Aunque en este momento dormía, me sentía más cansada que nunca en mi vida. Me moví algo inquieta en lo que parecía ser una cama. Quería abrir los ojos pero me pesaban tanto que no podía hacerlo completamente, apenas los entreabría un poco.
Por lo que pude alcanzar a ver, estaba en una habitación blanca y muy poco espaciosa. A mi lado había un pequeño mueble, con una lámpara que iluminaba la habitación, sobre el descansaba en agua un ramo de mis flores favoritas, Camelias, estas eran amarillas y tenían colgada una nota, con la letra suficientemente grande como para que pudiera leerla desde aquí, ‘’Amarillas, como el color de tu blusa cuando nos conocimos. ’’
La puerta se abrió y Liam entro, aun en traje solo que sin chaqueta y sin corbata.
—Despertaste —me dijo sonriendo mientras se acercaba.
—Humm —me moví hacia un lado algo incomoda.
De pronto recordé porque estaba aquí.
Lleve mis manos a mi vientre y al sentir mi abdomen plano mire a Liam buscando respuestas.
— ¿Dónde está? —pregunte con urgencia.
Sonrió y tomo mi mano mientras se sentaba a mi lado.
—En una incubadora en la sala de cuidados —acaricio mi palma con el pulgar. —Hacemos bebes muy lindos.
Sonreí, mucho más animada e intente incorporarme.
—Quiero verlo —exigí.
—Estás muy débil… —empezó diciendo.
—Necesito verlo —tome su mano y lo atraje a mi poniendo la mejor cara de convicción que tenia. —Vamos, vamos, vamos.
Sonrió divertido.
—Sam, no creo que sea buena idea.
—Vamos, no puedes no dejarme verlo —tire más de su brazo, como una niña pequeña haciendo una rabieta.
—Bien, veré que puedo hacer.
— ¡Sí! —sonreí y bese su mejilla. —Gracias.
El acaricio mi cabello y movió un mechón de cabello hasta colocarlo por detrás de mi oreja.
— ¿Cómo es? —pregunte.
—Es muy…llorón —rio suavemente.
Sonreí. Me esperaba cualquier descripción menos esa.
Mire sus lindos ojos cafés pero mi mirada bajo a las ojeras que tenia debajo de ellos.
— ¿Cuánto ha pasado?
—Cuatro horas desde que lo tuviste, son las tres de la mañana —respondió.
— ¿No has dormido? —tome sus rostro preocupada.
—No, pero estoy bien, linda —sonrió. —Estoy así por el viaje de ayer —explico sus ojeras.
—Duerme —ordene.
—Después de que veas a nuestro hijo, duermo aquí, contigo.
—Bien —evite su mirada.
Me gustaba esa idea.Liam tomaba mi cintura ayudándome a caminar. Mi doctor dijo que por ninguna razón podía caminar y menos aun salir de mi habitación, pero como ambos éramos unos tercos y como no sacarían a mi hijo de la sala de cuidados yo tendría que ir hacia allá. Sobre mis hombros estaba la chaqueta de Liam intentando, de alguna forma, camuflar el camisón de hospital. Ambos mirábamos a ambos lados constantemente, algo asustados de que una enfermera o doctor apareciera.
Al fin llegamos frente al gran vidrio que tenía en toda una pared la sala de cuidados, para que los padres vieran a sus hijos.
Habían seis bebes, todos distintos unos de otros.
—Es el —Liam apunto la esquina más alejada de nosotros, pero yo ya lo había visto segundos antes.
Era un bebe pequeño y algo regordete, con los ojos y las manos cerradas fuertemente mientras lloraba.
—Sí que llora —comente y sentí como una lagrima caía por mi mejilla. —Es igual a ti.
El rio.
—Mentirosa.
—Es tan guapo como tú.
—Comienzo a pensar que usas a nuestro hijo para seducirme —dijo cerca de mi oído.
Reí sonrojada.
—Tonto —apoye la palma de mi mano en el vidrio y lo mire.
Mírame, mírame, pensé.
El siguió llorando y suspire. Por alguna razón se me paso por la cabeza que me vería y sabría que era su madre, y dejaría de llorar, como en las películas, pero hace ya un tiempo tenía claro que mi vida no era como en una película.
—No te preocupes —tomo mi mano.
— ¿Y si no me quiere?
El rio.
—Estoy seguro de que eres lo que más ama —me dijo.
—Después de ti.
—Claro —alargo la palabra. —Tú estuviste con el ocho meses, yo estuve menos de la mitad de ese tiempo —beso mi frente.
Me apoye contra Liam, aun estaba demasiado cansada. Mi cuerpo ya no dolía, pero mis parpados pesaban.
— ¿Qué pasara ahora? —mire su perfil.
—No lo sé —me acerco a él hasta tenerme a solo centímetros. —Pero señorita Samantha, usted me debe algo.
— ¿A si? —reí y lo mire. — ¿Qué cosa?
—Tiempo —beso castamente mis labios. —Tenemos que recuperar el tiempo perdido. Comenzando por —pensó y me miro con una sonrisa torcida en sus labios. —Algo que he querido hacer durante mucho tiempo, pero no he podido por ese lindo niño que ahora está allá y no aquí —toco mi vientre con un dedo provocándome un escalofrió.
—Liam, no… —me callo con un beso.
—Liam, si —susurro sobre mis labios.
Supongo que sus ojeras seguirían ahí por un rato mas, estaba claro que no tenía intenciones de llegar a mi habitación para dormir.
![](https://img.wattpad.com/cover/37109981-288-k711246.jpg)
ESTÁS LEYENDO
No es mi vida es solo una miciòn mas zayn y tu 2ª temporada
FanfictionAhora llegara la segunda temporada. La vida de _____(tn) se llena de aun mas problemas y secretos que descubrir. Por el bien de Zayn lo mantiene en la ignorancia de sus planes. Nuevas y antiguas preguntas no resueltas llenan la cabeza de _____(tn) d...