Descubrimientos

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"Iban caminando de la mano después de haber presenciado la escena de hace unos momentos de Nanami y esa chica, dejando con un sabor amargo en la boca a Gojou. Comprendiendo que su teoría respecto al chaman de primer grado era cierto y descubriendo que los sentimientos del ser humano siempre irían encadenados con el egoísmo, sin excepción alguna incluso esa joven que estaba con él.

- Nanami-sensei realmente se ve muy diferente cuando sonríe. – dijo con tranquilidad Miwa. – Debería de hacerlo más seguido tiene una linda sonrisa e incluso jovial.

Satoru rio ante la inocente respuesta de ella, probablemente notando que no había abierto la boca para decir ninguna estupidez.

- Me imagino que por el tiempo ejerciendo como chamanes la sonrisa de Nanami-sensei fue desapareciendo.

- Nunca él fue de sonreír mucho. – intervino Gojou. – Pero siempre fue alguien tranquilo incluso su rostro se veía menos...lúgubre, pero cuando murió...- se detuvo abruptamente recordando a Yu. – Digamos que un evento logro cambiarlo.

La joven no era tonta, bueno no tanto, pero era obvio que alguien importante para Nanami-sensei había muerto comprendiendo su actitud arisca y los rumores en que decían que el chamán de primer grado prefería siempre trabajar solo.

- Es triste comprender y apreciar lo que tenemos hasta que lo perdemos. – Miwa se detuvo abruptamente, provocando que Satoru volteara a verla. – Seguramente con el tiempo me tocara perder amigos valiosos. – recordando a cada uno de ellos. – Creo que incluso si uno de los participamos en las escuelas hermanas muriera sería un suceso muy triste.

- Con el tiempo tienes que lidiar y vivir con eso. – no era mentira. - ¡Pero vamos Kasumi-chan, dejemos de hablar de cosas tristes y vayamos a comprarte algo!

La actitud infantil volvió a rodear a Gojou Satoru, haciendo que sonriera tiernamente, pero Kasumi sospechaba que probablemente la locura del hombre más fuerte era una forma de lidiar con el dolor de seguramente haber perdido a alguien importante.

- No es necesario, preferiría regresar al Colegio.

- ¿Eh? Tan pronto te cansaste de mí. – hizo un puchero, pero al ver como esta negaba enarco una ceja. - ¿entonces?

- Simplemente Tokyo me trae malos recuerdos. – respondió triste. – Ademas pronto Utahime-sensei llegará con los demás y si no me encuentran...

- Te interrogara como un reo a punto de ir a la horca. – volteo los ojos fastidiado. – Cuando realmente se lo propone puede ser alguien insoportable. – tomando la mano de la joven, provocando que se sonrojara.

- Ustedes realmente no se llevan bien...- tenía que hacer un esfuerzo sobre humano de alcanzarlo al tener él piernas más largas.

- Digamos que me merezco el odio de ella. – respondió serio, pero al ver un puesto de toda cantidad de dulces olvido los fantasmas internos. - ¡MIRA KASUMI- ¡CHAN DULCES, VAMOS!

Pero cuando jaloneo un poco la mano de ella, para adentrarse a la tienda noto que no se movía, volteo a verla solo para encontrarse con una imagen de Miwa Kasumi realmente asustada, como si estuviera viendo una maldición de categoría especial dentro de esa magnifica tienda de arquitectura extranjera, su rostro había perdido color alguno y balbuceaba incongruencias.

- Kasumi. – acercándose más y tomar con sus manos el rostro de ella. - ¿Qué te pasa?

Ni siquiera el tacto de Gojou Satoru la saco de su trance, estaba temblando, su piel seguramente estaba pálida y nuevamente esos recuerdos venían a ella: la sangre esparcida de su padre, los reclamos de sus familiares, la dura enfermedad de su madre, su responsabilidad hacia su familia y después el desprecio de esas miradas.

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