"la oscuridad me acecha, incrédula."
°
Un amor puro es como flotar entre un campo de extrema armonía. Observar al amor de tu vida es hipnotizante y casi una pérdida total de uno mismo. Iván se perdía cuando miraba a Oliver. Conocía perfectamente el detalle de sus largas pestañas, lo simétrica que era su naríz y su barbilla perfilada. Apreciaba cuando su cabellos se movían con el viento, la sonrisa que aparecía en su rostro cuando algo lo sorprendía y como se esforzaba para no desmayarse cuando intentaba darle su energía a las flores del jardín. Oliver era el amor en persona.
El chico de rostro angelical estaba de pie cepillando con delicado cuidado el cabello de sarahí, platicaba animado con la pelirroja que se dejaba consentir como una niña pequeña. Iván poca atención le ponía a la conversación, solo atesoraba a Oliver realizando una actividad cotidiana.
—Te verías hermosa, ¿Verdad, Iván?
—Claro.
Oliver frunció el ceño.
—Ni siquiera estabas prestando atención —dijo y prosiguió intentando hacer un peinado—. Sarahí me estaba diciendo que le gustaría pintar su cabello de negro.
—¿Por qué harías eso? Adoras tu cabello natural —respondió.
—Bueno, pienso que un cambio no es malo. —Sonrió entusiasmada.
—Entonces, si a ti te gusta a nosotros igual nos gustará.
Iván se acercó al rescate de Oliver. Tomó el cabello de sarahí y lo comenzó a arreglar. Los dos chicos se lanzaron unas miradas y con un intento de cautela empezaron a interrogar a su amiga.
—Nos preocupó mucho el estado en el que te encontrabas ayer...
—¿A dónde fuiste y con quién estabas? —lanzó Iván.
Oliver lo miró irritado. Esa madrugada la pelirroja había vomitado y llorado a un punto angustiante. Los chicos no tenían muchas opciones más que dejarla descansar. Llamaron a Victor para avisarle que sería mejor que fuera a buscarla hasta que ella despertará y se refrescará con un baño. Sarahí, por su parte, confesó que salió con algunas amigas a una noche de chicas que se salió un poco de control, una mentira barata que Oliver no le compró; sin embargo, no insistió por la verdad.
—Ya estás lista. —Iván envolvió un pequeño rizo en su dedo y lo dejó caer.
—¿Cómo lo hiciste? —preguntó Oliver boquiabierto.
El cabello de Sarahí tenía dos trenzas laterales desde arriba de su cabeza hasta la mitad, recogiéndolo todo en una coleta media alta. Iván arreglaba sus mechones mientras Oliver le tomaba fotos entusiasmado.
—Se ve muy formal para solo ir a mi casa a recibir un regaño —dijo mientras se veía en el espejo—. No me sorprende que sepas hacer lindos peinados.
—Sabes que mi hermana es muy exigente. —Sonrió con nostalgia.
Sara partió al cabo de un rato, pidió disculpas a la abuela por su repentina aparición en su hogar en condiciones poco conscientes. Oliver se quedó con muchos sentimientos mezclados, lo hacían sentir enfermo pero no le tomó importancia.
Iván había estado haciendo algunas tareas en la mesa del comedor mientras Oliver se encontraba en el sillón del jardín. Desde que Iván volvió de vacaciones, parecía que todo era más aburrido ya que se iba de casa antes de las siete de la mañana y regresaba a las dos de la tarde. Lo peor era que sus actividades lo estaban consumiendo.
ESTÁS LEYENDO
Queridos Amigos Con Problemas
أدب المراهقينSi abres tu mente a las posibilidades... ¿Que harías si te encuentras a un alma? ¿Enamorarte? Iván sobrevive gracias al coraje de su pasado y también a las amistades que encontró en el camino. Después de una noche de disputa y la llegada de una extr...