Queridos Amigos Con Problemas

6|Tossing and Turning

"¿Es el sueño lo que te mantiene despierto por la noche?"

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—Ella me tomó de la camisa y me besó... Después fuimos al baño y seguimos más rápido. Subí mi mano por sus muslos y... Agh— quejó—,¿Tengo que hacer esto?

—Continúa.

—Esto es estúpido—arremetió el hombre poniéndose de pie.

—¿Y engañarme no lo fue?— respondió fríamente.

Lo incómodo del silencio tomó presencia.

—Cometí un error, un gran y terrible error—habló—.Por favor, tienes que perdonarme. ¿Sabes lo que nuestros padres dirán si nosotros terminamos?

—No se que tanto parloteas, a mis padres no les importara estar lejos de tu familia—miró amenazante— ,al contrario, tus relaciones dependen de nosotros. Lo único que ganó contigo son engaños.

Sarahí sabía que no debía apiadarse de las personas como él, un mentiroso, interesado e ido. Solo pensaba en cómo volvería a explicar lo que sucedió a sus padres.

—Quiero que salgas de mi casa.—Miro hacia la puerta—¡Ahora!

—Tu bien sabes que yo se cosas que en la luz te afectarían— dijo con voz baja—,no solo tuyas, también del marica de los Kessel...— Una bofetada lo detuvo.

—No lo volveré a repetir— se acercó—.Sal de aquí.

Dio media vuelta y continuó.

—Me encargaré de que esto no afecte a tus padres, así que mantén tu boca cerrada, Diego.

Algunas horas más tarde recordó que algunos mensajes habían sido notificados en su celular. Iban a verse en la noche en el Barcade, no sonaba un mal plan para su estado de ánimo así que confirmo para después ir a arreglarse ya que casi era la hora establecida. Como era costumbre, maquillo lo necesario, peinando su cabello pelirrojo en una media coleta, vistiendo holgado para sentirse más cómoda. Ahora solo tenía que esperar a Damián, con el que había acordado irse.

Un carro rojo lucía por la entrada de la residencia con Big Poppa reproduciendo a todo volumen.

—Adelante, señorita— anunció abriendo la puerta del copiloto.

—Muchas gracias, caballero—subió—,¡Lindo auto, por cierto!

—Es de mi hermano—abrochó su cinturón—,le dije que tenía que pasar por una amiga y dijo que no permitiría que te recogiera en mi carro chatarra...

Dentro entablaron una cotidiana platica sobre como su hermano lo recrimina por no haber comprado un nuevo auto, ni haber rentado un mejor apartamento, añadiendo que a el mayor le importaba mucho las cosas materiales, etc.

—¿Sabes si irá Samuel?

—¿Por qué me lo preguntas a mí?— la miró de reojo.

—De todos eres el que más está al pendiente de él—correspondió la mirada—.No tienes por qué ocultarlo, se que te gusta.

—Gustarme no es la definición suficiente— soltó sincero.

La comisura de los labios de Sarahí se convirtieron en sonrisa al escuchar esas palabras.

—¿Qué harás al respecto?

—Yo... Me confesé.

—¡¿QUÉ?! —reaccionó sorprendida— ¡¿Y?!