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Narra Monica

08/03/2016

Vanesa salió y mi cuerpo fue incapaz de moverse a buscar el café o a algún lugar de la casa, me quedé estática esperando un no se que.

Antes de irse en la habitación había llorado o al menos eso me pareció sus ojos estaban cristalizados y sus mejillas rosadas.

Sin darme cuenta estaba caminando a mi habitación la ropa de pijama que había usado estába en un costado perfectamente doblada, al cama arregalda y el perfume embriagador de su cuerpo inundaba la habitación me pregunté si se había colocado un perfume o simplemente su olor aún estába en mi sali de aquel lugar y fui a la otra habitación me senté en la cama desordenada.

Anoche desperté y ella estaba abrazada a mi como un koala su cara escondida en mi cuello como si de un refugio se tratase a la mañana despertó desesperada y se separo de mi se levantó de la cama y salió como si quisiese huir.

Busque mi libreta y me deje caer en la cama.

Mi mente viajaba entre el porque y el por quien, las palabras no tardaron en fluir

' Te vi pasar fugasmente y pedí un deseo '

Salí a desayunar tome otro café sentada en un la mesa de fuera del café con el sol reflejado en la ventana de la casa de en frente.

Luni jugaba en mis pies con un hueso de juguete, mientas yo comía.

Luni era la compañera perfecta para todo excepto para correr ya estaba muy viejita así que debía cargarla en brazos, solía estar en Elche con mis padres solo estaba un mes conmigo haciendome compañía, ya mi madre me reñia por no llevarsela aun digamos que es su pequeña luni.

Volví a casa y seguí escribiendo pensamientos, microcuento, ideas para programas de radio, todo lo que viniese a la mente, ;recostada en mi cama con luni durmiendo a mi lado, me salte el almuerzo, comí chocolates a media tarde tenia una reserva de bombones en mi mesa de noche, me di cuenta de que faltaban algunos asumí que Vanesa había tomado alguno no le tome importancia aunque mis bombones seguían siendo sagrados.

Mi móvil llevaba sonando unos quince minutos Amaia del editorial llamaba y escribía mensajes avisándome que traerían algunos libros para que los firmase y me pedía una lista de personas a las que le daría el libro firmado, yo no tenía cabeza para pensar en quien le regalaba un libro y a quien no.

Al hablar del libro los nervios se acumulaban en mi estómago formando un tornado de emociones.

Cayó la noche y escribí la lista enviándola antes de que fuera más tarde.

Tenía unos mensajes de vanesa que no había visto.

-Empezando el libro que maravilla de comienzo por favor !!

-Que fuerte.

-Mónica responde!! Que maravilla de verdad

-Carrillo???

-Te has enfadado conmigo?

Reí ante su intensidad el último mensaje era de las seis de la tarde me había quedado dormida a las cuatro y eran las ocho tampoco había sido tanto tiempo.

-Hola Martin, me alegra que te gusta, no estoy enfadada ¿tengo porque estarlo?, estaba descansado la cabeza no me da tregua.

El visto llego al momento

-Hola Carrillo, esta genial aun voy ni a la mitad pero es que me da más vueltas la cabeza creo que tengo que dormir un rato, no tienes porque y ¿que te tiene la cabeza loca si se puede saber?

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