¿Qué crees que haces?

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- ... ¿y si le regaló un bonsái?  - pensó el chino en voz alta, mientras pasaba cerca de una florería. 

-¿a quien le piensas regalar un bonsái? - la voz de un hombre molesto se escuchó a espaldas del pequeño asiático

-¡¿pero que carajo?! - el de ojos rasgados pego un pequeño brinco por lo repentino de aquel reclamo, así que en respuesta se volteo para ver quien esta detrás suyo - Rusia?!, ay,  ¿Qué quieres ahora?- respondió el de estrellas amarillas con un tono de fastidio. 

- ¿Qué estás haciendo en el territorio del capitalista?- demandó saber. 

-No tengo porque darte explicaciones, déjame en paz. -  con esto el de cabello negro, largo y lacio intentó irse del lugar lo más rápido posible. 

-Oh claro que me debes más de una explicación china - el ruso tomó por el brazo al chino y a tirones se lo llevó hasta donde tenía su carro estacionado. 

-Rusia! alto! basta! me lastimas! suelta me! - chillaba el chino, mientras intentaba pelear contra el alfa eslavo. 

-Calla te china, no eres quien para pedir ayuda siquiera. - le amenazo el Ruso. 

-Ah si? - le reto chino - se te olvida, que no estamos ni en mi territorio o el tuyo idiota - en eso el ruso miró furioso al de ojos rasgados

-no te atreverías, se supone que eres un beta - 

-pero eso aquí no importa idiota, y si no me sueltas ahora voy a gritar y el que va a salir perdiendo eres tú   - en eso el ruso miró a su alrededor, se dio cuenta de que había muchas personas mirando con desaprobación la escena. 

sin embargo esto no frenó al euroasiático el cual le tapó la boca a china y lo levantó para llevar se lo. 

El omega pataleaba, se retorcía, pero no es como si pudiera hacer mucho. 

Pero como si el universo hubiera escuchado las súplicas del de estrellas amarillas un coche chocó en la parte delantera del coche del alfa, destrozando el motor y dejando al ruso sin carro. 

-Ups... - comentó cierto omega pelirrojo el cual salía de un auto el cual estaba atrás del auto que se estrelló con el carro del Ruso.  

-Mi carro ... - se lamento el alfa ruso el cual sin darse cuenta soltó al omega asiático 

- Lo siento Rusia, te voy a reponer tu auto, lo prometo. - habló con falsa pena el canadiense, al mismo tiempo que le hacía ademanes al chino para que se subiera a su auto. 

El pelinegro, encandilado por la acción y gesto del canadiense, hizo caso, aprovecho que el alfa estaba lloriqueando, se subió al auto del pelirrojo. 

sin más el vehículo arrancó, dejando al ruso abandonado en las calles. 

- ¿había gente en ese carro? - se notaba preocupado el asiático 

- no. de hecho el auto estaba vacío, lo controlé desde mi celular - alardeo un poquito el canadiense.

-... Gracias canadá - 

- No te preocupes por eso, pero, ¿por qué Rusia te hizo eso? - 

-ni si quiera sabía que ese idiota estaba aquí .... - confesó decaído y frustrado. 

- ... china, ¿estás bien? - 

-.. si no te apures por eso, en serio gracias por salvarme, eso fue aterrador -

-ya no te preocupes por eso, pero no entiendo, china, ¿Rusia es siempre así contigo? - 

-... ¿Por qué te preocupa tanto? ... ¿no se supone que soy el enemigo número uno de tu hermano?  -

De "Puta Gorda" ha "Hamburguesita"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora