Lo que no se dice de Bruno

Primera Parte: 4- Mirabel

Si bien Mirabel y Bruno tuvieron la oportunidad de congeniar más directamente, Mirabel empezó a ser vista con otros ojos tras la reconstrucción de casita y, si era cierto que no tenía un don propiamente dicho, se convirtió en la mediadora entre sus primos y su abuela. De una manera no oficial Mirabel comenzaba a ser escuchada por la matriarca y eso le trajo un montón de dudas a cada paso que daba.

Al principio lo llevaba bien, es decir tanto sus hermanas como sus padres se transformaron en un punto de apoyo y buenos consejeros pero Mirabel a veces se refugiaba con los ratones de su tío y con los programas que representaban.

Cuando vio que sus primos comenzaron a asistir al lugar, al principio se sintió desplazada pero con el paso del tiempo se dio cuenta que su tío y ese espacio se estaban transformando en un lugar seguro para todos.

― Tío ¿Cómo te sientes con tu regreso? ―Mirabel preguntó directamente mientras ambos paseaban por los alrededores del pueblo, a su tío le gustaba dibujar y caminar por esos lugares. Ya era un cambio en su rutina de los últimos tres meses.

― Estoy bien ―contestó observando el paisaje― Isabela me ha regalado varios colores, creo que debería empezar a hacerlos yo mismo.

― Y ¿Cómo te va con tu don? ―esa era la exacta pregunta que quería hacer la joven, esperaba una reacción de pánico por parte de su tío pero no esperaba que fuera tan extrema, pues Bruno no solo reacciono como si un escalofrío recorriera todo su cuerpo sino que se quedó paralizado en medio de una trazo que estaba realizando en el papel.

Mirabel espero, el hombre no salía de ese estado y decidió cambiar de tema.

― B-bueno, vi que los primos están muy contentos con tus producciones ¿tienes pensada alguna nueva obra?

Bruno tragó pesadamente e intentó retomar la conversación

― Si, t-tengo algo en mente, Antonio me ayuda mucho y es mas paciente con los roedores, al menos más que Camilo que es muy creativo, más de lo que creía.

La conversación siguió tranquilamente, mientras Mirabel pensaba acerca de cómo la presencia de su don había afectado tanto a su tío, un hombre adulto que ya no quería ni hablar de su poder ¿él todavía tenía la intención de tener visiones? Sabía que en el pueblo existía una idea bastante drástica en cuanto a Bruno y su don, sabía que nadie requería de sus servicios y, tras enterarse que su tío se había escondido para no afectar demasiado su propia vida con la última predicción que tuvo, sentía cierto nivel de responsabilidad.

Es decir, ella nunca había tenido un don, lo había querido pero después de saber cómo habían sido los últimos años de vida de su tío, ya no tenía ese deseo.

Muchas veces se encontraba pensando al respecto de eso y acerca de lo que podía hacer para ayudarlo, pero también sabía que esa era una respuesta que su tío iba a encontrar tarde o temprano ¿podía ella acelerar el proceso? Y si no era ella ¿alguno de sus familiares podría? Sus pensamientos al respecto vieron algo de luz el día que Luisa le contó acerca de ciertos planes...