I. 𝐍𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐀 𝐇𝐈𝐉𝐀

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TSUBASA'S POV

─Tsubasa, despierta─ siento que me sacuden. No tengo más remedio que abrir los ojos a pesar de que me pesan los párpados por el sueño. 

─G-genzo... ¿Y-ya es hora del desayuno?─ pregunto.

─Hace como media hora. Himeko tenía tanta hambre que tuvimos que comer sin ti. Pensábamos que te ibas a despertar antes, pero veo que tuviste el sueño pesado─ se cruza de brazos.

─L-lo siento─ bostezo─. Anoche lo hiciste tan duro que me dio sueño─ intento excusarme, pero la verdad es que estuve practicando con mi balón como hasta las diez de la noche, antes de cenar y hacer el delicioso con Genzo, y terminé muerto. De no ser porque me despertaron ahora seguía de largo como hasta las tres de la tarde, jaja.

Pero él no se cree mi super mentira.

─Ajá, sí, cómo no. Levántate antes de que cierta niña de cabello azul y ojos rojos se acabe los panqueques que preparé...

─¡¿Dijiste panque...?!─ no terminé la frase porque alguien saltó arriba de mi cama y cayó sobre mis piernas.

─¡Mamá!─ es ella. Mi hija, nuestra hija, Himeko.

─¡Pero vean quién vino a verme!─ le acaricio la espalda─Una niña muy activa─ digo riendo. Ella ríe levemente.

─Igual que su madre cuando era joven, ahora debo hacer el trabajo de despertador todas las mañanas─ dice Genzo.

─Me haces acordar a Tori, siempre despertándome─ vuelvo a reír─. Me pregunto si ya habrá salido de su universidad. Hoy es viernes, y ella va de nueve a doce...

─Mientras ella trabaja como loca en Diseño Gráfico y Comunicación, tú estás durmiendo como si no tuvieras nada que hacer.

─Ya, Genzo, ya me levanto, pero si esta cosa no se mueve...─ le digo a Himeko.

─Si me llevas a la plaza a jugar con Piko entonces me moveré─ me dice.

─Ja, ir a la plaza con Piko tiene su lugar, ¿eh? Está bien, desayuno, almorzamos y salimos para allá a pasar la tarde, ¿te parece?

─¡Síiiiiiii!─ se levanta y sale corriendo─¡Pikooo!

Por si se lo preguntan, Piko es su balón de fútbol. Sí, a ella le fascina el fútbol como a nosotros, hasta le puso nombre a su balón, jaja. A diferencia de mí, a ella no le hacen bullying por hablarle a su balón. Realmente la inscribimos a una escuela con niños amables, ella tiene un gran grupo de amigos. Y sí, con lo hermosa y adorable que es no me sorprendería verla con todos los niños de la escuela.

─Ella es tan enérgica. Me hace acordar a ti─ Genzo me rodea con sus brazos, detrás de mí.

─Pero ella es más responsable.

─Ya, ya, pero digo que verla corriendo, jugando con su balón y tratando de tirar a la portería me hace acordar a ti cuando nos conocimos.

─Aunque en ese entonces yo tenía doce, y Himeko acaba de cumplir los cuatro...

─Los dos son las cosas más adorables que he visto en mi vida─ me da un beso en la cabeza.

─Qué suerte tuvo Himeko de tener un padre tan guapo y bueno como tú─ le sonrío.

─¿Dices que soy el mejor?

─¡Por supuesto! Y haces un excelente trabajo en la cama─ lo miro con una expresión pervertida.

─Y esta noche va a ser más fuerte, por haberte levantado tan tarde, así que prepárate─ se va a la cocina.

Esa "advertencia" me dejó temblando, jaja. 

Ahora quiero hablarles un poco de Himeko. Como podrán haberse dado cuenta, ella no se parece en nada a nosotros físicamente: tiene el cabello azul y los ojos rojos como Hyuga. Es adoptada, como Tori.

Todo comenzó cuando teníamos dieciocho años los dos. Apenas terminamos la preparatoria, y ganamos el torneo europeo, decidimos adoptar una hija, porque luego de años de vivir felices como pareja, quisimos dar el gran paso de ser padres. No entramos a la universidad porque sentimos que no era necesario. Los dos nos dedicamos al fútbol únicamente, y como la familia de Genzo era millonaria, más los millones de dólares que nos pagan por los partidos, no tenemos ni que buscar trabajo. Entonces, ¿para qué ir a la universidad?

En fin, fuimos al orfanato de la ciudad, y la encontramos: apenas era una bebé de unas semanas, quien perdió a sus padres cuando un criminal ocupó su casa... Pero ella no recuerda nada de eso, y nos considera su familia. Me causa alivio que no sufra por eso, pero sin tan sólo supiera que no vive con su familia biológica, porque siento que la estamos engañando...

Hemos visto películas en las que los hijos adoptados se enojan con su familia legal y hacen el esfuerzo por encontrar a la biológica, pero no quiero que Himeko se entere que sus padres reales están muertos, y mucho menos que se enoje con nosotros...

─¡Tsubasa! ¡Ven a desayunar!─ me grita Genzo desde la cocina.

─¡Mami, me voy a comer tus panqueques!─ grita Himeko.

─¡Ya voy!─ voy para la cocina.

Mejor dejo de pensar en eso y disfruto de la hermosa tarde que nos espera.

𝗠𝗜 𝗠𝗘𝗗𝗜𝗢 𝗕𝗔𝗟𝗢́𝗡 𝟯 ❱ Capitán Tsubasa ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora