Isabela, Luisa y Antonio se ocuparían de organizar un espacio y un cronograma de actividades para que sus respectivos padres tuvieran una cita que durase una jornada, algunas personas cercanas del pueblo participaban sea tocando música o ayudando a mantener los tiempos. En el caso de Julieta y Agustín, su encuentro se desarrollaría en un claro de los bosques cercanos a las montañas, como cuando eran jóvenes y se encontraban en esos lugares para disfrutar de la tranquilidad; al ser Julieta una persona con tal don resultaba bastante complicado tener momentos de intimidad antes de su matrimonio.
Fueron los pequeños de la familia Madrigal quienes se ocuparían de organizar uno de los eventos más importantes para Julieta y Agustín, la idea era que tuvieran la mejor cita de sus vidas. Tras la recuperación de casita y los cambios que estaba viviendo toda la familia, los más jóvenes se percataron de que sus padres no hacían otra cosa que no fuera trabajar. Parecería que no, pero Agustín se ocupaba de varias tareas administrativas así como la contabilidad. Mantener un sistema económico en un pueblo como Encanto no era una cosa fácil.
Existía el rumor de que la tensa coexistencia que tenía este hombre con las abejas se relacionaba directamente con la necesidad de que Agustín se tomará un descanso. Aunque también era posible que el hombre desarrollara una especie de adicción por "conseguir miel".
Agustín comenzó a realizar estas labores después de unirse con Julieta, mientras la mujer se ocupaba de compartir su don con las personas que lo necesitaran el hombre tenía que mantener un poco la cabeza ocupada y, con la esperanza de no aumentar el trabajo de la Madrigal, optó por realizar pequeñas tareas de organización. ¿Qué sentido tenía que Julieta estuviera dando vueltas por el pueblo con su comida encantada si la mayor parte de las personas que la necesitaban podían encontrarla en la plaza?
De a poco y a medida que fueron apareciendo nuevos integrantes de la familia, su tarea fue de mucha utilidad. También fue quien se ocuparía de que Mirabel, tras no recibir un don, se mantuviera ocupada y pudiera aportar algo a su familia aún sin tener un "don".
Finalmente, durante esa mañana, Isabela capturó a sus padres con ayuda de unas lianas y se los llevó al inicio del bosque de la montaña, desde allí un camino de flores de todos los colores guiaban sus pasos.
― Entonces ―rompió el hielo Agustín― ¿No te dijeron que es lo que está ocurriendo?
Ambos observaron a Isabela cruzada de brazos y mirándoles expectantes.
― No ―respondió Julieta algo incómoda.
Al ver que las flores parecían insistir la pareja se tomó de la mano y empezó a alejarse de la joven con vestido azul.
― ¿A ti no te dijeron nada? ―preguntó Julieta pegándose más al cuerpo de su esposo, finalmente podían dar un pequeño paseo con calma.
― Me da la impresión que es una especie de sorpresa, pero no se me ocurre.
― ¿Podemos caminar más lento? ―Julieta estaba cansada, si bien recién comenzaba el día, ella se había pasado casi toda la noche cuidando a un par de niños que se habían enfermado, quería asegurarse que no iban a empeorar a pesar de que ya habían comido lo que ella les había preparado. Tenían una tendencia a enfermarse con facilidad, no se iban a arriesgas.
Ella sintió que Agustín la rodeaba con un brazo y aminoraba la marcha, ambos sabían que la rutina les había absorbido y cada pequeño momento del día estando juntos y con cierta tranquilidad lo sabían aprovechar.
Disfrutaron del silencio por unos minutos mientras recorrían ese extraño sendero de flores. Al menos su aroma era relajante, y la temperatura acompañaba.
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Lo que no se dice de Bruno
FanfictionHistoria catalogada como Fanfiction que trata sobre lo que paso después de la película ENCANTO producida por Walt Disney Pictures y Walt Disney Animation Studios. Muchos de los hechos aquí expuestos fueron inventados por mí, si bien los personajes...