𝗠𝗜 𝗠𝗘𝗗𝗜𝗢 𝗕𝗔𝗟𝗢́𝗡 𝟯 ❱ Capitán Tsubasa ✔

VIII. 𝐑𝐄𝐄𝐍𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐏𝐎𝐑𝐓𝐄𝐑𝐎𝐒

WAKABAYASHI'S POV

Wakashimazu vino a vernos. Qué extraño. No es de venir a vernos (al menos él solo).

Tsubasa y yo cortamos un trozo del pastel que hicimos hace dos días, y se lo servimos. 

─Muchas gracias─ dice.

─Y dime, Wakashimazu─ le hablo─, ¿a qué viniste?

─Oh, pues, quería visitarlos a ustedes y a mi sobrina─ le sonríe a Himeko, que estaba jugando con Piko a un lado de la mesa─. Además, quería practicar un poco mis atajadas con ayuda de ustedes, digo, si no les molesta.

─Para nada, tengo ganas de jugar fútbol.

─Vamos a practicar como en los viejos tiempos─ me acomodo la gorra.

─¡Yo también quiero!─ exclama Himeko, sujetando a Piko en sus brazos.

─Oh, Himeko, sabemos que te encanta el fútbol, pero te puedes lastimar, mira que nosotros somos brutos jugando─ le digo─. A la próxima juegas con nosotros, ¿sí?

─Pero si juega con nosotros podría mejorar sus habilidades, ¿no crees?─ me dice Tsubasa.

─Ya, pero tenemos que ser cuidadosos con ella, no olvides que sólo es una niña de cuatro años.

─Claro que sí─ sonríe.

─"Claro que sí", la última vez le pegaste un pelotazo en la cara y casi le desvías un tabique─ le recuerdo. Estábamos enseñándole a Himeko a ser portera pero Tsubasa sin querer le dio con el balón en la cara. Estaba tan entusiasmado que se pasó un poco.

─Jaja, se me había olvidado─ se rasca la nuca con una sonrisa inocente.

─Yo sí tendré cuidado─ habla Ken─. Pero si ella quiere puede sentarse y ver cómo jugamos nosotros para que vea más o menos cómo debe moverse y todo eso.

─Tiene cuatro años, tampoco va a entender mucho─ le digo.

─Pero podría aprender mi atajada con el poste, por ejemplo.

─¿Y si se lastima?

─No se va a lastimar, yo me aseguraré de e...─ estaba por comer lo que quedaba de su pastel cuando se dio cuenta de que desapareció por completo─¿Pero qué...?

─Oigan, Himeko está bajo la mesa, comiendo el pastel─ Tsubasa señala a Himeko con el tenedor y el trozo de pastel.

─¿Quieres, Piko?

─Himeko─ me agacho y la veo.

─No se preocupen por eso, de todas formas ya me estaba llenando─ dice Ken─. Además, no pueden enojarse con una pequeñita tan linda como lo es ella─ le sonríe tiernamente.

─Ya sé que es una ternura, pero si alguien no le dice nada es capaz de hacer cualquier destrozo, como la semana pasada cuando pateó a Piko tan fuerte que rompió un florero, y adivinen quién tuvo que limpiar: yo─ me señalo con el dedo.

─Es una niña muy activa, como yo cuando tenía su edad, y pensar que ella no es...─ le tapo la boca. Estuvo apunto de revelar una verdad muy fuerte que pudo haber hecho que el ambiente se volviera incómodo.

─¡¿Qué te dije de decir eso?!─ le susurro.

─Upps, perdón.

─¿Yo no soy qué?─ pregunta Himeko.

─Emmm nada, nada de nada─ le respondo─. ¿Vamos al patio trasero a jugar fútbol?─ le pregunto para cambiar de tema.

─¡Síiiii!─ se levanta pero se golpea la cabeza─Auchiii.

─Siempre te he dicho que para salir de abajo de la mesa debes gatear, porque sino te vas a golpear la cabeza─ le digo.

Ella sólo tomó su balón y se fue corriendo afuera.

Tsubasa practica sus tiros normales, de chilena, y el tiro con efecto, y Wakashimazu y yo vemos quién puede parar más.

Su tiro con efecto es increíble. La primera vez que lo hizo para que yo lo pudiera atrapar, quedé impactado. Es un tiro muy eficaz, aunque Ken ya lo ha parado antes. En eso sí me ganó, jaja.

Himeko observaba asombrada cómo jugábamos.

─¡Quiero tirar!─ se nos acerca.

─Pero Hime...

Ella no lo escuchó y tiró a la portería. Ken detuvo el tiro sin problema.

─Hime, ese tiro es muy difícil de aprender, y más a tu edad. Yo lo aprendí recién a los quince años, ¿te puedes imaginar?

─¡Pero yo quiero que el balón vuele!

Esas palabras me llegaron al fondo del corazón. Es lo mismo que decía Tsubasa cuando lo conocí. 

Puede que no sea hija de sangre, pero se nota que es la hija de Tsubasa, y eso me llena de orgullo.

─Pronto lo podrás hacer, Himeko─ Ken se le acerca y la carga en upa─, pero por mientras, ¿qué tal si simplemente tiras normal a la portería? O si no practicamos mi atajada.

─¡Síiiii!

─Si se llega a lastimar te aseguro que te quedarás sin tu melena─ le amenazo, agarrando con fuerza un mechón de su cabello.

─Mensaje captado─ sonríe nervioso mientras una gota de sudor corre por su sien derecha.

Ken se puso en la portería, y Tsubasa hizo un tiro normal, el cual fue detenido por la super atajada de Wakashimazu.

─¡Increíble! ¡Ahora es mi turno!─ se coloca en la portería─¡Tira, mamá!

─¡Aquí voy!─ realiza un tiro suave. Himeko intenta impulsarse con el travesaño, pero se resbala y cae en el césped. El balón entra en la red─¡Himeko!

─¡Himeko!

Ella se levanta y ríe con algunas lágrimas en los ojos. Su cara tiene algunos rasguños.

─E-estoy bien, jiji, aunque me duele la cara.

─De todas formas lo hiciste muy bien─ la felicita Ken.

─Muy pronto serás la mejor portera femenina de todo Japón─ le dice Tsubasa.

─¡Sí!

Ya es de tardecita. Himeko se quedó dormida en los brazos de Tsubasa. Él la llevó a su cama, mientras que Ken y yo hablamos.

─Has mejorado mucho, Wakabayashi.

─Sí. Ir a Alemania me hizo bien.

─Y te luciste en la final contra Brasil del torneo en Europa.

─Estoy orgulloso de haber ganado con todos ustedes, y ahora vivo la vida de mis sueños con Tsubasa y Himeko.

─Tienes una hermosa familia. Criaste bien a tu hija, tu reputación es enorme, por eso mereces ser el mejor portero de Japón. 

─Ken...

─¿Recuerdas cuando nos peleábamos por ver quién era el mejor? Al final terminaste siendo tú... Pero no me molesta, porque ahora tú debes ser el mejor por Himeko.

─Tú no eres el mejor, pero nadie puede igualar tus atajadas. Mejor ser auténtico que ser el mejor.

─Wakabayashi, gracias por esas palabras─ sonríe.

─De nada. Ya no somos rivales, ahora somos compañeros de equipo─ le ofrezco mi mano para que la estrechemos. 

─Sí─ me da la suya en un fuerte apretón de manos.

─¡Vengan a merendar!─ nos grita Tsubasa desde la ventana.

─¡Vamos!─ nos levantamos y entramos.

Al final, este entrenamiento nos sirvió para arreglar viejas cuentas.