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Palabras: 10745
Contiene Lemon, ya sé que son escenarios Disney pero siempre he subido contenido explícito y aquí no voy a ser menos, así que para espero que lo disfrutéis. ^^
Un barco fluvial, esa fue la gran idea que se le ocurrió a Mic, aquella sería una forma fácil y directa de regresar a Nueva Orleans. Los cuatro se subieron solo que Freya y Katsuki ya se estaban preguntando como diablos iban a hacer para que Mic no destacase, puesto que a nadie le gustaría viajar con un caimán enorme en el barco.
Una banda de música estaba tocando no muy lejos de su posición, es más, se podía oír cada vez más y más cerca, distinguiéndose incluso sus sombras, nada más verlo Mic comenzó a perder los nervios al igual que las dos ranas. Katsuki y Freya no habían tenido una buena experiencia con los humanos desde lo ocurrido por la noche así que ambos saltaron y fueron a esconderse rápidamente con Ray tras ellos.
- ¡Tienen escopetas!
Gritoneó Mic a causa de que en las sombras los instrumentos parecían armas.
Miró a un lado y a otro en busca desesperada de un escondrijo intentando meterse en un canalón, pero solo entró su cabeza, el resto de su cuerpo quedaba fuera por sus grandes dimensiones, así que salió de ahí y al ver que no le quedaba más tiempo se encogió en el sitio intentando cubrirse con sus brazos y su cola, al hallarse con sus ojos cerrados no vio que se trataban de músicos que además iban disfrazados de animales, al menos no hasta que uno de ellos le habló.
- Buah, madre mía, llevas un disfraz sensacional. -Le dijo un chico que llevaba un disfraz de león.
- Oye caimán, ¿tocas la trometa? -Le preguntó uno que iba de oso hormiguero al ver el instrumento entre sus zarpas.
Como respuesta Mic comenzó a tocarla sin despegar la cola de su cabeza, manteniendo su cuerpo aún en tensión por el miedo de que le descubrieran.
- ¡Wuuuuu! -Exclamaban los músicos asombrados.
- Venga chico, síguenos. -Le dijo el león haciéndole un gesto con su mano ara que avanzase con ellos.
Mic lo hizo con una ilusión indescriptible, hacía sonar su trompeta mientras movía su cuerpo siguiendo el propio ritmo que él marcaba.
Freya y Katsuki observaron la escena manteniéndose abrazados a causa del pánico que les había entrado por la aparición de los humanos, pensando que aquello habría acabado en catástrofe. Cuando se dieron cuenta de lo juntos y apretados que estaban se separaron rápidamente. Freya rió con algo de nerviosismo y Katsuki se rascó la parte baja de su cabeza mirando a otro lado.
