capitulo 3

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Ya habían pasado tres largas semanas desde el incidente. La historia era que me lance de un tejado ebria, Zayn se había roto su antebrazo en clase de gimnasia. Era muy poco creíble pero no tuvimos tiempo de inventar algo mejor cuando entro el doctor preguntándome si recordaba lo que había pasado.
Los días pasaban. Zayn y yo nos hacíamos mas unidos, y como prometió no le dijo nada a su agencia sobre mí. Sam con cada día que pasaba se volvía más extraña, era como un zombie. No sonreía, no reía, ya no era divertida como antes. Ya era costumbre verla con ojeras debajo de sus ojos marrones. Sus notas de ser excelentes bajaron considerablemente a malas, o peor. Zayn estaba preocupado, al igual que sus padres, siempre intentaban animarla. Le compraban cosas y la llevaban a lugares, pero nada parecía animarla.
Un día Zayn la llevo a conocer a Thomas, con la esperanza de que ese niño pudiera animarla. A Sam pareció no importarle. Thomas nos pidió si podía hablar con ella en privado y ambos accedimos. Al cabo de diez minutos Sam salió de ahí llorando y con un seco ‘Los espero en el auto’ se fue.
— ¿Qué paso? —pregunto preocupado Zayn.
— ¿Dónde está Liam? —respondió con otra pregunta Thomas.
—No lo sé —dijo Zayn con algo de furia.
—Tienes que hacer que vuelva —fue lo único que dijo Thomas.
Sam casi cumplía cinco meses de gestación y su panza de embarazada era muy notoria.
La mayoría de las veces que iba a casa de Zayn, el estaba discutiendo con Sam tratando de sacarla de ese hoyo sin fondo donde ella misma se había lanzado.
— ¡Olvídalo! ¡No volverá! —le grito Zayn en una de sus mas fuertes discusiones.
— ¡Cállate! ¡Cállate! —lloraba Sam. — ¡Te odio! —fue lo último que dijo antes de subir corriendo las escaleras y cerrar de un portazo la puerta de su habitación.
Ese día Zayn me abrazo por más de una hora, lamentándose, hasta que se quedo dormido.
Últimamente todo lo que estaba pasando era complicado, muy complicado.

—Bueno entonces si mezclas sulfuro de cobre con acido clorhídrico y acido sulfúrico ¿obtienes? —mire a Zayn quien jugaba con mi cabello. — ¿Obtienes? —repetí.
— ¿Ah? —me miro saliendo de su mundo.
—Zayn si quieres pasar Química este año debes ponerme atención —reproche.
—Lo siento —me miro. —Pregúntame de nuevo —pidió.
Suspire y volví a leer el libro.
—Si mezclas sulfuro de cobre con acido clorhídrico y acido sulfúrico ¿obtienes?
—Ehm —pensó. — ¿Un gas noble? —pregunto más que responderme.
—Sí.
— ¿Enserio? —pregunto sorprendido.
—No —reí. —Obtienes una mezcla heterogénea no identificada —golpee su hombro. —Vamos era fácil.
—Tal vez para ti —se recostó suspirando en su cama. —Soy un asco en Química.
—No, solo necesitas ejercitar mas —respondí mientras pasaba las páginas del libro tratando de encontrar lo más fácil que pudiera enseñarle a Zayn.
— ¿Ejercitar más? —asentí. —Creo que se para que tipo de química soy bueno —dijo y sentí como apartaba mi cabello de mis hombros y besaba mi cuello.
Reí.
—No me refería a eso, tonto —lo empuje haciendo que volviera a caer en la cama.
—Lo sé —respondió.
—Lindo ya se me hace tarde —cerré el libro. —Mañana hay clases —me levante.
—Te dejo en la puerta —yo asentí y salí de su cuarto.
Mientras bajábamos las escaleras Zayn tomo mi mano y me sonrió.
Desearía ser otra persona y estar con él en otra parte del mundo. Que Liam volviera y que Sam ya no esté mas así. Todo sería perfecto.
—Adiós —le dije a Zayn ya en la puerta y solté su mano. Una de sus manos se puso en mi cintura y me atrajo a él. Mis manos estaban en su pecho y mi cabeza cabizbaja. Con la mano que tenia libre tomo mi barbilla y alzo mi cabeza, hasta que nuestras miradas se conectaron.
—No te despediste bien —me dijo en un susurro y yo solté una risita algo nerviosa. Odiaba que me pasara eso estando con él, cuando no tenía el control de la situación.
Bese su mejilla y me quede quieta sin alejarme de él, con la respiración acelerada.
—Vamos —me alentó. —No es tan difícil —corrió su cara hasta que nuestros labios se encontraron. Me beso y sonrió al verme que le respondía algo nerviosa. Se separo de mí y beso mi frente. —Anda con cuidado —me dijo.
—Tranquilo sé cómo cuidarme —le sonreí. Me separe de él y subí a mi auto.
Ya en la carretera subí la velocidad, me encantaba hacerlo. Pasaba a todos los autos que iban delante de mí. Los esquivaba con maestría.
Al llegar al centro de la ciudad tuve que bajar la velocidad a la permitida. Había tantos autos que no podía acelerar más. Los taxis estaban todos ocupados y muchas personas estaban en las orillas del asfalto tratando de conseguir uno. Pude distinguir a una de esas personas. Era Beverly. Parecía cansada, llevaba bolsas en las manos y trataba de que algún taxi parara por ella.
Me dio lastima. Así que baje la velocidad y pare al lado de ella. Baje el vidrio y la mire.
—Sube —le dije con un gesto de cabeza.
Suspiro aliviada.
—Gracias —subió en el lado del copiloto y dejo las bolsas al lado de sus pies. —Enserio gracias.
—No hay de que —reanude la marcha. — ¿Por qué tantas bolsas? —esperaba que me dijera algo sobre una tarde de compras, alguna respuesta superficial. —Mi batidora se rompió y aproveche la ocasión para comprar otras cosas que faltaban en casa —su respuesta fue distinta a lo que creía.
— ¿Te ocupas de las compras? —pregunte.
—Bueno como vivo sola quien más lo haría —lo dijo con gracia y yo sonreí.
— ¿Dónde vives? —pregunte.
—Pasadena —respondió. —En los departamentos de la costa que están en la entrada.
—Estamos cerca —la mire de reojo. —Tardaremos menos de diez minutos.
—Gracias de nuevo.
De pronto el sonido de un mensaje interrumpió el silencio. Busque en los bolsillos de mi pantalón mi celular.
—Es el mío —me dijo Beverly. La mire cuando sonreía mientras leía la pantalla de su celular.
— ¿Algún chico especial? —volví la mirada a la carretera.
—Algo así —dijo mientras tecleaba en su Blackberry.
— ¿Algo así?
—Nos conocimos en una…reunión del trabajo —guardo su celular. —Pero luego tuvo que volver a su país.
—Extranjero —reí y ella lo hizo conmigo.
—Europeo —aclaro.
— ¿Es lindo? —Era extraño estar hablando de chicos con Beverly, muy pocas veces hablábamos.
—Si —la mire de reojo y note como ella se sonrojo.

Después de dejar a Beverly en su casa, tome la carretera de nuevo camino a la mía.
Jared se había quedado dormido en el sofá. Apague la televisión y subí las escaleras hacia mi habitación. Me cambie de ropa a mi pijama y deje mi bolso en el suelo.
Mi celular vibro con la señal de que tenía un mensaje nuevo.
Abrí el mensaje. Era de Zayn.
‘Espero que hayas llegado bien. Buenas noches, bonita. Te amo.’
Sonreí instintivamente y teclee:
‘Yo también te amo.’


[http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=55395554]
— ¿No podrías ir al instituto en tu auto? —me pregunto Jared en cuanto me lo encontré bajando las escaleras.
— ¿Qué tiene de malo que Zayn pase por mi? —pregunte molesta.
—Eres muy dependiente de el —tomo café.
—No importa, yo no lo obligo a venir por mí —respondí. —Y no me importa lo que pienses —abrí la puerta pero él me detuvo.
— ¿Qué dijiste? —me miro. —Alexa —se quejo y movió su cabeza en señal de desaprobación.
—Yo… —estaba nerviosa.
— ¿No te estarás metiendo mucho en tu personaje, no?
—No claro que no —me solté de su agarre y salí para luego cerrar la puerta.
Entre al auto de Zayn por el lado del copiloto.
—Hola —sonrió y me beso.
—Hola —sonreí.
En el camino al instituto hablamos sobre el tema del día para todos los alumnos de último año. Por fin nos dirían en qué lugar pasaríamos esa semana que todos los años el instituto daba como regalo de graduación a los graduados. Nos decían un lugar y según cuantos buenos alumnos hubieran en esa promoción era si íbamos o no. Por esa razón en el mes que faltaba para el viaje todos se esforzaban por tener las mejores notas.
Al llegar al instituto separaron a los de último año alfabéticamente. Yo estaba en los últimos y Zayn estaba unas filas delante de mí.
—Al parecer todos estaban esperando este día —dijo el director subido en la tarima. —Este año queremos que por lo menos el 40% de los estudiantes tengan un promedio final de notas, sobresaliente —todos emitieron sonidos de injusticia. —Se puede lograr —trato de calmar a la multitud el director. —Bueno ahora lo que todos esperaban, el lugar a donde irán este año si cumplen la meta es… ¡Montecarlo en Mónaco!
Todos gritaron y celebraron. Según sabia era primera vez en algunos años que irían fuera del continente.
Zayn me miro por entre la multitud y me guiño un ojo.

No es mi vida es solo una miciòn mas zayn y tu 2ª temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora