capítulo 51

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Una noche antes, en la cena familiar entre Seungmin y sus padres:

Seungmin tenía un nudo en el estómago mientras su madre servía el helado y él secaba el sudor de sus manos en sus pantalones de mezclilla.

—Tu padre compró el helado en aquel lugar que te gustaba tanto antes de mudarte —mencionaba Taeyeon.

—Considero que el chocolate sabe diferente —mencionaba su padre, dando el primer bocado del mismo y haciendo una mueca divertida—. Dime tú que piensas, pero para mí no sabe igual.

Su madre reía, rodando sus ojos y Seungmin también lo hacía, aunque era más una mueca extraña en su bonito rostro.

—Ay, querido. Cambia esa cara, ni que fueras al matadero —se mofaba la mujer—. Relájate, primero queremos saber qué tal ese viaje a Japón —exclamaba, volviendo hacia la cocina para guardar el helado en el refrigerador.

—Vimos tus fotos en el sitio oficial de Lee Enterprises, fue una lucha lograr encontrar esa web o página, como se diga mencionaba el señor Lee—. Mucha gente importante ¿no?

Seungmin llevaba una cucharada de helado de chocolate y luego de probarlo hacía una mueca muy similar a la de su padre.

— ¡Te lo dije, Taeyeon! Mírale la cara, no sabe igual —afirmaba el hombre.

Seungmin tragaba el helado y definitivamente, no sabía cómo él recordaba, pero lo comería todo para mantener la boca ocupada.

— ¿Tan mal sabe? —preguntaba su madre sorprendida. Ella no notaba la diferencia en el sabor.

Seungmin hacía una mueca—. Sigue siendo helado ¿no? —Exclamaba nervioso.

Sus padres reían a la par y luego su madre llamaba su atención—. Cuéntanos con lujo de detalles ¿qué tal Japón?. Apenas hablamos cuando volviste, esta es la noche porque mañana ya te vas de nuevo —la mujer hacía un puchero y era como mirarse al espejo para Seungmin.

Bien, él podía hablar de Japón ¿cierto? Ese tema no era complicado en absoluto, tenía mucho que mencionarle, laboralmente hablando, claro.

—Como papá dijo, mucha gente importante. Hombres trajeados y poderosos, mujeres importantes y elegantes. Comida de primera clase muy extraña —recordaba a Park Jimin y su bonito encanto.

Sí, la comida había sido rara, pero tenía unas manos para cocinar que era obvio el por qué era tan popular.

— ¿Cómo terminaste obteniendo dicha oportunidad? —Cuestionaba su madre—. Nunca lo especificaste.

Seungmin sentía el cerebro congelado por haber tragado tan de pronto la cucharada número cuatro de su helado. Estaba intentando morir de un coma congelado. Su padre lo miraba atento, el hombre siempre tenía un rostro neutro que ponía al Seungmin adolescente de los nervios y al adulto también, pues nunca expresaba mucho. Pero justo ahora, se veía muy curioso y atento, con un brillo de orgullo en su mirada que Seungmin conocía muy bien, en ocasiones que le permitieron ver un poco de reacción en un hombre poco demostrativo como lo era su padre.

—Sí, eso... Me informaron sobre las entrevistas y me dijeron que lo intentara —respondía.

Bueno, era una verdad a medias, pero una verdad al fin. Aunque su madre parecía querer más detalles y es que siempre era la más curiosa de ambos.

— ¿Y entre otros jóvenes fuiste elegido? —cuestionaba su padre serio, luego sonreía—. No me extraña. Eres bueno —afirmaba—. También vimos las fotos de tu blog personal. No había muchas de Japón de noche ¿ese empresario no los dejo divertirse, cierto?

erotofonofilia ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora