capitulo 6

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Observe el lugar donde estaba y evalué mi situación. ¿Estaba tan desesperada? ¿Cómo para estar encaramada en la rama más alta de un árbol con tal de ver un poco de esa habitación? Esa habitación. Estaba segura que ahí se encontraban todas las respuestas que quería, que necesitaba.
Iba vestida completamente de negro. La noche había caído y necesitaba pasar desapercibida.
Llevaba una pequeña mochila, también negra. En ella llevaba algunas cosas para la ocasión. Polvo para huellas digitales, una cuerda de alambre, un deslizador para cuerdas, un spray para laser, goma de mascar, una resortera, lentes con visión nocturna, una cámara digital con visión nocturna, un arma y lo más importante, un antifaz para ocultar mi identidad.
Llevaba una hora esperando, esperando el momento adecuado. Era medianoche y todas las luces, visibles por este lado de la casa, estaban apagadas. Hace ya cuarenta minutos que nadie entraba al estudio. Sería el momento perfecto para actuar pero me obligue a esperar por lo menos veinte minutos más.
Mire el reloj de muñeca que llevaba. Ya habían pasado quince de esos veinte minutos, comenzaría a instalar la cuerda. Baje por la rama del árbol, hasta que la ventana y este estuvieran a la misma altura. Comprobé que estuviera en una superficie firme y rodee el tronco del árbol con la cuerda, le di unas siete u ocho vueltas y le hice un nudo fácil de desatar pero firme. Metí el resto de la cuerda a mi mochila y deje un espacio para que esta fuera saliendo y acomode mi mochila lo más firme que pude. Me puse el gorro de la sudadera que estaba usando y procure que toda mi cabellera quedara dentro, y me puse los lentes con visión nocturna. Por último me puse el antifaz.
Me baje del árbol y camine hasta la pared. Mire hacia arriba, a unos cuatro o cinco metros estaba la ventana que tanto deseaba alcanzar. Puse ambas manos en una tubería, de un salto subí mis pies y los puse contra la pared a mis lados. Mire hacia atrás para asegurarme que la cuerda estuviera saliendo como quería, y así era.
Subí con cuidado, lentamente, sin hacer el menor ruido posible. De uno de mis bolsillos saque la goma de mascar y la mastique rápidamente. Al llegar arriba, la dividí en dos y la puse en ambos seguro de la ventana.
—Uno…dos…y —los seguros explotaron, pero sin hacer mucho ruido. Abrí la ventana con cuidado, rezando para que como me dijo Zayn la alarma no estuviera activada hasta mañana. —Perfecto —susurre al ver que estaba completamente abierta y no hacia ningún ruido.
Antes de entrar saque el spray para laser de la mochila y lo rocié hasta donde mi brazo alcanzaba a llegar. Instantáneamente aparecieron los rojos rayos laser que toda casa de ricos tiene. Mastique un poco más del chicle y mire la habitación. Encontré cinco dispositivos que emitían los laser. Saque la resortera de la mochila y puse el chicle ahí, rápidamente lanze el chicle hasta uno de los dispositivos provocando que unos cinco rayos desaparecieran. Y así hice con todos los dispositivos hasta que no hubo ningún laser en la sala.
Ya dentro busque ese pilar que había visto la primera vez que entre. Estaba justo al frente de la ventana, perfecto para lo que necesitaba. Rodee con la cuerda el pilar unas cinco veces y le hice un nudo corredizo peligroso. Este nudo solo me iba a dejar estar en la cuerda unos diez segundos y luego se desarmaría.
Puse el deslizador en la cuerda y me dispuse a trabajar.
Recorrí con la mirada el estudio de nuevo y encontré cuatro cámaras.
Suspire. La primera vez no me había preocupado de eso, seguramente tienen memoria y nunca las revisan. Si fueran inalámbricas ya estaría en la cárcel, por invasión a la propiedad privada. Mastique mas goma de mascar y dispare con la resortera. Una por una las cámaras fueron destruidas.
De mi mochila saque el polvo para huellas digitales. Volví a colgarme la mochila del hombro y me agache debajo del escritorio. Cuidadosamente esparcí el polvo, con el pincel para la ocasión, en los números de la caja fuerte. Guarde los utensilios justo antes de que la puerta se abriera.
Con la respiración acelerada saque el arma y me obligue a mantener silencio.
En la oscuridad solo pude ver unas zapatillas que se giraron hacia la pared de al lado de la puerta y volvieron a apuntar al estudio.
Escuche como esa persona saco un arma y le quitaba el seguro, acercándose lentamente. Recorrió cada rincón de la sala, pero no encontró nada. Al llegar al lado del escritorio, escuche el ruido de algo contra la madera, había dejado algo sobre el escritorio.
Finalmente se acerco al pilar, sus pasos se dirigieron a la ventana.
—Mierda —escuche que murmuro entre dientes.
Los pasos corrieron fuera de la sala.
Con la respiración acelerada guarde el arma, saque la cámara y fotografié las huellas digitales que se mostraban con el polvo.
Donde había más huellas eran los números uno y siete. El nueve tenía una cantidad impresionante de huellas. Supuse que eran dos nueve, un uno y un siete. Rápidamente hice todas las posibles combinaciones.
Aun me quedaban mucho cuando la puerta de la caja fuerte se abrió después de haber presionado 1-9-9-7. Adentro había muchos sobres. Los tome todos y los metí a la mochila.
Salí de debajo de la mesa y mire la mesa, había dejado un vaso con agua ahí. Sonreí y tome el vaso bebiendo toda el agua.
—Refrescante —susurre. Corrí a la cuerda. Me subí al alfeizar, tome firmemente el pasador y me lanze por la cuerda. Un segundo después de llegar al árbol, sentí como la cuerda se aflojo y callo por la ventana, hasta que más de diez metros de cuerda quedaron esparcidos por el jardín. Deshice el nudo del árbol, metí la cuerda a mi mochila, sin preocuparme de que quedara ordenada y corrí.

No es mi vida es solo una miciòn mas zayn y tu 2ª temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora