XVII

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Le conté todo a Quirón sin omitir ningún detalle y aunque era difícil para mí y para Lou dudar de nuestra madre, también le explicamos nuestras sospechas. Por otro lado Nico intervino cuando era necesario y le dio más fuerza a nuestra historia. Quirón de alguna manera no parecía muy sorprendido, solo asintió con la cabeza y medito por un momento toda la información que le acabábamos de entregar.

−Justo lo que temía−dijo mirándonos con un aire de misterio− gracias por su sinceridad chicos.

−Espere eso quiere decir que ya lo sospechaba−señalé con recelo.

−Sí, desde que revisamos la brecha en la barrera− indico pasando una mano por su mentón− solo necesitaba más pruebas.

−Pero, ¿por qué haría tal cosa?− exclamo Lou con nerviosismo− no tiene sentido.

−Con los dioses nada tiene sentido−murmuro Nico jugueteando con su anillo de calavera.

−Creo que se me ocurre una razón...−comenzó a decir y luego nos señaló a Nico y a mí− creo que fue por ustedes, por su relación o la que tendrán.

−¡¿Relación?!−exclamo Nico apretando los puños− ¿de qué demonios hablas?

Me sorprendí por las palabras de Quirón, aunque no tanto por la reacción de mi nuevo amigo, de alguna manera se había mantenido calmado este último tiempo, pero se notaba que estaba a punto de estallar justo como estaba haciendo ahora, menudo genio. Sus ojos ardían en llamas, haciéndolo ver condenadamente guapo.

−Creo que estas confundido Quirón−dije intentando mantener la calma y apartar la vista de mi compañero.

−¿Por qué nuestra madre atacaría a medio campamento por...−empezó a decir Lou, para luego observarnos a Nico y a mí, entrecerrando los ojos− una amistad?

−Calma, todo tiene una explicación, aunque no esté muy clara ahora−respondió Quirón – lo cierto es que desde que Raven llegó al campamento, Rachel nuestra oráculo ha tenido sueños en que aparecen Raven y otra persona. Luego justo el día anterior a que llegara Nico, su sueño se hizo más claro y la otra persona... resulto ser Nico.

Abrí mis ojos como plato y voltee instintivamente en dirección a Nico, el parecía tan sorprendido como yo, sus puños que hasta el momento estaban apretados, se soltaron lentamente.

−Okay, eso es extraño−dijo Lou rascándose la mejilla.

−¿Pero qué tienen que ver sus sueños con todo esto?−pregunte perdiendo la paciencia, estaba harta de tantos enigmas− además ¿de qué tratan esos sueños?

−¿Hay una profecía?−escuche que pregunto el hijo de Hades en un hilo de voz.

Mi boca de abrió un poco y mi cerebro corría a toda velocidad uniendo los puntos. Oráculo, sueño, Nico, yo, ¿profecía?

−No, aún no hay una profecía− respondió Quirón, el "aún" quedo resonando en la habitación y continuo en un susurro− pero no me sorprendería si pronto hay una.

Nico soltó con frustración un suspiro y sentí como la temperatura de la habitación disminuía unos cuantos grados.

−En cuanto a los sueños de Rachel− continuo, observándonos de una manera especial a Nico y a mí− según lo que me conto, en muchos de ellos aparecían riendo y divirtiéndose o simplemente hablando, supongo que lo típico en una amistad, aunque había otros en que parecían más que amig...

−Si eso fue todo Quirón, me voy−interrumpió Nico y desapareció en la sombra más cercana.

Mi corazón latía a mil, "más que amigos", suspire negando con la cabeza sintiendo los ojos de mi hermana pegados en la nuca.

El imposible, Nico di Angelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora