16|The World Is Ugly

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"Seca tus ojos y empieza a creer. Es una cosa que ellos nunca te quitarán"

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Cuando Benjamín tenía siete años, vio a la mujer más hermosa. Una belleza de piel morena brillante, una sonrisa perlada y un cuerpo fuera de alcance. Iba adornada con un traje llamativo de dos piezas color amarillo, tenía un tocado de pedrería en su largo cabello negro con rizos que rebotaban al ritmo de su cuerpo. Ella emanaba fuego, una candela que no se apagaba ni siquiera con la mirada de la gente; con la mirada de los hombres.

El pequeño Benjamín no comprendía qué hacía en ese lugar alguien como ella, cuando según lo poco que había visto, en la televisión era donde se encontraban ese tipo de mujeres. Los chicos con los que se escondía eran mucho mayores que él, se burlaban de Ben y hacían comentarios sobre las jóvenes que se subían a bailar.

¿Qué era lo gracioso?

Las semanas habían pasado y el moreno olvido a la bella mujer. Se había encontrado de mal humor por enterarse de que pronto regresaría a la escuela, y eso era algo que odiaba ya que ninguno de sus amigos del barrio lo hacía, pero, la pequeña casa hogar en el que residía los obligaba a asistir. Los últimos días los pasó a lado de un joven que trabajaba en una cantina recóndita, observaba cómo preparaba bebidas para los hombres que llegaban. En algún momento llegó a ayudar y hasta a probar, pero así como lo sentía en su boca lo escupía por el amargo sabor.

Sin darse cuenta, ya se encontraba de camino a estudiar, los senderos eran estrechos y peligrosos pero era muy despistado para notar esto. La pequeña escuela tenía una vista desde un cerro, así que podías ver la ciudad y la inmensa playa, el viento ahí arriba era fresco; Ben tomó una gran respiración y dio la vuelta, yéndose en dirección contraria de la escuela.

—¡Oye!—gritaron tras él.

Ben salió corriendo dejando atrás a esa voz, hasta que notó que era aquella mujer . La señorita comenzó a decirle que tenía que entrar antes de que se le hiciera tarde y que no debía escapar.

—Yo la vi bailar—soltó sin pensar. La boca de la mujer se abrió con sorpresa, tomó a Ben del brazo y dijo:

—¿Por qué un niño como tú estaba ahí?—Ben no respondió—. No le puedes decir a nadie, ¿Entendiste?

El moreno no volvió a decir nada. Para él no había tenido nada de malo, aún así hizo caso a lo que la mujer le había dicho. La chica resultó llamarse "Cecilia" y era nueva maestra, podía ser que a Ben no le gustará estudiar, pero ahora tenía una motivación para ir a la escuela.

—¿Por qué no puedo decir que la vi antes?

La maestra bufó.

—Porque son asuntos de adultos.

Ben no entendió, pero tampoco le importaba.

—¿Tiene novio?—preguntó.

—Niño, ve con tus amigos afuera a jugar—respondió con cansancio.

—No tengo amigos aquí.

Ese día que Ben regresó de la escuela volvió a encontrarse con sus amigos con los que estuvo vagando la mayor parte del día, y no importaba ya que realmente ninguno de los tres tenía alguien esperándolos en casa. Ben había rescatado una pequeña ave que se llevó con él y comenzó a cuidarla. Las semanas volaban y la situación en su escuela era la misma; llegaba, pasaba toda la clase prestando atención y a la hora del recreo se quedaba con su maestra. La señorita poco a poco le tomó paciencia, conversaban de cosas de la clase y Ben le preguntaba todos los días si ya había conseguido un novio.

Queridos Amigos Con ProblemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora