XVIII. 𝐑𝐄𝐒𝐂𝐀𝐓𝐄 𝐑𝐈𝐄𝐒𝐆𝐎𝐒𝐎

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YUKI'S POV

No pude dormir nada anoche. Mi mente daba vueltas y vueltas. Recordaba momentos dolorosos que me hizo pasar Hiroshi, combinado con "sueños" en los que él me capturaba y me torturaba, es decir, ¿vieron cuándo sueñas despierto? Eso mismo me pasó. Empecé a ver ilusiones. La última que tuve que fue aparecían todos mis amigos muertos, descuartizados, atravesados con fierros, de todo. Fue horrible. Y para terminar, yo aparecí desnuda y él también, y tenía una mirada maquiavélica que hizo que me despertara con lágrimas en los ojos y una cara de pánico que enseguida preocupó a Hanji.

─¡Yuki! ¿Estás bien?

Yo estaba temblando. No pude ni responderle.

─¿Yuki?

Lo miré torciendo los ojos, sin quitar mi cara de shock.

─Desde ayer tienes esa cara. ¿Qué pasó? ¿Tuviste una pesadilla?

Tomo aire y lo dejo salir. Tengo que recuperar el aliento y el ritmo cardíaco. Tengo que decirle a Hanji la verdad, como lo hice hace siete años. De no haberle dicho nada, seguramente nunca hubiera abandonado ese lugar tan tóxico que era mi casa, y tampoco a ese hombre tan horrible que ha dañado mi vida y muchas más que no tuvieron nada que ver conmigo. O tal vez... no viviría en este momento...

Sí, tengo que pedirle ayuda, para no volver a repetir lo que no quiero volver a vivir otra vez.

─Hanji, tengo que decirte algo muy importante. Es algo que ya me dio pánico alguna vez y que parece que está volviendo.

Él toma mis manos para que me tranquilice.

─Habla sin miedo. No te preocupes. Lo que sea que esté pasando lo vamos a solucionar, incluso si tengo que sacrificar la vida de Sorimachi.

─¿Por qué la de Sorimachi?─ pregunto entre risas. No saben cuándo dejar de hablar mal del pobre.

─Era broma─ ríe también─. Pero ya, enserio, ¿qué te sucede?

Suspiro, y lo miro a los ojos. Esos ojos verdes que siempre me tranquilizaron.

─Bueno, lo que pasa es que...

Una llamada me interrumpe. Tomo mi celular y me fijo. Es de Tori. Qué extraño, ella no es de llamarme al celular. 

Acepto la llamada

─¿Tori?

─Y-yuki, acaba de pasar algo horrible─ se escucha muy alterada.

Ay no, por favor que no sea lo que estoy pensando.

─¿Q-qué?

─Tu tío s-secuestró a... H-himeko...

Esas fueron las palabras que hicieron que tirara el celular, y cayera de rodillas al piso. Tengo la misma expresión de pánico de hace un momento, pero peor, sumado a que se me cayeron unas cuantas lágrimas.

─¡Yuki! ¡¿Qué pasó?!─ Hanji me toma de los hombros y me sacude─¡Por favor di algo!

─Y eso no es todo─ Tori continúa hablando por teléfono─, dejó una nota en el balón de Himeko que dice que si no apareces viva en su casa, Himeko iba a...

No pudo terminar la oración, ya que pegué el grito más fuerte de mi vida.


Hanji, Sawada, Tori y yo fuimos a darle la noticia a Genzo y Tsubasa, pero al llegar a su casa, ya se habían enterado por la escuela.

─T-tsubasa...

─¡TÚ!─ Tsubasa tomó del cuello a Takeshi y lo levantó en el aire─¡SI ESTABAS AHÍ ¿POR QUÉ NO HICISTE NADA?!

─¡Tsubasa, basta!─ le rogó Tori.

─¡¿Y TE HACES LLAMAR EL NOVIO DE MI HERMANA?!

─¡L-lo siento!─ dijo Takeshi.

─¡Él estaba armado, y casi lo mata! ¡No podíamos hacer nada!

─Tsubasa, por favor escúchalos. Mi tío es un hombre muy peligroso, pudiste haberlos perdido a los dos si intentaban hacer algo─ le digo.

─P-pero es que...

─Matar a Takeshi no va a solucionar el problema─ le dice Genzo.

Tsubasa finalmente suelta a Takeshi y rompe en llanto en el piso.

─¡HIMEKOOOOOO!

─No te preocupes, no le va a hacer nada─ le hablo─. Él me busca a mí. Se la llevó para que yo fuera a mi antigua casa a buscarla.

─¿Pero vas a ir allá?─ pregunta Genzo.

─¡Ni loca vas a ir sola!─ Hanji me toma fuertemente de las muñecas─¡Yo iré contigo!

─¿Seguro, Hanji? Podrías salir herido...

─¡¿Y piensas que me importa?! ¡Yo tengo que estar contigo para protegerte!

En ese momento Ryo y Cho entran desesperados.

─¡TSUBASA, WAKABAYASHI, ESCUCHAMOS LAS NOTICIAS!

─Vamos a ir a buscarla a mi casa─ le digo.

─¡¿QUÉ?! ¡¿VAS A IR?!

─Pues tengo que. O si no la matará.

Tsubasa empieza a llorar más fuerte.

─Yo iré contigo. Voy a darle su merecido por haberte hecho tanto daño.

─Entonces seremos nosotros tres─ dice Hanji, refiriéndose a mí, a él y a Ryo.

─Yo también quiero ir─ dice Cho.

─No, más de tres es manada. Si vamos mucho podría ser un problema. Tú quédate aquí con los demás─ dice Ryo.

─No salgan si no es necesario, o podría hacerles algo horrible a ustedes─ les digo a todos.

─¡Por favor tráiganme a mi hija con vida!─ nos ruega Tsubasa.

─Confía en nosotros─ le dice Hanji, y los tres nos dirigimos al auto. 

No va a ser un rescate riesgoso, pero tenemos que hacerlo por el bien de Himeko.


Finalmente llegamos a mi antigua casa. Escondimos el auto detrás de un arbusto. Lo vimos salir en el suyo. Estamos solos, pero debe estar planeando algo, porque si espera que yo vaya a rescatar a Himeko, debe estar dentro de la casa para capturarme. Esto no me gusta nada.

─Vamos─ entramos a la casa en silencio.

Al entrar a mi casa, me sentí extraña, como que se me erizó la piel al ver mi verdadero hogar luego de mucho tiempo. Todo está como lo recuerdo, excepto que hay manchas de sangre...

─Ay, no...─ Ryo se tapa la boca.

─Himeko...

─No se preocupen, no son de ella─ les digo.

─¿Cómo lo sabes?

─Porque no tiene motivos para matarla ahora, sólo han pasado unas horas desde que la secuestró.

Pero en el fondo estoy muerta de miedo.

─Busquemos en toda la casa─ ordeno, y nos separamos. 

Yo voy directamente a la habitación de Hiroshi. Himeko no está ahí.

Pero al pasar por la cama, una mano tomó mi tobillo con fuerza.

El susto fue enorme, pero la sorpresa que me dio al ver a esa persona fue todavía peor. 

─Y-yuki...

Es Saya Shinomiya.

𝗠𝗜 𝗠𝗘𝗗𝗜𝗢 𝗕𝗔𝗟𝗢́𝗡 𝟯 ❱ Capitán Tsubasa ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora