Amanecer

151 11 0
                                    

Durante toda su vida fue educado para ser un líder, alguien poderoso, aquel equilibrio que el mundo de la hechicería necesitaba para que todo fuera un orden y la jerarquía siguiera con sus normas, tradiciones y costumbres que a su mente eran solo cosas superficiales. Escuchaba conversaciones de los sirvientes de la finca como su madre era casi asesinada cuando se encontraba embarazada de él, como desde su nacimiento varios hechiceros esa noche vinieron a matarlo y cada uno de ellos al parecer sin éxito alguno.

Siempre ha sido catalogado como despostada, egocéntrico y soberbio, defectos que nunca negaba tener por así era y nunca cambiaria, o bueno no siempre fue así...recordó el día que por primera vez conoció a alguien diferente a él. Una persona amable y gentil que con su simple presencia hacía que las personas fueran empáticas, es como si esa gentileza hubiera estado impregnada en el...en su mejor amigo...en Getou Suguru; desde que lo conoció junto con Shoko supo que ese joven de fleco peculiar iba a formar parte importante en su vida y no se equivocó...por desgracia.

- Todo esto es un maldito asco. – vio como Nanami encendía un cigarrillo.

- Tanto tu como Shoko deberían de dejar de fumar, es malo para la salud. – quiso sonar divertido pero verdaderamente se encontraba fatigado.

- Lo dice quien se atraganta con cuanto dulce se le atraviesa. – exhalando un poco. – Morir de una enfermedad como diabetes. – mirando intensamente a Gojou haciendo que ampliara su sonrisa. – o de cáncer es preferible que morir a manos de una maldición.

Ambos se quedaron callados, sintiendo el trago amargo recordando a sus mejores amigos y como frente a sus ojos han visto morir a mucha gente donde seguramente provocaría el mismo dolor.

- Al parecer tenías razón sobre todo esto, Nanami. Creo que incluso te envidie porque tu pudiste renunciar a todo esto, pero yo...

- Eres el equilibrio de todo Satoru. – su comentario provoco un bufido por parte del peliblanco. – Solo te aconsejo que mientras prevalezcas en este mundo, trata de disfrutar como lo has estado haciendo, solo no te aferres a alguien. – recordando a la joven Suki. – No sabes si un día volveremos.

Tanto Nanami como Satoru se quedaron callados, pensando cada uno en sus respectivas... ¿parejas? Hasta que escucharon unos pasos acercándose, viendo como venía Utahime en compañía de Gakuganji y Mei Mei, además detrás de ellos Yaga-sensei.

- Dos reuniones en un día, eso sí es nuevo, ¿no creen chicos? – comento sarcástica Mei Mei.

- Mei Mei no es momento de tus comentarios fuera de lugar. – interrumpió Gakuganji. – Aunque esto sería una prueba de la ineficiencia de algunos ámbitos dentro de la cede de Tokyo.

Mirando fijamente a Gojou el cual sabía perfectamente que el anciano buscaría embarrarlo en este tema.

- Vaya comenzó la plática con esa lengua viperina que te cargas viejo. – respondía divertido Satoru. – Lastima que solo ladras y nunca muerdes, para eso existen otros peones, ¿o no Gakuganji-sama? – decía su nombre en forma "educada".

- Mocoso no olvides con quien estás hablando. -se comenzó a sentir tenso el ambiente. – Ni siquiera con lo sucedido hace casi dos años has aprendido.

Ante la mención de la muerte de Getou Suguru. Utahime achico los ojos odiando como siempre Gakuganji junto con otros hechiceros de mayor rango no se cansaban de recordarles a...al traidor que fue el azabache, pero noto además como en esta ocasión ni siquiera Nanami ha tratado de interferir callando a Gojou.

- Créeme que he aprendido más de lo que debería, viejo. – decía Satoru agachándose a la altura del mayor. – Tanto que incluso te sorprenderías o no te alcanzaría el resto de tus años de vida para comprenderlo.

¿Cuál es tu tipo ideal?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora