CAPÍTULO 3.
NOVIEMBRE 2021.
Las horas se habían pasado en aquel lujoso piso del centro de Madrid, las dos rubias se habían enredado en una charla en donde llovían anécdotas de la pequeña Julia, las cuales la su madre amaba contar a la par que la granadina de ojos verdes descubrió que le encantaba escuchar.
-Y cuando tú trabajas con quién se queda? -preguntó apoyando su brazo sobre el respaldo del sillón y su cabeza sobre su mano.
-Por la mañana va a la guardería y por la tarde, si es que aún no he vuelto suelo llamar a una canguro o si está su papá pues se queda con él.
-Vale, que me has resuelto la duda tu solita- sonrió apenas - pero no quería hacer más preguntas inoportunas.
-Es que visto y considerando que por aquí no lo has visto y fotos nuestras son las menos, ya suponía yo que un poco de intriga deberías tener -afirmó y acertó por completo, la granadina llevaba ya un buen rato pensando en si la rubia compartiría la maternidad o si sólo estaba ella.
-Pues fíjate tú que no -mintió llevándose el vaso de agua que había pedido rato antes, pero la mirada de Miriam le comunicaba que ya había sido descubierta - vale, sí - se resignó devolviendo el vaso a la mesa- pero oye, no me culpes a mi tía, culpa a la sociedad por hacernos creer que siempre donde hay una madre debe haber un padre.
-Coincido... - pero antes de que pueda seguir hablando el móvil de la granadina volvió a anunciar un mensaje al que atendió inmediatamente, a la par el móvil de la gallega comenzó a sonar pero este anunciando una llamada - dame un segundo- avisó mientras recibía el llamado un poco más alejada.
-La señorita Rodríguez tiene lugar en su agenda para irse a tomar unas cervezas con su amiga? - sonaba al otro lado de la línea.
-Lali- rio reconociendo al instante la voz de su amiga que al parecer había cambiado de número porque no había saltado su nombre en la pantalla- cómo estás?
-Con ganas de tomar unas cervezas con mi amiga, Aitana me dijo - y con sólo escuchar eso puso los ojos en blanco- que Julita estaba con ella y que vos tenías que salir, así que no me importa lo que estés haciendo, yo en un rato te paso a buscar.
-Eres lo peor- rió- pero ahora no estoy sola - dijo girándose y viendo a su visita con el ceño fruncido y tecleando rápidamente en su móvil.
-Apa Rodríguez, ¿algo que contarme? Mira que no quiero ser yo quien te joda el buen sexo.
-Pablo está de viaje -aclaró obvia.
-Por eso dije buen sexo- recalcó la chica haciendo que la rubia pusiera los ojos en blaco por segunda vez en lo que iba de la llamada, no era un secreto para ella que su amiga no era la más fan de su relación con el padre de su hija.
-Lali- la riñó nuevamente- no estoy con nadie más que con una vecina nueva tomando un té.
-Y vas a tener sexo con ella?- insistió.
-Dios, me consumís -bufó haciendo reír a su amiga del otro lado.
-Eso no fue un no, es linda?
-Si - dijo sin pensarlo- LALI JODER- volvió a exclamar cuando se percató que la había hecho hablar sin pensar.
-Ya lo dijiste rubia, en media hora estoy ahí esté o no tu vecina, un beso- y se despidió sin dejar que lo haga la gallega.
-Todo bien?- preguntó al volver y encontrar a la granadina tal y como la dejó.
-Si, no es nada - sonrió guardando su móvil y disimulando bastante mal- ya te he robado mucho tiempo así que será mejor que me vaya.