47

753 17 4
                                    

Narra Monica

A las tres menos cuarto ya estábamos comiendo entre risas una " paella a la Moni Moni " o así decidió llamarle Vanesa con una maravillosa lógica

- paella a la Moni Moni - luego de probar el primer bocado

-  ¿a la Moni Moni? - le pregunte burlona

- umjum porque esta tan buena como la cocinera -fue solo escucharla y sentir mis mejillas arder lo cual trete disimular tomando de mi copa

- Maria Vanesa - dije luego de unos segundos

- esta muy buena - afirmó y yo reí

- lo dudabas Martin - pregunte alzando una ceja

- nunca Carrillo confío plenamente en tus habilidades  - dijo con completa seriedad

Terminamos de comer, fuimos a la cocina pusimos el lavavajillas y nos sentamos a terminar nuestro vino

- que maravilla de vino - dijo volviendo este a sus labios

- es delicioso - ella alzó una ceja y yo reí

- ay Martin que e hecho para merecer esto  - dije mirando al techo a lo que ella río

- si quieres te dejo que hables con el techo sola eh - negué

- sirve más anda - pedí y ella obedeció sirviendo mi copa y tomando de ella antes de entregarme la - gracias guapa -

- podrías decirme cuales fueron tus regalos creo que me falto uno- dijo volviendo a tomar vino y limpiar de la comisura de sus labios la mancha carmesí que este dejo

- chocolates, chocolates con forma de corazón, bombones de chocolate - pensé unos segundos - el collar, el brazalete y alfajores no no y polvazo - culmine y vi como se ahogaba con el vino mientras yo me permitía reír fuerte ante su reacción.

- lo último lo más importante - dijo recomponiendose

- hombre y tanto - afirme a lo que ella respondió con una sonrisa

- falto algo espérame ya vuelvo - dejo la copa en el mesón sonando el cristal de esta contra la mesa y salió de la cocina para perderse de camino a el salón

al pasar unos segundos escuché la voz de Alejandro Sanz haciéndome sonreír seguida de su figura dando vueltas a el ritmo de la música creando un baile que ella creía sexy hasta llegar a mi y  dejar tres botes de cristal en el mesón.

- ¿que es? - pregunte

- aceites comestibles de chocolate, chocolate blanco y dulce de leche- dijo y vi como su mirada se iluminó

- Martin te e dicho que eso no se va a repetir ya estoy muy vieja perdí mis cualidades de masajista - dije y ella hizo un puchero.

- podemos intentarlo - dijo siendo toda una niña mimada.

- ya veremos - me gano la curiosidad y tome uno de los botes con sumo cuidado

Abrí la tapa, deje caer un mi dedo unas gotas de este aceite, llevando este a mi boca y probando el sabor de un puro chocolate con toques de maní que pudo volverme loca, tome otro boto ante la atenta mirada de mi chica que bien podía estar babeando , hice el mismo gesto mientras está me miraba con los labios entre abiertos, chocolate blanco maravilla pura, seguido de el aceite de dulce de leche que no creo necesite más osea describirse que maravilla me encontraba extasiada entre los sabores de estos.

-  ¿están buenos? - pregunto Vanesa mirándome fijo

-alguna vez te e dicho que te amo-pregunte a lo que ella respondió riendo

- alguna si - repondio tomando nuevamente su copa y bebiendo de esta sensualmente

- ven aquí vamos a probar algo - le dije tomando tos los aceites y llendo a pasos lentos hasta la habitación.

me detuve en el toca discos y coloque nuevamente la canción que ya había pasado, deje los aceites a un lado y me gire chocando con vanesa que esperaba a mi espalda.

Tome sus manos, las lleve a mi cintura dejándolas allí y volví las mías a su cuello

- ¿que hace señora? - pregunto sin despegar su cuerpo del mio

- necesito que me enseñes a bailar pero creo, creo que quiero bailar contigo como hace muchos años antes de hacerte un masaje - ella sonrió y apretó mi cintura pegándome más a su cuerpo

- venga dejare llevar - y no necesitamos más con Mi Marciana bailamos pegadas la una a la otra rozando nuestros labios y robando os besos a ratos disfrutamos de más de una canción hasta que entre vueltas terminamos en la habitación bailando una danza completamente diferente.

La danza de nuestros cuerpos que se gustaban frenéticamente y se buscaban, nuestras pieles erizadas, las miradas pidiendo más, los gritos ahogados, el placer abrumador acompañado de miles de te quieros susurrado a en mi oído al ritmo de nuestros cuerpos, con la voz entre cortada nos degustamos sin prisas, con pequeñas pausas para respirar que no hacían más que enloquecer nos más terminamos agotadas abrazadas mientras yo me acurrucaba en su pecho y ella dejaba caricias en mi cabeza locas por las otras  sonriendo como tontas no hacía falta más.

- eh guapa - murmuró y yo levante la mirada encontrándome con la suya que brillaba como cada vez que terminábamos de hacer el amor. - estas muy guapa- murmuró y me derreti llendo a sus labios y dejándo huella en ellos una vez más

- tu lo estas mucho más - susurre sobre sus labios

- te voy a contra un  secreto- yo asentí y ella fue a mi oreja susurrando -nunca me había enamorado de alguien como de ti me vuelves loca - yo sonreí y me sonroje

- yo nunca me habia enamorado con tanta fuerza - respondí en su oído en el mismo tono

- ¿estas cansada? - yo solo pude asentir ella sonrió se giro quedando sobre mi cuerpo antes de levantarse tomar una camiseta de tirantes y salir de la habitación. - es mi turno de consentirte

- ¿más?- ella asintió y me mostró los botes de aceite

- boca abajo  vamos - yo obedecí y seguidamente sentí un pequeño goteo caer desde mi espalda baja hasta mis hombros seguido de unas manos que empezaron a dejar masajes en mi espalda.

- ni tan mal - logre decir con los ojos cerrados

- muy bien querrás decir - era muy egocéntrica la chiquilla

- si si eso sigue - murmure

- ¿ que sigo? - dijo y pude imaginar su sonrisa pícara

- los masajes mal pensada -

- jo yo que quería seguir con otra cosa - sentí su respiración chocar en mi cuello seguido de un beso en este

- Martin los masajes - ella se quejo pero siguió bajando llego a mi espalda baja entre besos y volvió a subir a mi cuello entre la chupetones - me haces perder la cordura

- ¿sigo? - murmuró en mi cuello

- sigue - pedí en un suspiro

- ya no quiero - dijo y volvió a dar masajes

- Maria Vanesa que sigas joder - pedí en un quejido

- vale, vale como diga la señora - respondió poniendo sus manos en alto

- señora, tus... - un suspiro  se me escapo -  señora si soy señora. -

]]]]]]]]]]]]]

HOLAAA que tal perdón por desaparece pero aquí tienen dos caps un beso

Promesas De Abril Donde viven las historias. Descúbrelo ahora