capitulo 16

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Narra Liam.
— ¡Suéltenme! —intente luchar contra tres hombres, agentes supongo, y Louis que me afirmaban para que no entrara a la sala donde se encontraba _____(tn). — ¡Mierda! ¡Les dije que me suelten! —forcejee un poco mas pero ellos me sentaron en una silla y me obligaron a quedarme sentado ahí.
Suspire frustrado y apreté los puños tratando de controlar las ganas de golpearlos a todos, solo empeoraría las cosas.
— ¿Te quedaras ahí como estúpido? —le gruñí a Zayn que lo único que hacía era estar mirando, desde una silla, la puerta por donde se la llevaron.
Las ropas de Zayn y las mías estaban cubiertas de sangre, su sangre.
Flashback.
—Estarás bien —le dije tratando de tranquilizarla.
Negó con la cabeza y apretó mi mano mientras se mordía un labio del dolor.
—De alguna forma no voy a salir bien de ahí —me miro. —Tienes que irte, llévate a Sam contigo, pero vete, vete y se feliz en otro lado Liam —me dijo y luego sus ojos volvieron a cerrarse.
— ¡Conduce más rápido! —le grite desesperado a Louis.
Zayn y yo íbamos con _____(tn) en el asiento de atrás mientras que Louis conducía a un paso muy lento para la ocasión, si no aceleraba pronto, lo golpearía.
—Liam —me llamo _____(tn) bajo.
—Estoy aquí —le avise y corrí su cabello a un lado, un sudor frio cubría todo su rostro.
—Eres un estúpido por hacerme dejar mi arma en la mesa —susurro y yo reí un poco.
Zayn la miraba preocupado. Yo por otra parte, estaba algo feliz de que aun en ese estado ella pudiera bromear.
— ¿Las guardaste, cierto? —pregunte.
—Ups —susurro.
—Mierda, _____(tn) —murmure. Sus compañeras de habitación podrían encontrarse esas cosas ahí y llamar a la policía. Ahora sí que mi mente estaba vacía de ideas para solucionar esto.
—A Sam no le gustan esas cosas —murmuramos Zayn y yo al mismo tiempo, descartando la idea.
—Beverly comparte habitación contigo ¿no? —Zayn le pregunto a _____(tn), pero, ella estaba totalmente inconsciente. Sentí como suspiro. —La llamare —susurro mientras sacaba su celular para llamar a la tal Beverly.
Fin Flashback.
Un grito desgarrador me saco de mis pensamientos.
_____(tn), pensé.
‘Sera demasiado tarde si le damos anestesia’ me había dicho una de las enfermeras. Yo seguía pensando que era una locura lo que estaban haciendo.
Otro grito se escucho más fuerte que el anterior, haciéndome encoger en la silla.
—No puedo soportar esto —Zayn se levanto y camino por uno de los largos pasillos hasta que lo vi desaparecer.
Estuve ahí sentado, y vigilado por agentes, una media hora más. Solo veía como el puntero del reloj se corría minuto a minuto. Los gritos y gemidos salían de esa habitación cada dos segundos. Gritos de dolor. Gritos de agonía y sufrimiento.
—Señor —me llamo un hombre que venía caminando directamente hacia mí. —Alguien muy importante quiere verlo —asentí y me levante. Me llevaron hasta una habitación multiuso, por decirlo de alguna manera, con estantes con ropa negra, materiales de aseo personal y comida. —Póngase presentable —hablo el hombre. —No puede estar cubierto de sangre.
Me dejaron solo en la pequeña habitación. Me quite la ropa cubierta de sangre y con algunas toallas húmedas limpie la sangre de mi piel, me vestí con ropa completamente negra y arregle un poco mi cabello. Me mire en el espejo largo de la pared. Estaba presentable para ver a ese alguien muy importante.
Al salir me llevaron por unos pasillos con paredes grises y piso de madera, haciendo que cada vez que pisaba sonara como si llevara tacones. En las paredes estaban varias fotografías con imágenes de los que eran, al parecer, los antiguos presidentes del Servicio Secreto.
Desde pequeño siempre quise llegar a ser como ellos alguna vez. Ser una persona importante, a cargo de todo un cuartel. Servir a Estados Unidos y tratar con el presidente. Pero todos esos deseos me llevaron a ser de la A.S.I. solo una agencia de terroristas, y estaba tan acostumbrado que ni me importo.
—Aquí es —uno de los hombres que venía conmigo me abrió la puerta y yo entre. Mire la habitación, o más bien oficina, era bonita y moderna, con una gran ventana que daba hacia el mar. Por último mi mirada se detuvo en unos ojos cafés. — ¿Sam?
Al mirarme también, sonrió y se lanzo a mis brazos.
— ¿Estas herido? ¿Te duele algo? ¿Qué paso? —tomo mi cara entre sus manos y me miro preocupada. Por un segundo estuve feliz de que estuviera aquí pero luego las preguntas llenaron mi cabeza ¿Ella era esa persona importante a la que tenía que ver?
— ¿Qué haces aquí? —me limite a preguntar.
—Yo…vine cuando me entere de lo que paso —incline la cabeza a un lado y ella pareció captar lo que en verdad quería saber. —Mi… —suspiro. —Mi padre controla la S.I.S.
— ¿Tu padre? —y las piezas en mi cabeza encajaron. La A.S.I. quería deshacerse de una persona importante para el gobierno de los Estados Unidos, deshacerse de la competencia, ese era el verdadero objetivo de la misión de _____(tn).
—Ahora respóndeme —exigió. — ¿Qué paso?
—_____(tn) vio a uno de sus antiguos objetivos en la recepción y lo siguió. Cuando yo llegue abajo me encontré con ella y lo seguimos juntos, en realidad, yo solo tenía curiosidad, supongo que igual que ella —suspire. —Luego llego Zayn, y él se altero un poco —me referí a Louis.
— ¿Y? —me miro.
—Le disparo a _____(tn) —se lo dije lo mas suavemente que pude.
— ¿Le-le disparo? —tartamudeo. — ¿Está bien? Se pondrá bien… ¿cierto?
Suspire.
—No lo sé.
— ¿Dónde le dispararon? —pregunto.
—En la pierna —mire hacia otro lado. —Le dieron cerca de la arteria, de camino aquí perdió mucha sangre.
Sam abrió la boca para decirme algo cuando la puerta se abrió y varios hombres vestidos con un uniforme verde nos rodearon.
No se veían nada amistosos.
Uno de ellos, que al parecer era el que estaba a cargo de todos, se dirigió a mí.
—Venga con nosotros —ordeno.
— ¿Por qué? —pregunte instintivamente, desconfiado.
—Acompáñenos por las buenas, para no tener que arrastrarlo fuera de aquí —respondió.
Esto no podía ser bueno. Definitivamente, era una amenaza, y solo podría significar problemas.
—En realidad preferiría no tener que… —pero antes de terminar la oración cada uno me apunto con un arma y yo calle. No era lo que esperaba, no tenia como defenderme. Ni defender a Sam.
—Bajen eso —pidió Sam con voz temblorosa.
—Tranquila —susurre. Tome su mano y la puse detrás de mí, tratando de protegerla.
—Suéltala —ordeno uno.
—No podemos dejar que estés cerca de ella —dos de ellos me tomaron por los brazos y me alejaron de Sam.
— ¡Déjenme! —intente soltarme pero era imposible, al final termine por recibir un golpe en el abdomen. —No la toquen —murmure con dolor.
—Liam. Liam —escuche como me llamaba Sam, al levantar la mirada vi como se la llevaban por un pasillo y la alejaban de mi.
No le harían nada malo si su padre era el director de la S.I.S., aunque, lo que me harían a mí, era otra cosa.
—Créeme —dijo uno de los guardias que me llevaban a rastras por el pasillo. —No te gustara tu celda.


Narra _____(tn).
Todo mi cuerpo estaba agarrotado. Como si estuviera en la misma posición muchas horas. Mi cabeza pesaba y se caía hacia adelante del cansancio.
Abrí los ojos y lo primero que mire fueron mis muñecas. Por sobre ella estaba un metal helado, ya tibio por el contacto de mi piel, el metal se unía a las posaderas de la silla donde estaba sentada. Con mis piernas era lo mismo, los tobillos inmovilizados por metal.
Aun estaba algo cansada por el sueño obligado.
Intente mover mis manos, en un intento inútil de deshacerme de lo que me mantenía atrapada.
—No lo intentes —dijo una voz algo conocida. —Es acero.
— ¿Qué hago aquí? —murmure y levante la vista.
Estaba en una habitación de interrogatorio. Estas tan conocidas que estaban en cada cárcel del mundo. Donde siempre se ve en televisión que hay un tipo mirándote detrás de un espejo que parece una pared desde aquí adentro.
Mire las paredes desconfiada. No sabía si era verdad, pero casi podía sentir la presión de una mirada viendo todos mis movimientos y tratando de descifrar mis pensamientos.
—Vamos a hablar —Patrick se sentó frente a mí en otra silla.
— ¿Por qué estoy en esta cosa? —me réferi a la silla.
—Estas acusada de varios asesinatos, no podemos tenerte suelta.
El alma se me cayó a los pies.
—Yo… —dude en lo que decir.
—Tenemos tu historial, no es necesario que mientas…405 —agrego.
Mire el suelo tratando de esquivar su mirada.
No. No. No. La S.I.S. no podía saber eso. Estoy acabada, pensé.
—Así que comenzaremos por lo básico —dijo Patrick. — ¿En qué misión estas actualmente?
Trague saliva y mordí mi lengua, negándome a contestar.
—Bueno… ¿siguiente pregunta? —cruzo los brazos en la mesa. — ¿Por qué te robaste los archivos de mi caja fuerte?
Lo mire extrañada. Había destruido todas las cámaras, de eso estaba segura, había sido un robo limpio y sin evidencia.
—Tengo una huella tuya, en cada número de la clave —informo. — ¿Dónde están esos papeles? —Mierda. Suspire y recordé que me quite los guantes al escalar la pared.
— ¿Hablas de los que mencionan mucho a una tal Jessica? —trate de alejar su atención de mi.
Se tenso al instante y me miro con algo de furia.
—Nunca llegue a pensar que no fueras de confianza, nunca lo imagine —dijo.
—Bueno, no hay que confiar mucho en las personas.
Suspiro.
— ¿Por qué querías los papeles? —pregunto bruscamente.
—Los…necesitaba —respondí.
— ¿Para qué? ¿La A.S.I. te mando a buscarlos, cierto? —elevo la voz y yo me encogí en la silla.
Observe cada una de las paredes detalladamente. Podía sentir la presión de una mirada sobre mí. ¿Pero de que pared? Todas se veían como escalofriantes paredes negras, no había signos de que alguna fuera una especie de vidrio.
—Ya no trabajo para la A.S.I. —respondí.
—Eso no es cierto, sigues siendo una agente de ellos —me recordó.
—No…no cumplo órdenes ahora, esa búsqueda fue por mi cuenta —suspire. —Quiero dejar la A.S.I. pero no sé hacerlo sin que me…maten —trague saliva.
— ¿Por qué debería creerte?
—Porque, definitivamente, después de enterarme de los verdaderos propósitos de la A.S.I. estuve totalmente en desacuerdo. Yo pensaba que era todo al revés, con la S.I.S. y la A.S.I., pero ya veo que me mintieron —tire la cabeza a un lado. —Porque estoy dispuesta a ayudarte —le di otra razón.
— ¿Ayudarme? —pregunto extrañado.
—La A.S.I. te quiere muerto —le dije. —Esa era mi misión.
Miro sus manos y pensó un rato, en silencio. Seguramente estaba asimilando la chocante pero al mismo tiempo muy probable noticia.
— ¿Por qué no me has asesinado?
—No quiero hacerlo —dije. —Eso dañaría a Zayn.
— ¿Te preocupas por él? —asentí.
—Además…necesito que tú me ayudes a cambio.
— ¿Ayudarte? ¿Cómo? —pregunto con curiosidad.
—Necesito saber lo que paso con dos personas —respondí.
—Considerare la propuesta —se levanto y me miro. —Por ahora, seguirás aquí, en unas horas se te avisara cuando será tu juicio por asesinato.

No es mi vida es solo una miciòn mas zayn y tu 2ª temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora