Minho estaba demasiado cansado, Shuhua le había mencionado que tomara una ducha antes de salir a su viaje, pero él no veía la hora de estar allí con Seungmin, quien ya se encontraba en la casa que San había, cuidadosamente, alquilado para ellos dos.
Hubiera deseado que el vuelo fuera rápido, su ansiedad había tomado posesión de todo su cuerpo. Había releído el último mensaje de Seungmin donde solo decía "Estoy aquí, esto es una locura. Te amo, nos vemos esta noche". Él, cordial y sinceramente había respondido "No puedo esperar". Mierda, se sentía como una mierda por ni siquiera haber hecho un breve llamado a Seungmin aún después de haber llegado porque habían sido unas últimas horas empresariales muy caóticas.
Aún seguía recibiendo actualizaciones de Choi mientras subía al jet privado. Dios, comenzaba a odiar esa vida. Más de lo que ya lo hacía, pero se había engañado con que era tan bueno para ser empresario que quizás, así debía de ser.
Pues, jodidamente no. Estaba agotado, pero sonriente, por otros motivos.
Cuando había bajado del avión, un auto lo esperaba en las afueras del aeropuerto donde habían descendido, él sonreía con maleta en mano. Bolso personal colgado de su hombro y Seungmin conducía la bonita camioneta negra de vidrios polarizados.
Cuando la puerta de atrás se abría, metía su equipaje y rápidamente se metía en el asiento del copiloto. Cuando estaba dentro, miraba a un Seungmin que llevaba su cabello húmedo y una remera de manga corta verde musgo, más unos pantalones de tela color beige.
—Joder. Te extrañe demasiado —saludaba, tomando el rostro del chico entre sus manos y atrayéndolo para un beso necesitado.
Seungmin reía con sus labios ocupados mientras devolvía el beso con la misma desesperación, pero una bocina los sacaba de sus laureles.
—Ups ¡Lo siento! —gritaba el universitario, poniéndose en marcha.
Minho lo miraba con una estúpida sonrisa en su rostro. No podía creer que tendría a este hombre quince días para él solo. Era simplemente increíble.
—Te me quedas viendo con cara de cansado y enamorado... Me siento halagado, pero a la vez quiero darte un baño para que dejes el cansancio de lado —mencionaba Seungmin, buscando su mano y recibiendo un apretón cariñoso de un Minho que tenía, en partes iguales, cara de soñador y agotado.
—Te ves precioso. Lamento haberte hecho esperar —mencionaba sonriente.
Seungmin sonreía, sin dejar de conducir. Minho debía admitir que lo veía demasiado tranquilo y sonriente, se preguntaba si la charla con sus padres había sido buena y por eso se veía tan relajado. O quizás había sido muy mala y Seungmin estaba intentando ocultarlo.
—Me encanta que me mires. Lo juro, amor —mencionaba Seungmin—, pero estás haciéndome una especie de hueco en el cráneo ¿sucede algo?
Minho se sentaba más erguido, apagaba su teléfono laboral finalmente y lo miraba otra vez, con una sonrisa suave en su rostro.
—Estoy muy interesado en saber qué sucedió con tus padres —admitía.
Seungmin expandía sus fosas nasales, apretando sus dientes y logrando que su mandíbula se marcara a la perfección, mientras dejaba salir todo el aire retenido.
—Oye, esto recién comienza. Tenemos varios días en adelante. Te contaré todo —mencionaba más tranquilo, desviando sus ojos solo unos momentos hacia él, para sonreírle de esa forma peculiar y rectangular.
— ¿Debo preocuparme? Porque si te fue mal, no tienes que pretender conmigo, bebé —mencionaba con dulzura.
Seungmin volvía a sonreír—. Lo sé. Sé que cuento contigo. Pero no debes preocuparte, todo tiene solución menos la muerte —exclamaba—, así dice mi abuela.
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erotofonofilia ✧ knowmin
Fiksi PenggemarÚnica regla a cumplir, no encontrarse con el cliente en persona. La línea erótica solo se basaba en sexo telefónico, nada de encuentros privados. -Mi nombre es "Minnie" ¿con quién tengo el gusto esta noche?. -Mi nombre es L-Leeknow. -Perfecto, Leekn...