capítulo 43

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Seungmin se encontraba frente al espejo, había checado su valija y las camisas que había empacado. Así era como se encontraba luego de haberse dado una ducha rápida para la famosa primera reunión de las dos de la tarde que Minho había anunciado y que él tenía en su itinerario.

Llevaba una camisa gris pálido, pantalones negros de vestir y zapatos de cuero en punta. Minho se encontraba saliendo de la ducha con el toallon sobre sus caderas y su pelo húmedo. Ahora el azabache sentía que se le acababa el aire y no se debía a como había abotonado la camisa desde el primer botón al último, sino en como Minho lo miraba con esos ojos rasgados. Del tipo lobo, sensual y camino a su presa.

— ¿Por qué te ves tan bien? —susurraba Seungmin sin aliento, frente al espejo, aún sin girar.

Minho sonreía con dulzura.

— ¿De que hablas? —mencionaba, parándose detrás de Seungmin y olfateando su pelo con olor al shampoo del hotel y el perfume propio de Seungmin—. Te ves increíble —halagaba, besando la piel del cuello de Seungmin que, tenía a la vista.

El azabache pasaba el nudo en su garganta y relamía sus labios.

—Amor... No hagas eso, salimos en menos de media hora —susurraba Seungmin.

Minho se alejaba sonriendo—. Alguien está muy atento al itinerario

—Y añade "cagado de miedo" ¿realmente me veo bien? —cuestionaba Seungmin, acomodando su cuello—. Traje una corbata por las dudas.

Minho sonreía y acomodaba su camisa.

—Estás mejor que nuestro fotógrafo oficial, luego de su primer hijo olvidó como vestirse decente y siempre se lo recalco en los viajes de negocios —exclamaba Minho, inclinándose hacia Seungmin y depositando un suave beso en sus labios—. Estás perfecto

—Dilo de nuevo —pedía Seungmin, sucumbiendo a otro beso.

—Perfecto, de pies a cabeza, de adentro hacia afuera... Eres precioso —las manos de Minho viajaban a su rostro y lo acunaban para besarlo un poco más intenso, pero sin ser rudo, ni desenfrenado.

Era suave, metiendo su lengua en la boca de Seungmin y encontrando la de éste en el proceso. Saboreandose sin apuro, pero logrando que el cuerpo de ambos reaccionará.

—Ya, ya... —pedía el universitario, poniendo sus manos en el pecho de Minho—. Dios...

— ¿Lo siento? —reía Minho con calma.

Seungmin negaba—. Me encantas... Pero, hay que ser responsables

—Soy muy responsable —fanfarroneaba el empresario—. Y estoy más relajado que nunca ¿a que se deberá?

—Mmm... No lo sé —se burlaba Seungmin—. Iré a preparar mis cosas o querré arrodillarme y este pantalón es nuevo

—Oh, me sorprendes —respondía Minho.

Y el ambiente tan doméstico era algo que jamás había apreciado antes con una pareja y es que, Minho solo había tenido una relación y era Shuhua. De adultos, cuando todavía era un joven que no debía cargar con el imperio de la familia, Park Jimin había sido su mejor recuerdo. Y ahora Seungmin era otro nivel, tenía miedo. Todo tan perfecto y mantenerlo oculto hacía que se sintiera una mierda.

Seungmin merecía más. El tenía para darle el amor que merecía, pero a veces se preguntaba ¿cuanto más podría soportar?. Aquello recién iniciaba, recién estaba despegando y era un constante estado de luna de miel, pero...

—Señor Lee —San entraba en la sala y veía a Minho semi desnudo—. ¡Lo siento, Hyung!.

Se giraba y tapaba sus ojos.

erotofonofilia ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora