acompañamiento perfecto para la mueca de vergüenza que se hizo presente en su rostro, Hitomi no pudo evitar reír con ternura.

—Q-quizás, no me gusta ser así de cursi.

—Nunca está mal serlo un poco, de todas formas es tu decisión.

Hubo silencio por unos segundos hasta que una idea pasó como una estrella fugaz por la cabeza de Hitomi, ni siquiera se molestó ni en pensar si tendría éxito, tampoco en analizar las consecuencias.

—¿Si él se te declarará aceptarías ser su novio?

—¿Eh? bueno... eso suena bastante irreal —una risa nerviosa escapó de sus labios—, es lindo imaginarlo, me haría feliz y sin duda no sería capaz de rechazarlo, creo que sí —Miró al cielo con esperanza—, aceptaría ser su novio sin dudarlo.

Esa fue la señal para que Hitomi comenzara a actuar.

MI ROOMIE ES UN FANTASMA | KOMI SHOUSUKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora