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 Katherine...

Me quedé mirándome en el espejo, apreciando lo bonita que estaba; con ese vestido de flores desgastado, que tanto le gustaba a mamá.

__ Katherine. - escuché la voz de mi madre - si no te apuras llegaremos tarde a la iglesia...  - dijo mamá gritando desde la sala -

Me miré por última vez en el espejo, para sonreír satisfecha. Volteé en mis talones y salí de mi habitación, directo a las escaleras.

__ Si mamá, ya voy - contesté de la misma manera mientras bajaba las escaleras muy emocionada -  Ya estoy lista  - dije con una sonrisa en mi rostro, en el momento qué bajé el último escalón, viendo a mi madre ahí parada; tan hermosa como siempre-

Ella se me quedó mirando, me sonrió con ternura.

__ Estás hermosa - me dijo y yo sonreí-

__ Tú mucho más, mamá- le respondí de la misma manera y ella sonrió.

__ Pues andando, tú padre ya empezó la misa - me dijo para extender su mano hacia mi dirección.

__ Entonces vamos, mi hermana nos debe estar esperando- le dije, para tomar su mano cálida, y emprender camino.

La iglesia, quedaba a tan solo dos cuadras de mi hogar. Estaba ansiosa por llegar, miraba todo a mi alrededor. Vivía en el campo, apreciando los árboles, sus frutos, ese color verde perteneciente a las plantas y el aire tan puro que nos proporcionaba.

Tenía demasiada emoción, quería dar un paso muy importante con mi novio; mi amado Alexander. Ah, desde que lo conocí, mi vida tiene color. Es el hombre más maravilloso y lindo que eh conocido. Y después, de varios años; íbamos a dar el gran paso de pedirle a padre que nos permitiera unirnos.

●●●

Después de varios minutos, llegamos a la iglesia y papá estaba dando la misa. Mientras yo me senté en los puestos de adelante al igual que mamá, mi hermana y Alex, mi novio.

Alex y yo, no dejábamos de mirarnos.

Estábamos en una guerra de miradas de enamorados hasta que sucedió algo inesperado.

__ ¡¡¡Aghhhh!!!

Todo fué tan rápido, no sé como sucedió. De un momento a otro, las personas comenzaron a gritar como locos, asustados. Papá dejó de hablar, la gente comenzaba a correr y los gritos nos envolvían. Entonces decidí voltear, al darme cuenta que ya mi madre y mi hermana; no estaban conmigo.

Entonces me di cuenta de lo que pasaba. Teníamos intrusos, asesinos, criminales sangrientos acabando con la vida de todos los niños inocentes y los adultos. Sin embargo, a las mujeres de mi edad; se las llevaban.

__ ¿Mamá?  - grité desesperadamente, mirando para todas partes. -

Sentí la mano de Alex, tomar la mía.

__ ¡Tenemos que salir de aquí! - me dijo el asustado, pero yo negaba.

__ ¡¡MADRE!! - yo volví a llamar, con el corazón en la boca y mis lágrimas amenazando con salir.

Pero no había señales, entre los gritos y la sangre; sentía que todo mi mundo estaba de cabeza. Hasta que escuché el grito más desgarrador de mi vida. El grito que permaneció en mi mente, durante mucho tiempo.

__ ¡¡¡KATHERINE!!! - mi madre gritó, haciendo que yo diera con ella. Pero en cuestiones de segundos; una espada atravesó su estómago, provocando que la sangre saliera, por su boca-

__ ¡¡MADREEEEE!! - grité con el corazón en la mano, nada más ver como ella abrió sus ojos impactada, del dolor- ¡NOOOO! - volví a gritar para correr hacia ella con furia, mis lágrimas cayeron al instante.

La Concubina del Sultán Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora