December Love Story 🎄[YoonSeok]

26. Regreso ❄

Yoongi podía jurar que había pasado un mes entero desde que se enteró de la noticia de que Hoseok había regresado a Seúl. Sin embargo, el calendario no estaba de acuerdo, y es que apenas habían transcurrido dos días.

¿Por qué Seok estaba tardando tanto en buscarle? ¿A qué estaba esperando? ¿Acaso no le había extrañado tanto como Yoon a él durante todo ese tiempo? Aquella última pregunta despertó ciertos temores en el empresario.

¿Y si el castaño había conocido a alguien más mientras estaba en el extranjero? ¡O peor! ¡¿Y si había conocido a alguien en Corea?! Diablos, cómo no se le había ocurrido pensar en eso antes...
El CEO de esa maldita empresa para la que Hoseok trabajaba era famoso por sus aventuras extramatrimoniales, y por sus juergas de soltero después del divorcio. ¿Era ya demasiado tarde para salvar a Hoseok de las garras de ese depredador? Yoongi se tiró de los pelos, frustrado, imaginándolo en el despacho de ese tipo. ¿Y si no estaba con el jefe, sino con algún empleado? ¿O con algún idol?

Mierda, Yoon estaba perdiendo un tiempo tan valioso. Seok podría haber tenido veinte parejas, haberse casado y divorciado diez veces, y haber criado a tres o cuatro Taehyungs más mientras Yoongi esperaba cruzado de brazos a que el susodicho le buscara. ¡Tanto tiempo había pasado!
Para ser exactos dos días, pero al empresario le parecían dos décadas.

Sin embargo, esas 48 horas no eran nada en comparación con los tres años que habían estado separados. Si Hoseok por la razón que fuera todavía no quería verle, Yoon no iba a forzar las cosas. Esperaría pacientemente ya que tenía la firme corazonada de que el menor se pondría en contacto con él muy pronto... o al menos, eso deseaba.

---------------------☃☃☃

El chillido de una niña que lloraba a todo pulmón sobresaltó a Yoongi, quien se encontraba a pocos metros ojeando libros en la tienda que quedaba detrás de la enorme silla de Santa Claus, dorada y rodeada de falsas cajas de regalo. La pequeña gritaba como si la estuvieran matando, mientras su madre y el pobre hombre que hacía el papel de Santa Claus trataban de calmarla con promesas sobre regalos y caramelos.

Yoon cerró el libro que estaba mirando y se alejó rápido de ahí porque el ruido le estaba taladrando los tímpanos. Ahora que lo pensaba, su gato lloraba de una forma similar en la madrugada cuando quería sacarlo de la cama para que le diera de comer... Panda, ese gato malcriado. Si no fuera tan adorable se enojaría con él por no dejarle dormir.

Una vez que se hubo alejado de la zona cero, donde estaba el falso Santa Claus con todos los críos escandalosos que hacían cola para verle, Yoongi fue a por una bebida caliente. Necesitaba algo de cafeína para el largo día que le esperaba en la oficina.

Ya con su café humeante en mano, se dirigió de nuevo hacia las escaleras mecánicas para bajar e irse. Antes de doblar una esquina, la melodía de su teléfono le distrajo por un momento. Lo único que hizo fue sacarlo de su bolsillo, pero ese tiempo fue suficiente para que no se percatara de que venía alguien desde el otro lado.