Phoenix se ha vuelto un foco de sangre dentro del distrito T. Un lugar donde las mujeres no han podido vivir tranquilas desde las desapariciones constantes de chicas en la ciudad.
Everlot Wayne, una estudiante de Relaciones Internacionales conocida...
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«Odio, venganza y decepción, aquel momento sentí que corría peligro tras escuchar que aquellos sentimientos me gritaban y poco a poco comenzaban a hundirse en mí; sin embargo aún no tengo idea de porqué tomaste mi mano y no me dejaste ir a pesar de que jamás te correspondí»
-Brave New World-
"Kalandra"
-Hold Me-
"Ocean Jet"
Llanto.
Aquel llanto desgarrador hizo que Wayne perdiera aquella sincronía con el pincel en ese lienzo blanco que aún deseaba ser iluminado ante los colores más destellantes y pudieran mostrar a los ojos de los demás una obra digna de apreciar. Pero ahora esa imperfección dentro de aquel retrato estaba siendo una especie de señal de que necesitaba ciertos cambios antes de ser terminado.
—¡Everlot! ¡Everlot! —gritó Bean al correr por el jardín con cierto nudo en la garganta.
—¿Bean? ¿Qué es lo que está pasando?
Bean comenzó a llorar.
—Yo... yo... lo siento Everlot, acaba de pasar lo peor.
Everlot vio en la mirada de Bean que esto era algo que les incumbía a los dos.
—No... —susurró ella, tiró el pincel al pasto y corrió junto con Bean hacia la sala de la casa de los Wayne.
Al momento de acercarse Bean le jaló del brazo para que se quedaran en la entrada de lo que era anteriormente el despacho de su abuelo, aquellos llantos dentro de la habitación hicieron que los nervios de Everlot fueran más sensibles.
—Oh Margaret —escuchó entre llantos.
Ambos chicos se acercaron a observar desde una rendija de la puerta.
—Lo siento tanto, mi más sentido pésame para la familia; él era un chico demasiado bueno y joven.
—Muchas gracias por tus palabras —escucharon por parte de un hombre—, estamos desechos desde que en la madrugada nos dieron la noticia, ¡no sabemos qué hacer! él no era de las personas que manejan en estado de ebriedad; y de eso es de lo que en parte yo me siento tranquilo porque no lo estaba cuando tuvo ese accidente.
—Yo... realmente no sé cuales son las palabras correctas para poder consolarlos en su dolor.
—Everlot... ella ¿lo sabe?
—No aún no.
—Pobre estará deshecha cuando se entere.
—Lo sé —respondió Margaret—, Dan era alguien importante para ella.
En esos instantes Everlot quedó congelada al escuchar que el menor de los West estaba muerto. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, se echó para atrás, tropezó con la alfombra del pasillo y cayó al suelo mientras aquellos ataques de ansiedad comenzaban a resurgir en conjunto con las respiraciones aceleradas y los mareos. Sentía que en esos instantes su vista estaba comenzando a ser borrosa a cada latido de su corazón.
