Se acercaban al elevador con aquel piso sumido en una luz tenue, realmente no había nadie más que ellos.
—Ve tu primero —decía Minho acomodando los rizos de Seungmin—. Dios... —soltaba con un suspiro pegando su frente a la de Seungmin—. Sé que ya te lo pedí...pero, podemos hacer esto. Sé que sueno asquerosamente egoísta, pero te necesito.
Seungmin estaba tenso cerca del empresario, con ojos cerrados aspirando su fragancia y con ambas manos sobre su cintura. Él también lo necesitaba.
—¿Eres dueño de este edificio? —preguntaba Seungmin levantando su rostro y rozando su nariz a la ajena.
Solo disfrutando la cercanía del empresario.
—No, mi madre es la dueña —respondía con una sonrisa suave—. Por cierto, esta camisa te queda preciosa —halagaba.
—Este traje te hace ver aburrido —respondía Seungmin—. Te lo hubiera quitado completo, pero debo volver... —se alejaba y se metía al elevador—. ¿Puedo volver a verte pronto? —preguntaba con timidez.
—Si, si puedes... —Minho se apoyaba en la puerta para que esta no se cerrara—.¿Puedo raptarte mañana en la noche? —Seungmin asentía—. ¿En qué piso estás ahora?.
Seungmin reía y negaba—. Eso no te incumbe —decía con una sonrisa coqueta empujando a Minho para que el elevador pudiera cerrar sus puertas.
Rápidamente, Minho tiraba de su muñeca y atrapaba a Seungmin de su cuello para succionar su labio inferior y terminar en una suave mordida.
—Ay, dios... —resoplaba Seungmin con ojos cerrados y pulso acelerado—. Déjame ir porque no puedo irme contigo y es todo lo que quiero hacer ahora... —la voz gruesa del chico le enviaba un descarga eléctrica que comenzaba en su nuca y descendía a su entrepierna.
—Seung... —susurraba viendo cómo el chico se alejaba de él intentando escapar de forma lenta de sus brazos.
—Diviertete, Hyung —decía presionando el botón para volver a su propia fiesta laboral.
Minho se acomodaba su ropa sin prestarle mucha atención y suspiraba preparándose mentalmente para volver a la aburrida fiesta empresarial entre colegas hipócritas.
Al llegar agarraba rápidamente una copa de champagne y la bebía de un solo trago.
—¿Pudiste respirar un poco de aire? —preguntaba su madre, apareciendo detrás de él.
Minho tragaba el poco líquido en su boca de repente, si el lugar hubiera estado en silencio se hubiera escuchado como tragaba.
—Si, lo hice gracias...toma —exclamaba devolviéndole la llave—. Hermoso edificio, por cierto.
Su madre le sonreía y lo llevaba donde estaba Shuhua con otras personas, si tan solo supiera que en vez de tomar aire, este había sido consumido por el huracán Seungmin. El chico simplemente ponía su mundo de cabeza y haberlo visto había dejado en claro lo mucho que le temía perderlo.
¿Pero como perder alguien que técnicamente, no te pertenece?.
Ambos chicos no pasaron el resto de sus horas concentrados, por lo que Shuhua por su lado, entendió a la perfección que era hora de sacar a su amigo de aquel lugar.
Le informaban a sus padres, quienes para su sorpresa también se irían temprano. La madre de Minho tenía gente a cargo para luego dejar todo en orden, así que la pareja mas joven dejaba el lugar con los padres de Minho en el mismo elevador. La ansiedad por ver una última vez a Seungmin, invadía el interior de Minho.
Salían y había muy poca gente en la puerta, se despedían de sus padres y junto con Shuhua iban en busca de su auto cuando un chico rubio se paraba frente a ellos.
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erotofonofilia ✧ knowmin
FanfictionÚnica regla a cumplir, no encontrarse con el cliente en persona. La línea erótica solo se basaba en sexo telefónico, nada de encuentros privados. -Mi nombre es "Minnie" ¿con quién tengo el gusto esta noche?. -Mi nombre es L-Leeknow. -Perfecto, Leekn...