December Love Story 🎄[YoonSeok]

16. Perdón ❄

Los días eran más cortos en invierno, y en cuanto empezó a oscurecer, Hoseok decidió que era el momento de volver a casa. Fue divertido ir a la feria con Tae; se subieron a la noria, al carrusel, se hicieron fotos en el trineo lleno de regalos y un señor con traje de Santa Claus... el niño parecía haber olvidado por completo la conversación sobre el viaje, y Hoseok por un rato la había olvidado también, así como las llamadas de Yoongi.

Las notificaciones seguían ahí: dos llamadas perdidas y tres mensajes, que leyó sin abrir el chat.

Yoongi: Me he enterado de que dejaste tu trabajo

Espero que estés bien...

Llámame, aún tenemos que hablar sobre lo que pasó.

No respondió porque honestamente no sabía qué decirle, ni tampoco quería hablar con él. Las cosas que Yoongi le dijo la noche anterior le habían hecho mucho daño y, para ser sincero, tenía miedo de volver a enfrentarse a él. Total, ¿para qué? Había quedado bastante claro que no confiaba en Hoseok; que era capaz de lastimarlo sin que le temblara el pulso, que no dudó en humillarlo en su intento de hacerle confesar un crimen que no había cometido.

"Hace menos de un mes que te conozco, ¿cómo mierda quieres que sepa de qué eres capaz y de qué no? "

"...me duele que me mientas y actúes a mis espaldas"

"¿...entonces cómo has podido permitirte pagar esto?"

Recordar toda la conversación y lo feliz que estaba antes de que discutieran le dolía como una patada en el estómago. Las cosas no deberían haber sido así, Yoongi tenía que emocionarse por el regalo, darle un beso, decirle que le quería... No obstante, ahora ya no quería volver a escuchar esa última frase porque no iba a tragarse el mismo cuento dos veces.

Quizás le gustaba físicamente al empresario, pero de ahí a que lo quisiera de verdad y le respetara había un buen trecho. No habría sido tan terrible, pensó, si le hubiese concedido el beneficio de la duda. Pero no, Yoon le acusó como si fuera lo más evidente del mundo que Hoseok había robado ese sobre; claro, como él no tenía tanto dinero.

Lo peor de todo era que seguramente seguía pensando que había sido él, si no tenía otros sospechosos en mente, por mucho que Seok insistiera en que era inocente no tenía forma de demostrarlo salvo su palabra. Y si Yoongi no creía en su palabra...

— ¿Vamos a casa de Kentaro hyung? — preguntó Tae mientras esperaban el autobús.

— No, más tarde él vendrá a nuestra casa. Yo tengo que trabajar por la noche, pero él se quedará contigo y mañana por la mañana se irá en cuanto yo vuelva — explicó, y los ojos el niño parecieron brillar al escuchar que al día siguiente Hoseok volvería a estar con él.

— ¡Otro día libre! — exclamó. — ¿Vamos a ver a Santa Claus?

— Pero si ya le vimos hoy — rio el mayor, a lo que su hermanito hizo un puchero y negó enérgicamente con la cabeza.

— Ese era de mentira. El real está en el centro comercial.

— Está bien Tae, mañana iremos a verlo.

— ¿Aunque la cola sea muuy larga?

— Esperaremos lo que haga falta — prometió, consiguiendo que la sonrisa del pequeño se agrandara.

— ¡Eres el mejor, hyung!

Hoseok le acarició la cabecita, realmente conmovido por sus palabras. Ojalá Yoongi también hubiera pensado eso de él; que era bueno, honrado, no un miserable que había esperado un momento oportuno para robarle el dinero.
Pero ya no tenía sentido torturarse pensando en ello, quería dejar ese asunto atrás, igual que los sueños de un futuro juntos que ilusamente había alimentado durante semanas por culpa de las bonitas (pero vacías) palabras de Yoon.