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Palabras: 9208
Antes de nada dejaré por aquí el reparto de personajes y una breve explicación de por qué los he escogido ^^ (Solo mencionaré a los que salen en este capítulo)
Blancanieves: Freya Fukui (Para los que empecéis a leer mis historias por primera vez es mi Oc, un personaje inventado por mí.)
El rey, padre de Blancanieves: Jacob Fukui (Personaje creado por mí.)
La madrastra, reina malvada: Nemuri Kayama, o Midnight. (Sé que claramente no tiene la mente retorcida de alguien como la reina malvada, aunque en este caso modificaré su personalidad de esa manera para que se cierna a ma historia. Me parece que pega bastante por lo coqueta que es y lo mucho que se ama a sí misma físicamente, o al menos eso demuestra.)
Príncipe azul: Shoto Todoroki. (He decidido que el príncipe sea él, si esto es así, es obvio que en esta adaptación Blancanieves no acabará con el príncipe. Lo he elegido a él porque me parece alguien elegante y caballeroso, como un príncipe de cuento.)
El cazador: Katsuki Bakugou (Me gusta más la idea de que adopte este rol, se me hace más interesante para la trama, ya lo veréis. Oh, y aunque a lo largo de la historia no aspire a ser un cazador no os sintáis confusxs, ya se irá desvelando todo poco a poco, espero que esto no os genere confusión.)
La princesa descendía rápidamente por las escaleras que daban al gran jardín situado en la parte trasera de su palacio. Había concluido sus horas de estudio y, como era obvio, la niña de diez años quería divertirse.
Su risa inundó el ambiente seguida de los ladridos de su cocker spaniel, una perrita de pequeña estatura y pelaje de un marrón café.
Corría tras su dueña con la lengua fuera, aquella criaturita era uno de los pocos regalos que le quedaban por parte de su madre, ella murió de un día para otro, así, sin más.
Tras su marcha las cosas cambiaron mucho, su padre lo había pasado mal, había amado a Maxine con todas sus fuerzas, pero trató de pasar página y a los dos años de su muerte se fijó en una bella mujer que conoció en uno de esos banquetes reales a los que asistían gente rica y poderosa, al parecer ella era viuda, estuvo casada con un duque pero murió de un ataque al corazón.
Su madrastra era una dama bella, de las más hermosas que Freya haya podido ver, sus ojos eran de un azul intenso y su figura era esbelta, no pasaba desapercibida para ningún hombre, ni siquiera para Jacob, pero a Freya no le había terminado de convencer, no sabía si era porque aún no se habían tomado las suficientes confianzas pero Nemuri siempre era fría con ella, al menos cuando su padre no estaba delante. No le gustaba tener a esa mujer como madre, pero nunca se quejó, su padre se veía tan feliz de nuevo que no quería hundirle con sus deseos egoístas.
