7. Visitas ❄

1.9K 326 28
                                    

Yoongi no recordaba la última vez que había estado tan emocionado e ilusionado por algo; si no se tenía en cuenta el paseo con Hoseok y Tae, claro. Sin embargo, en esta ocasión era diferente porque sabía que Seok también quería verle a él y, además, ahora sabía que le gustaba.

Estaba de tan buen humor que ni las dos caídas en la nieve de camino al trabajo, ni los problemas con el futuro grupo de k-pop, ni que no le hubiesen llevado todavía el café cuando llegó a la oficina, pudieron alterarlo. Incluso saludó a sus empleados sin gritar o soltar órdenes a diestra y siniestra, lo cual dejó descolocado a más de uno porque creyeron que venía ebrio.

Cuando abrió la puerta de su despacho, se llevó una sorpresa al ver que había alguien ocupando su lugar. La silla giró lentamente y Yoongi rodó los ojos al ver quién le esperaba ahí con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Tú qué haces aquí?

— Tan simpático como siempre — el otro contraatacó con sarcasmo. — ¿Así recibes a tu hermano favorito después de mil años sin vernos?

— Jimin, nos vimos en tu cumpleaños que fue hace solo dos meses; y no eres mi hermano favorito — rechistó Yoongi.

— Soy tu único hermano, que vendría a ser lo mismo. No creas que estoy aquí porque te echaba de menos, solo he venido porque mamá dijo que no le coges el teléfono desde hace días y me pidió que me pasara a ver si estabas bien.

— Estoy perfectamente. ¿Algo más?

— Pues sí. Vamos a celebrar el Año Nuevo en casa con toda la familia y algunos amigos, así que ya puedes cancelar cualquier plan que tengas para entonces.

— No puedo, Jimin — Yoongi tiró del brazo de su hermano para que se levantara de su silla. El más joven no opuso resistencia y solo fue hasta la ventana para echar un vistazo fuera; estaba nevando otra vez. — Habrá una fiesta de empresa la noche de Año Nuevo y tengo que estar aquí.

— En ese caso ven por Nochebuena, así pasarás la Navidad en casa con nosotros.

— Lo pensaré — dijo sin demasiado interés.

— Será mejor que pienses rápido, porque solo tienes dos semanas y está complicado viajar con este tiempo.

Escucharon un par de toques en la puerta, Yoongi dio permiso para entrar y apareció un hombre joven, con el abrigo y el gorro todavía mojados por la nieve. Traía una pequeña bandeja con un café y un cruasán que dejó en la mesa de su jefe.

— Su desayuno, señor Min. ¿Necesita algo más?

— No, ya puedes volver al trabajo.

El chico se despidió con una pequeña reverencia antes de salir del despacho. Jimin se quedó mirando hacia la puerta con una ceja enarcada.

— No fastidies, hyung. ¿Quién era ese, tu mayordomo?

— No; es Jeon Jungkook, el becario. Trabaja aquí temporalmente mientras termina sus estudios de... bueno, no tengo ni idea de lo que estudia, pero su madre está en el departamento de relaciones públicas así que será algo de eso.

— Ah, ya veo... Es muy atractivo, quizás pueda contratarlo como modelo para que luzca alguno de mis diseños.

— Deja en paz a los empleados — refunfuñó el pelinegro. — Y de paso a mí también, porque tengo mucho trabajo que hacer.

Jimin acató la petición y acto seguido se abotonó el abrigo para marcharse, pero no sin antes advertirle a su hermano que volvería al mediodía para que fueran a comer juntos, aprovechando que estaba en Seúl. Yoongi accedió a regañadientes, de todos modos por la tarde tenía una reunión de negocios en un restaurante del centro de la ciudad; podía ir hacia allí directamente después de almorzar con Jimin.

December Love Story 🎄[YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora