Escombros

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Cada vez que uno mueve los escombros del pasado es encontrarse con una herida en el camino, como lentamente se va agotando nuestras esperanzas de lo que conocemos de la vida y como en un abrir y cerrar de ojos nuestros ideales, valores o sueños pueden cambiar de la noche a la mañana mostrándonos la crueldad del mundo. Un mundo donde no se puede esconder uno de su destino, porque, así como podemos cambiarlo hay cosas que ya estaban escritas, había una leyenda que decía que cada uno de nosotros nacía con una estrella en específico y que esta llegaba para un propósito en este mundo, entonces a la mente de Utahime venia.

- ¿Cuál era su verdadero propósito en este mundo cruel lleno de maldiciones? – las palabras dichas por la persona que más coraje ha sentido en su vida se repetían como dagas.

Pero el peor del caso es que por primera vez en su vida debía de reconocer que Gojou Satoru le mostro lo que verdaderamente su corazón había estado ocultando por años, solo se necesitaron algunas gotas de alcohol en sus bebidas para que el chamán más fuerte declarara su aberración hacia ella al grado de comparándolo con el mismo que ella repetía una y otra vez sentir hacia él.

- "Puede que yo sea un sujeto insoportable, Utahime. – decía extremadamente serio el peliblanco acercándose más a la pelinegra. – Pero a diferencia tuya, yo tengo claro mis objetivos y propósitos en lo que representa verdaderamente el mundo de la hechicería.

A la mente de Satoru venia la imagen de Yu, Suguru, cada uno de sus alumnos y por último el rostro sonriente de Kasumi. Una persona en la que deseaba que su inocencia no fuera destruida, no ante la crueldad de lo que significaba ser un hechicero.

- Deberías respetarme aun sigo siendo tu superior Gojou Satoru. – lo seguía viendo con varios sentimientos reprimidos, pero sobre todo coraje. – Recuerda que nadie está libre de culpa.

- Yo nunca he dicho que sea una buena persona o alguien inocente de mis acciones, Utahime. – se burló de la sensei de Kyoto. – Solo recalco lo obvio, pero no te preocupes que no soy lo suficientemente idiota al no comprender que me odias con todo tu ser, pero más te odias tú por ser una cobarde, ¿no?

Utahime iba a darle una bofetada, pero Gojou la detuvo quitándose en el proceso la venda mostrando sus ojos igual de serios que ella sorprendiéndola al ver por primera vez a Gojou Satoru carente de emociones.

- La verdad duele, ¿no Utahime? – sonrió cansado. – Así como te dolió enterarte de la muerte de Suguru, de odiarme todo este tiempo ¿no?, por la broma que te gaste hace tiempo de que me gustabas, sino porque fui yo quien precisamente termino con la vida del hombre que negabas reconocer que amabas. Porque fuiste solo un peón más de Gakuganji y de los peces gordos, porque te niegas a reconocer que todo esa jerarquía terminara no solo con la vida de los estudiante. – arrugo el entrecejo Satoru al recordar cómo iban a sacrificar a Miwa. – Sino que terminara con todo lo que conocemos y aun sabiéndolo no los alientas, no los adviertes y dejas que vivan en una burbuja de cristal.

- Te equivocas, no hables como si me conocieras. – Utahime estaba al borde de las lágrimas, ya que a su mente venían sus recuerdos hacia Getou. – Tú no sabes de mi dolor, porque seres como tú, Gojou no conoce el amor y nunca lo harán. – si ese imbécil quería abrirse a la verdad adelante. – Para ti todo esto es un maldito juego, para demostrar que siempre has tenido la razón. Alimentar tu ego como lo haces cada vez que ilusionas a una mujer.

En la mente de Satoru se plasmó nuevamente Kasumi, como esa débil e insignificante chica había logrado introducirse en su morbo, ser y placer. Al grado de no controlar sus impulsos para besarla, tocarla y de simplemente sentirla, corroborando internamente que su colega estaba equivocada. Probablemente no ama a Miwa Kasumi, porque es un hombre demasiado roto, tan destrozado que no le ha importado comenzar a contaminar a la única mujer que ha podido despertar algo en él: "protección y cariño".

¿Cuál es tu tipo ideal?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora