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Palabras: 8909
Avisosexo explícito: Ya sabéis que en mis historias soy bastante explícita en las escenas de sexo y por eso prefiero avisar, por si acaso y por si alguien es demasiado sensible a mi forma de narrar los acontecimientos de este tipo.
Siento haberos hecho esperar tanto, espero que lo disfrutéis.🥰 •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°
La soledad había vuelto a su desgraciada vida. Por primera vez se sentía perdido caminando entre aquellas calles que había recorrido desde que tuvo que empezar a valerse por sí mismo.
Los coches pasaban por su lado uno tras otro y la gente continuaba haciendo su vida normal. Cada paso que daba por la calle sonaba húmedo a causa de que el suelo estaba mojado. Esa noche parecía que se avecinaba otro temporal, pero a Bakugou no le importaba si la lluvia lo pillaba lejos de lo que él llamaba "casa".
Estaba reflexivo, hacía tiempo que no le daba vueltas al asunto de que era un don nadie, un simple vagabundo, despojo para la sociedad... Entre Dabi y Freya se lo habían dejado más que claro.
No podía sacársela de la cabeza, ni tampoco cada palabra que salió de su boca, que fueron como cuchillas directas a su corazón. Incluso tuvo la mala suerte de pasar frente al banco en el que se la encontró, vulnerable y preciosa, expuesta a cualquier peligro, y él se comportó como su ángel guardián todo el tiempo, no, no merecía ese trato, pero entendía la desconfianza, al fin y al cabo era eso, un vagabundo, alguien sin hogar, ni trabajo, ni familia... No era nadie, y eso para alguien de la clase de Freya debía de ser un insulto.
Una chica que lo tiene todo y un chico que no tiene nada que ofrecer.
-¿Qué te esperabas idiota?- Se dijo a sí mismo entre dientes.
Bakugou paró en seco. El pensamiento que cruzó por su cabeza fue fugaz. Casi se había olvidado... Si Dabi hace las cosas es por un motivo, siempre hay un motivo detrás. No iba a venir a decir tres o cuatro estupideces y cortarnos el rollo sin obtener algo a cambio, él no actuaba así.
¿Y qué era lo que le interesaba sobre separarlos y hacer que discutieran?
Ahí fue cuando dio en el clavo. Se llevó ambas manos a la cabeza, sintió una enorme sensación de vértigo, teniéndose lo peor.
-Joder, Freya, no... ¿Por qué no lo he pensado antes?
Sus pies se movieron solos. Salió a correr escopeteado, como cuando la policía le perseguía por haber robado un bolso a una pobre señora, pero esta vez la sensación de adrenalina no era placentera. No sabía lo que se iba a encontrar, si la había secuestrado o le había hecho algo cuando se fue sola... Esperaba no llegar demasiado tarde.
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No podía dejar de darle vueltas al tema. Incluso cuando ya estaba en la cama, sentada, mirando hacia sus dedos, que no paraba de mover a causa del nerviosismo alojado en su interior. Tenía la necesidad de hacer algo. Estaba comenzando a confundirse por sus sentimientos hacia Bakugou y se sentía realmente mal.
