capítulo 3O

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Seungmin se encontraba feliz y ansioso de que Minho finalmente fuera a pisar su apartamento. Podría tener la fragancia del castaño sobre su cama y eso lo hacía sonreír en demasía mientras preparaba un típico plato coreano para degustar juntos aquella noche. Miraba su sala limpia y estaba satisfecho, había limpiado todo antes de cursar para que estuviera presentable para el empresario. Aunque se maldecía por no haber comprado una mesa y sillas decentes, para más comodidad de sus invitados, a decir verdad no le importaba si Eunwoo y Jihyun debían poner su culo en el piso con un par de almohadones, pero le carcomía la cabeza de que pudiera ser precario para Minho—aunque su estilo era muy masculino y moderno—aun así se maldecia.

Optaba por respirar hondo y encargarse de la cena, él ya estaba más que listo y perfumado a la velocidad de la luz por los escasos minutos de tiempo que había tenido para prepararse luego de su última clase. Con todo encaminado hacia una bonita e íntima velada con el castaño, la comida iba tomando forma y el ambiente con velas y luz tenue era perfecto. No podía esperar a tener a Minho con él y justo en ese instante su teléfono le indicaba que había recibido un mensaje de texto del dueño de sus sueños húmedos y suspiros de enamorado.

Estoy en camino, llevo el vino y una caja de bombones para luego...

Min 21:10✓✓

...Planeo ponerlos sobre tu cuerpo e ir comiéndolos desde ahí directamente con mi boca ¿Te gusta mi plan?

Min 21:11✓✓

Adoro ese plan ten cuidado pero a la vez apresúrate entonces, hyung

Seungmin 21:11✓✓

Seungmin sonreía como imbécil a su teléfono y se miraba al espejo para ver qué tal se veía con su remera blanca de Celine y sus pantalones de vestir negros que le daban un aire entre formal y relajado, estaba muy satisfecho aunque sabía que no duraría mucho tiempo vestido y Minho lo había dejado muy claro. Ahora su cabeza no tardaba en fantasear aquello que el castaño había dicho sobre lo bombones sobre diferentes partes de su cuerpo y la boca de Minho recorriéndolo para comer más allá del chocolate dulce. Ahora musicalizaba el ambiente, cocinando más tranquilo que minutos atrás sabiendo que Minho estaba en camino.

Luego de pasado alrededor de veinte minutos—y no es que el chico los hubiera contado. O quizás si—su portero sonaba y al atenderlo la dulce de voz de Minho exclamaba:

Ansioso por subir. ¿Me abres?

—Oh, sí. Definitivamente.

Y ahora era cuando la ansiedad de Seungmin estaba en su punto más alto, preocupado por tener que esperar y rogar a todos los dioses que nadie anduviera por los pasillos y que nadie reconociera al empresario. Segundos después de sentir y escuchar solo su corazón latir demasiado rápido y fuerte por encima de la mismísima música que había puesto para hacer el ambiente más ameno para ambos, el timbre sonaba y él corría a abrir presurosamente por dos razones.

Pánico de que alguien reconociera a Minho y porque lo extrañaba demasiado, así que al sentir el ruido del timbre que le indicaba que Minho estaba fuera, se apresuraba con una dulce sonrisa en su bonito rostro. Minho llevaba una chaqueta con capucha y una bonita bolsa de papel de color bordo con el vino y la caja de bombones en ella. Levantaba la cabeza y sonreía dulcemente al dueño de la casa.

—Te extrañe —soltaba Minho, justo cuando segundos después Seungmin tiraba de su chaqueta para meterlo dentro de su apartamento.

Tomaba su rostro y ambos abrían la boca para recibir los labios del otro, Seungmin cerraba la puerta en el proceso en que la lengua de Minho encontraba la suya y el beso se volvía más crudo y necesitado, olvidando por completo que tenían una cena planeada antes de lanzarse encima del otro. Con cuidado Minho empujaba el cuerpo de Seungmin hacía la isla que separaba la sala de la cocina y ahí dejaba la bolsa con el sumo cuidado que podía tener mientras Seungmin devoraba su boca sin tapujos.

erotofonofilia ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora