XVIII

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Estaba enojada con Nico por enojarse conmigo, lo sé suena ridículo, pero estaba molesta por como se comportó después del castigo, si bien reconozco que puedo ser un poco exasperante, él no tenía por qué actuar como un idiota.

Luego de nuestra pequeña discusión y guerra de miradas, fui a hablar con Quirón, quien me aseguro que la situación seguía igual, o sea, sin profecía, de todas formas le comente que quería hablar con Rachel directamente, el centauro apoyo mi idea y me recomendó ir con Nico, ja si tan solo fuera tan fácil.

Seguí mi rumbo hasta llegar con los chicos y convocar una reunión extraordinaria para comentarles lo sucedido, por supuesto los Stoll y Meg no desperdiciaron la oportunidad de molestarme con mi nuevo "amor" como le dicen ellos, pero también se mostraron preocupados por toda la situación de Hécate. Me tranquiliza un poco saber que puedo contar con ellos y con mis hermanos, antes del campamento no tenía a nadie más que a papá, a quien hace meses no veo en persona, si bien ocasionalmente hacemos llamadas por mensaje iris, no es lo mismo. Lo extrañaba tanto, me ponía feliz saber que pronto lo vería, ya que al acabar el verano iría a casa para terminar la escuela.

Suspire mientras golpeaba el muñeco de entrenamiento, luego de la charla con mis amigos había ido a la arena de entrenamiento y desde entonces que llevaba dando mandobles y estocadas como desquiciada al pobre muñeco. Las horas pasaban y golpeaba una y otra vez al muñeco, el que con cada golpe parecía perder más forma, hasta que finalmente no quedó nada que golpear. Mi frente sudaba y mis manos dolían como un infierno, cuando vi que cayó el palo que anteriormente sostenía al muñeco solté mi espada y caí al suelo de puro cansancio. Desde el suelo de la arena observe el cielo, el sol se estaba ocultando, me había perdido el almuerzo y de seguro estaba a punto de comenzar la cena, repentinamente algo obstruyo mi campo de visión, era una botella con agua, me senté con un poco de dificultad y entrecerré los ojos.

−Eres buena−dijo Jasón tendiéndome la botella con agua− pero si entrenas así terminaras lastimada, ten hidrátate.

−Gracias−hice una mueca y me puse de pie aceptando la botella− ¿ocurrió algo con Nico?−pregunte moviendo la cabeza a un lado.

−¿Te interesa Nico?− pregunto de vuelta alzando una ceja.

−No−la respuesta salió por si sola de mi boca y sentí como mis mejillas se tiñeron levemente de rojo− digo sí, es mi amigo, aunque este enojado conmigo ahora mismo− dije terminando en un susurro− de todas formas ¿por qué otra razón me hablarías?

−Bueno−comenzó a decir el chico, rascándose la mejilla− Piper está organizando una pequeña reunión y queríamos preguntarte si querías venir, puedes traer a tus amigos.

−Sabes que si llevo a los Stoll y Megara, tu pequeña reunión será de todo menos pequeña− dije sonriendo con malicia.

La boca del chico se abrió brevemente y trago duro.

−Tranquilo, los tendré controlados−comente con simpleza.

−Eso quiere decir que vendrás−dijo Jasón poniendo una mano en su mentón.

−Lo pensaré− sonreí y me despedí con la mano mientras corría hacia el pabellón comedor.

−Será hoy a las 21:00 hrs en la cabaña de Poseidón− grito Jasón.

● ● ●

−Aún no entiendo como terminamos invitados a una fiesta de los héroes del olimpo−comento Megara entrecerrando los ojos.

−Ni yo− dije riendo un poco− pero supongo que no nos vendría mal un poco de diversión

−¿Podemos llevar polizones?− pregunto Travis subiendo y bajando las cejas.

El imposible, Nico di Angelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora