17|Venus

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"Antes de que sea muy tarde, amárrame con besos"

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Evadir las cosas, según lo que Oliver había leído, nunca era una buena opción; sin embargo, en esta situación podría romper los valores que había adquirido.

Después de aquella noche tan apasionante, Oliver había estado evitando Iván, dando excusas infantiles, cancelando las citas que ya tenían planeadas de su "Lista de citas y nuevas experiencias de Iván y Oliver", un nombre largo dado por el mismo Oliver. Por su parte y como siempre, Iván no había notado este cambio, pensaba que solo estaba cansado y le dio su espacio, hasta que se harto de esa situación.

Esa mañana los chicos estaban acompañando a la abuela Marelin al supermercado, los dos se encontraban en los pasillos de frutas y verduras eligiendo lo necesario. En ese momento estaban solos, así que era el momento perfecto para comunicarse.

—¿Por qué estás de raro?

—¿Yo? —respondió Oliver rápidamente—. Para nada, yo estoy muy bien.

—¿Y por qué me has estado evitando estos días?

—¿Yo? —repitió—. Para nada, yo...

Miro la cara irritada de Iván a lo que procedió a ponerse serio y añadir:

—Lo siento. Me sentía un poco inseguro. —Iván no agregó nada, esperando una respuesta más concreta—. Después de lo que pasó esa noche en nuestro cuarto, cuando estaba oscuro y estábamos solos...

—Oliver, lo recuerdo—interrumpió.

Expresar algo era más difícil de lo que creía, más cuando no sabes cómo va a reaccionar la contraparte. Quizá tenía miedo de que sus molestias fueran solo suyas y fuese rechazado o Iván malinterpretará.

—Yo siempre quiero hacerlo, pero parece que tu nunca quieres tocarme y cuando quiero hablar contigo jamás me dices nada. —Jugaba con sus dedos detrás de su espalda con preocupación cuando comenzó a hablar rápidamente y con desesperación—. He intentado acercarme pero tú no reaccionas y te vas, así que pensé que sería buena idea evadirte para no molestarte y también para evitar querer besarte y tocarte.

Una señora de alrededor de cincuenta años carraspeó a lado de ellos después de haber escuchado toda la conversación. Los chicos se tensaron y se fueron sin decir nada más.

—Hablemos en casa.

Oliver se encontraba impaciente todo el camino, que para su buena suerte, no fue tan largo. Hace dos semanas la abuela Marelin le había concedido a Iván la responsabilidad de la Jeep Wrangler TJ que su fallecido esposo había adquirido en 1996 como regalo de bodas, siendo el auto de color amarillo, el favorito de ella. Gracias a esto, ya no tenían que tomar autobús o ir caminando hacia su hogar.

Al llegar a casa dejaron las cosas en la cocina y después subieron a la habitación. Oliver intentó no entrar en pánico cuando Iván se acercó para besarlo. Los labios delgados de Iván asaltaban de manera desprevenida, Oliver podía por fin sentirlo, el calor, amor, preocupación, y la pasión del chico que lo hacía feliz; todos los sentimientos eran demasiado fuertes como para hacer efervescer emoción.

La sudadera de Iván comenzó a deslizarse por encima de su cabeza con rapidez dejándolo con una camiseta sin mangas color negra que remarcaba sus brazos fuertes, era un chico fornido con músculos bien marcados adornada con cientos de lunares y algunas cicatrices, y al contrario, Oliver tenía un cuerpo delgado; sin ningún músculo o algún rastro de años de vida.

Queridos Amigos Con ProblemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora