CAPÍTULO 12.

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CAPÍTULO 12.

Diciembre de 2021.

Entrando en el último mes del año el caos se apoderó de la editorial, bueno, tal vez utilizar esa palabra podía resultar exagerado si se observaba el correcto funcionamiento del lugar y los buenos números que llenaban los registros contables, pero Miriam sentía realmente que todo era un caos aquellos días.

Las horas no le resultaban suficientes para la cantidad de reuniones que tenía por día, en la misma editorial, fuera de ella e incluso fuera de Madrid, videoconferencias internacionales fuera de horario, y lo que más le pesaba, poco tiempo con Julia. La última semana de hecho, la había pasado casi completa en la casa de sus abuelos, los padres de Miriam, que habían insistido varias veces en cuidar de la niña hasta que por fin cedió. Le costó horrores acceder pero sabía que era lo más sano para su hija, aún así preguntaba a cada hora por ella a través de mensajes y cada noche que pudo cenó en casa de sus padres para luego volver a su piso y continuar planificando reuniones.

-¿Entonces lo rechazas? - preguntó Lali ojeando aquel plan de trabajo que había releído más de quince veces para Miriam y que no había terminado de convencerle.

-Si- respondió la gallega frustrada mientras caminaba por el living y masajeaba su sien.

-Listo- confirmó Lali luego de poner el sello de rechazo en aquellas hojas y dejarlo junto a otros planes rechazados- ¿tenés que reunirte con ellos de vuelta?- preguntó comiendo una aceituna que había sobrado de la pizza que habían pedido.

-Espero que no -suspiró sentándose a la mesa y bebiendo un trago de su copa de vino- mañana les enviaré un correo detallando lo que me parece que no está bien y creo que bastará.

-¿Entonces ya podemos dejar de hablar de trabajo?- preguntó la argentina juntando todos los papeles que habían leído y releído luego de cenar.

Esa misma tarde Miriam había recibido la invitación de su amiga a cenar, de primeras la gallega la rechazó, pues como cada noche de la última semana pasaría a cenar con Julia en casa de sus padres, pero fue su madre la que avisó que cenarían en casa de unos amigos y que llevarían a Julia con ellos, por lo que a pesar del mucho trabajo que se llevaría a su casa, aceptó compartir la cena con Lali.

Lo que la argentina no sabía es que su amiga la esperaría rodeada de trabajo, de hecho le dedicó una mirada de reproche cuando nada más entrar al piso la encontró tecleando sin parar en su computador. No pasaron más de cinco minutos cuando ella misma se ofreció a ayudarla en lo que pudiese, si bien su trabajo era de publicista, trabajar en la empresa de su padre también le había dado algunos conocimientos. Frenaron sólo para cenar e incluso allí intercambiaron opiniones sobre diferentes decisiones que Miriam debía tomar en los próximos días, inversiones, escritores, nuevos lanzamientos, incorporaciones, entre otras.

-¿Cómo estaba? - preguntó Lali cuando salió del baño y notó que su amiga ya había finalizado la videollamada con sus padres, aunque en realidad su mayor interés fuese Julia.

-Ya por dormir, necesito que pase esta semana y estar un poco más aliviada -su amiga asentía mientras servía un poco más de vino en las copas.

-La semana que viene hay concierto de Aitana, ¿vas a ir al final?

-Se lo he prometido- afirmó antes de beber un trago de vino.

-Pero sabés que no pasa nada si no vas, es tu hermana...

-Se lo he prometido a ella y a Julia, además me hace ilusión verla y me merezco al menos regalarnos ese día, ¿tú irás?

-Seguramente, aún estoy viendo si pasar las fiestas allá o acá, porque mamá quiere que vayamos, pero no sé, papá está con muchas reuniones también acá y... - se cortó al instante al ver que Miriam le sonreía a la notificación que había encendido su pantalla en ese mismo momento- ¿quién es? - le preguntó la argentina cambiando completamente de tema.

perdona si te llamo amor | miriam2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora