Dark Mafia

VII

Peter wyman

Regreso y me coloco el primer traje de mi talla que encuentro, para después salir del centro comercial acompañado por Andrew, los miembros del consejo, Sophia y Kate.

La fiesta se celebra en la escuela que se inaugura, a tan solo una cuadra de distancia de la universidad de Diebe.

El gimnasio esta hermosamente decorado con la temática: Baile de graduación. Y todos los presentes visten con elegancia y glamour.

Erick y Alex se alejan para bailar juntos, Lucas y Sam se acercan a la mesa de aperitivos, Sophia toma asiento en una mesa y Kate se mantiene de pie a su lado.

Enciendo mi celular y reviso si hay algún mensaje, pero no lo hay.

—¿Sucede algo? —pregunta Andrew mientras caminamos por los pasillos.

—Nada —miento.

Andrew saluda y es saludado por múltiples personas, pero su atención esta puesta en mi todo el tiempo.

Mi mente no puede evitar pensar en el mensaje, y le doy miles de vueltas hasta el cansancio.

—Dime la verdad —pide mientras regresamos al gimnasio después de que saluda a varios invitados.

—No sucede nada —digo nuevamente.

El no me cree y me encierra contra la pared detrás de la puerta antes de entrar al gimnasio.

—Algo te sucede, lo sé —declara.

Niego con la cabeza y quito el cabello de mi rostro.

—No sucede nada —contesto.

Las puertas se abren y se aparta inmediatamente. Aprovecho la oportunidad y me adentro en el gimnasio.

—¿Puedo sentarme? —pregunto a Sophia, refiriéndome al asiento a su lado.

—Si no esta ocupado puedes cogerlo —responde.

Sophia le pide a Kate ir por bebidas y esta obedece.

—¿Has recibido más mensajes? —pregunta.

—No —respondo sin titubear.

Asiente con la cabeza y se mantiene en silencio hasta que Andrew se acerca para sentarse a su lado.

Kate regresa con las bebidas y se mantiene de pie sin decir nada.

—¿No me dirás que sucede? —pregunta Andrew nuevamente.

La expresión de Sophia cambia e intuye de que se trata, y que le mentí.

Antes de responder o poder decir algo, un hombre alto y corpulento se nos acerca.

—Es un placer tenerlos aquí —expresa el hombre.

Andrew se levanta y ayuda a Sophia a hacer lo mismo.

—El gusto es nuestro —contesta Sophia.

Se estrechan las manos y el hombre se sienta.

—¿Cómo van los negocios? —pregunta Andrew.

—Excelente, pero estamos en una fiesta, no hablemos de trabajo —contesta el hombre —. Mejor hablemos de ustedes.

La historia comienza a parecerme interesante y comienzo a prestar atención.

—Mi esposa me ha dicho que todavía no tienen fecha para la boda —comenta el hombre —. Estamos emocionados por asistir a su boda.

Se me hace un nudo en la garganta, se me había olvidado que Andrew y Sophia están comprometidos.