El Chico del Pecho y el Cuello

904 10 0
                                    

Desde el día que descubrí ese perfil en esa aplicación mis días solo se basaban en esperar a que fuera la noche para encontrarlo en línea y chatear. Hacia muchísimo tiempo que no conectaba con alguien así, si bien no sabíamos nuestros nombres ni conocíamos nuestras caras , era lo que menos me molestaba. Sentía que podía hablar de lo que fuera con ese desconocido y él conmigo.
Las semanas se volvieron meses y ya no estaba dando para más, necesitábamos dar el siguiente paso y al fin conocernos, pero no sabía si eso arruinaría lo que estábamos teniendo.
Por más que había pasado tanto tiempo nunca nos habíamos enviado ni una foto, yo tampoco había subido a mi perfil ninguna, solo conocía un pedazo de su pecho bronceado y su cuello estirado. Si conocíamos nuestras voces y nuestras formas de pensar y con eso para mi bastaba, pero el cuerpo pide más y no solo se conforma con un chat.
Nunca habíamos hablado de sexo, ni de que nos gustaba, a mi no me importaba en realidad. No que no me importará el sexo, sino esa conversación de roles tan trillada y aburrida, el sexo hay que disfrutarlo, sentirlo y con cada persona se disfruta de diferente manera, solo hay que dejarse llevar y sentirlo en el momento.
El momento de pedirle más a ese desconocido había llegado, la confianza que teníamos  hizo que fuera muy fácil planteárselo, lo quería ver, quería materializar esa mente en un cuerpo, quería saber que era real. Quedamos de encontrarnos, seguíamos sin conocer nuestros cuerpos, queríamos que fuera una sorpresa vernos. De la ansiedad que manejaba decidimos vernos esa misma noche, no nos dimos nuestros teléfonos ni nada, solo nos manejamos por la app.
Decidimos juntarnos en un pub, a las corridas me bañe, me perfume y salí directo para ahí sin meditarlo ni un minuto. Sabía que si lo pensaba mi subconsciente me iba a jugar una mala pasada.
Llegue al lugar mire a mi alrededor a ver si lo reconocía solo para darme cuenta que nunca lo había visto. Me conecte a la app y le escribí que ya había llegado, demoro un poco en contestarme y me dijo que estaba entrando. Desesperado me levante de la mesa que había elegido y mire hacia la puerta solo para verlo entrar. Ni bien lo vi entrar todas mis ilusiones cayeron al piso. No podía ser él, pensé que el destino me estaba jugando una mala pasada y seguí esperando que alguien más llegara atrás de él pero nadie más entró. El me vio y se acercó a mi, me saludo y me dijo que raro que estas acá solo, estas esperando a alguien, le contesté que si y le pregunté que estaba haciendo él acá , me contesto que venía a ver a alguien. Agarre mi teléfono y le escribí un mensaje por la app y a la persona que tenía frente a mi le sonó el celular. No podía creerlo, la persona que me estaba conquistando no era otra más que mi ex. Ese pecho no era más que una foto robada de internet, su cara fue de sorpresa agradable cuando se dio cuenta que ese desconocido con el que pasaba horas hablando no era otro más que yo.
En esos meses chateando habíamos hablado más que en los quince años que habíamos estado juntos. Me dijo que se había vuelto a enamorar de mi aun sin verme. Una parte de mi quería creerle, pero sabía que era volver a lo mismo.
Tomamos unos tragos y el alcohol empezó a hacernos efecto, me dijo de irnos, en una fracción de segundo lo pensé, pero ya no quería volver a sufrir, entonces contesté que gracias pero no, que lo mejor era no volver a hablar ni vernos más.
Me despedí y salí solo hacia mi casa, abrí la app y desactivé mi cuenta. En menos de un año ya me había separado dos veces de ese hombre al que supe amar con locura, la primera vez real y la segunda vez en mi mente, pero era lo mejor para ambos.

Real sexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora