2|Good News

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"¿Por qué no puede ser fácil?¿Por qué todos necesitan que me quede?"



"Rompí nuestra promesa, el tenerlo de frente hizo que todo lo que se había calmado en mi, reviviera. Lo siento tanto, creo que me tomará más de lo esperado el volverte a ver.

Todavía tengo que disculparme con mis amigos, de los que te había hablado ¿Recuerdas? Será incómodo para mí mirarlos, pero sé que van a apoyarme. Ellos realmente son geniales, espero algún día puedas conocerlos.

No tengo mucho que escribir, no me siento bien

Te extraño

-IH


Su memoria había borrado lo que pasó después de esa noche. Solo recuerda haber despertado en casa de Samuel e irse a su departamento a naufragar en sus recuerdos.

Su vida no tenía sentido. Nada lo tenía.

Ya habían pasado dos semanas desde aquel incidente que dejó a Iván en un mar de dudas, miedos y arrepentimientos. Se ausentó de algunas clases por su falta de motivación y lo más lejos que había salido, era a visitar a su hermana. Sus amigos habían tratado de contactarlo pero él se negaba a verlos a los ojos, no quería que tuvieran esa imagen de él, así como él la tenía de aquel hombre que lo hizo tener momentos miserables.

Todo lo que intentaba olvidar, no ayudaba. Las horas se volvían monótonas, los libros eran aburridos y las canciones parecían sonar todas iguales. No había nada diferente, no podía escapar de su mente; solo estaba él. En momentos agradecía quedarse en blanco, sin pensar, solo existiendo; eso era menos doloroso.

Después de pasar horas en su cama mirando a la nada, alguien llamó a la puerta tres veces. Decidió ignorarlo pensando que era el cobrador de la renta, la cual también había ignorado por un par de semanas.

Tanta insistencia hizo que perdiera la paciencia. Al abrir encontró un gesto sonriente y nervioso.

—¡Hey Hey!— dijo extendiendo una bolsa llena de refrigerios—, ¡Para ti!

—¿Benjamín?

El chico de cabello bicolor y piel morena sacó del bolsillo de su pantalón deportivo un papel arrugado.

—"Hola Iván, ¿cómo estás?—leyó de la nota—, nosotros estamos muy... ¡No! Perdón, yo estoy muy preocupado por ti, así que compre tu comida favorita. Espero que nos dejes pasar... Me dejes entrar—Corrigió aclarando su garganta—y pasar tiempo juntos."

Iván no respondió quedando en silencio. Ben miró hacía los lados nerviosamente.

—"¿Nos dejes?"— preguntó.

Sarahí, Damián y Samuel surgieron de los lados de la puerta, asomando la mitad del rostro solo para mirar al chico dentro del departamento.

—Eres muy malo hasta para leer una nota—dijo Sam dándole un palmazo.

—¡Auch!— quejo de dolor—, ustedes me dijeron que escribiera lo que me dijeran, y exactamente eso hice ¡Así que es su culpa!—volteo la cabeza con indignación.

—Y recuerden que también es malo para pagar y recibir el cambio en la tienda de conveniencia— expuso la chica.

No hacía ni una hora antes que Ben se había ofrecido a ir a comprar la comida, el problema fue el pago.

Queridos Amigos Con ProblemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora