Tras haberse reconciliado, de alguna manera, con Mirabel, su don no dejó de sorprenderla partiendo de la creación de los cactus más extraños hasta la combinación más alucinante de colores y texturas en plantas que eran únicas.
Con el tiempo descubrió no sólo que podía crear cactus, sino que dar vida a todo tipo de plantas con la ayuda de su nueva habitación pudo darles vida a todas y organizarlas de tal manera que convivieran en constante equilibrio. No siempre lo que creaba era "útil" por lo que no siempre todo lo que ella creaba salía de su habitación, es decir ¿Cuántos reclamos recibió por dejar una planta carnívora de lo más atractiva viviendo en su balcón?
Pero el hecho de que no todas sus creaciones fueran aceptadas no era el mayor de sus problemas, tras no haberse casado con Mariano empezó a recibir un montón de cartas con propuestas matrimoniales de diversas familias, cosa que no sabía manejar y solo mediante su abuela pudo alejarse de eso. Sí, sabía que estaba mal que le dejara ese problema a una mujer mayor pero, lo cierto es que nadie estaba dispuesto a aceptar ninguno de sus "NO", sin importar la cantidad de formas y veces que respondiera lo mismo.
Alma tenía un poder mayor para que una sola negativa bastara; por eso es que ella empezó a refugiarse en los bosques, donde tuvo la oportunidad de hablar con su tío por primera vez, cosa que la ayudó un montón porque encontró a una persona sobre la que hablar de arte. Descubrir que Bruno dibujaba fue una cosa maravillosa, no tenían el mismo espíritu artístico si se quería pero era genial poder compartir sus creaciones más extrañas con alguien; para colmo de los colmos más imposibles de imaginar fue su tío quien aceptó como regalo una de sus plantas carnívoras.
― La verdad que esta vez me dejaste completamente sorprendido ―dijo Bruno admirando la planta carnívora que en la oscuridad brillaba en un tono similar a sus ojos cuando tenía visiones.
― ¿En serio te gusta? ―comentó Isabela poco convencida― No te preocupes que no como humanos ―y vio como Bruno acercaba su dedo a la planta― Al menos a mi no me comió ―agregó con cierta maldad logrando que su tío la observaba curioso hasta que Isabela se rió y él la acompañó.
― Sí, nunca se me ocurrió que una planta pudiera ser tan linda solo por tener un brillo como el de mi don.
― Bueno... la verdad es que lo usa para atraer insectos ―se acomodo el pelo y agregó exaltada― Oh eso, come insectos.
Bruno tomó la planta que reposaba en una maceta y tras asentir preguntó.
― ¿Me la puedo quedar? ―dijo mientras dejaba la planta en la mesa.
E Isabela se transportó al momento exacto en que ella misma de niña le había pedido quedarse con uno de los dibujos que su tío había hecho, así como tal acción se repitió meses atrás.
― ¿Estás seguro? ―preguntó ella viendo como Bruno estaba expectante de su respuesta, ni siquiera había tomado la maceta, estaba esperando que ella le diera permiso.
― No es obligación dármela, es decir, pregunto porque realmente me gustó mucho, más de lo que esperaba en realidad; pero si me la das quiero que sepas que voy a molestarte seguido porque no tengo mucha idea de como cuidarla. ―acarició el tallo de la planta― De casualidad puedo cuidar a los roedores y eso que son bastante independientes.
Isabela observó cómo el hombre admiraba maravillado a la planta y finalmente se decidió.
― Bien, si te la vas a quedar debes ponerla donde pueda alimentarse, es decir que le de sol pero cuando oscurezca su brillo se luzca, sino vas a tener que alimentarla tu y no se cuanto dure así.
― Se me ocurre donde dejarla, creo que le gustará ―y vio como Bruno tomaba la maceta― Gracias, la cuidaré lo mejor que pueda.
Y cuando vio que el hombre ascendía por la escaleras volvió a hablar.
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Lo que no se dice de Bruno
FanfictionHistoria catalogada como Fanfiction que trata sobre lo que paso después de la película ENCANTO producida por Walt Disney Pictures y Walt Disney Animation Studios. Muchos de los hechos aquí expuestos fueron inventados por mí, si bien los personajes...