CAPÍTULO 16.

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CAPÍTULO 16.

Diciembre de 2021.

MIRIAM.

El sábado por la mañana desperté completamente desconcertada por el ruido de la puerta, había soñado con Mimi, específicamente que yo la besaba a ella, que la besaba luego de la charla que nos marcamos en el bar, y eso sí que había sido completamente real.

No pude dedicarle mucho tiempo más al análisis de mi sueño porque al otro lado de la puerta seguían insistiendo.

-Voy- avisé mientras me levantaba de la cama.

-¡Hola mami!- me saludó Julia lanzándose directo a mis brazos.

-¿Qué hacías?- preguntó Lali mirando hacia dentro de la habitación como buscando algo.

-Buenos días para ti también - ella revoleó los ojos y yo me dediqué a darle besos a mi hija.

-¿Me dejarás desayunar tarta hoy también?- preguntó Julia con su mejor cara de niña compradora a la que me costaba horrores resistirme.

-Pero un pedazo más pequeño que el de ayer y mucha fruta- negocié y ella asintió, ambas sabíamos que eso no se cumpliría pero por un fin de semana tampoco pasaba nada.

-¿Esperamos a Mimi y bajamos? - preguntó Julia.

-Ya está abajo me dijo- respondió Lali mostrando su celular dando a entender que estaban hablando. No lo negaré, algo se movió dentro de mí al escuchar aquello.

-Bajad vosotras que yo me arreglo y voy.

Julia me dejó un par de besos más antes de irse y yo escapé a la ducha para comenzar el día bien. Sabía que no podía demorarme mucho pero otra vez Mimi aparecía en mi cabeza para desestabilizarme.

¿Acaso yo había admitido que me gustaba? Peor, había admitido que quería besarla.

Pero ella había dado el primer paso ¿no? ella me confesó que le gustaba, yo sólo respondí.

¿Cómo podía mirarla a la cara luego de aquella charla? De dejarla sentada sola en el primer piso del hotel.

Intenté apartar todos mis pensamientos de camino al desayuno, ambas éramos adultas que podían comportarse de manera adecuada a pesar de haberse sincerado la noche anterior. Pero entonces la ví, sentada al lado de Julia, dejando caricias en su cabello y riendo de algún chiste de Lali.

Claro que no había sido un sueño, intenté hacerme creer a mi misma que el alcohol había tenido sus influencias, quise creer que todo había terminado la noche anterior en el bar. ¿Pero cómo podía explicar la sensación tan real de estar besándola?

Ella me encontró con la mirada cuando desvió sus ojos hasta donde yo estaba, la noté intranquila, Mimi era tan transparente. Por eso no lo dudé y me acerqué a ellas con una sonrisa.

-Buen día Mimi, ¿qué tal?- seguí sonriendo y me permití el saludo particular porque a ella no la había visto aún.

-Buenos días- me devolvió la sonrisa cuando me senté en frente a Julia y en diagonal a ella.

-¿Se quedaron hasta muy tarde anoche?- preguntó Lali mientras le robaba un pedazo de naranja del plato a Julia.

-No mucho- respondí- nos tomamos unos tragos en el bar y ya luego a dormir - Mimi sólo asintió concentrada en su desayuno.

Lali no hizo muchas más preguntas porque por suerte mi hermana bajó y se unió a nosotras pasando a ser el tema de conversación.

-¡Abuelos!- gritó Julia mirando hacia la puerta del lugar antes de salir corriendo.

perdona si te llamo amor | miriam2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora